Deseo (¿Minayeon?)

Jennie (29)

Narra Nayeon

-Nayeon ¿P-or qu-é tienes que ser tan buena... -la estoy penetrando con dos dedos, para que se callara metí otros dos dedos a su entrada; mala idea, su reacción fue gritar muy fuerte -Fóllame más fuerte... carajo. -veo como arqueo su espalda, yo solo seguí penetrándola con mis dedos -Ah. -grito y empezó a mover su cadera con fuerza y rápido.

-Jennie... -saque mis dedos y los lleve a su boca -Chúpalos. -primero me miro a mi y luego a mis dedos. Sin que diera algún consentimiento, los metí a su boca y ella gimió al sentir como mis dedos sin piedad se hundían en su cavidad bucal -Chúpalos. -siento como su lengua empieza a acariciar mis dos y como los chupa, por lo que afloje un poco -Bien, Jennie... -los saque de su boca y los lleve, sin previo aviso, a su entrada. Mis dedos entraron con facilidad a su entrada por lo mojada que está.

No sé ni cómo termine teniendo sexo con Jennie después de ver a Mina decir que acepto a la pregunta del sacerdote, como sus delicadas manos eran tomados por las del estúpido tailandés, como esa niña corrió a sus brazos y la llamo mami y al estúpido tailandés papi; ambos me dan asco. Ahora más que nunca me vengare de Mina.

...

Flashback

Me bañe y Jennie vendo mis heridas de la muñeca, hizo un buen trabajo, no me duelen como antes, pero el dolor que no se va es el de mi corazón ¿Enserio Mina se casará con ese tailandés? Si lo hace no sé qué haré, esto se volvió una mierda y una muy grande ¿Qué debo hacer?

-Nayeon ¿Te gusta este vestido? -mire a Jennie y tiene un vestido blanco; como describirlo... no sé.

-Es lindo. -respondí cortante.

-Nayeon... ¿Quieres que te ayude o lo harás tu sola? -se mordí el labio inferior; con solo haberla besado me arrepentí.

-Deja de joder Kim. -rodé los ojos y agarré el vestido -Gracias por curar mis heridas. -le regale una pequeña sonrisa -Iré al baño. -me fui al baño sin mirar a Jennie. Yo se mejor que nadie que esto está mal, pero quiero que Mina sufra, quiero que sienta el mismo dolor que sentí yo. No me detendré. Necesito ayuda de alguien y quién más que Kim Jennie.

...

Llegamos a la boda, pero como Jennie y yo no estamos invitadas tenemos que esperar que todos vallan adentro de la iglesia y tratar de sobornar a los guardias, si hasta guardias hay en la puerta de la iglesia, estúpido tailandés. Con Kim nos quedamos en el auto, el cual está estacionado al frente de la iglesia; espero que no nos descubran.

-Nayeon. -me llamo Jennie, ella está en el asiento del conductor y yo en el de copiloto, por lo que la mire -Te vez hermosa. -me sonrió y yo le devolví el gesto.

-Tú también. -asintió aún con su sonrisa y volvió su mirada a la ventanilla.

-Ya no hay nadie afuera ¿Podemos ir? -asentí y ambas abrimos las puertas correspondientes a nuestros lugares. Salí del auto y el viento golpeo mi cabello, haciendo que este volara -Vamos, Nayeon. -suspiré y cerré la puerta del auto.

-Vamos. -ella solo asintió y escucho como cerró la puerta del auto, también -Dale, estaremos bien ¿Qué es lo peor que nos debe pasar? -se encoje de hombros; ¿Lo peor? No lo pensé, solo pensaba en entrar y mostrarme y salir, nada más, pero ¿Si pasa algo más? No quiero que se empeore.