Deseo (¿Minayeon?)

Y Mina... Te amo... (44)

Lentamente me separé de la capa suave y dulce. No abrí mis ojos, me obligué a no hacerlo. No sé qué es lo que está al frente de mí, pero no abriré mis ojos, no lo haré, no quiero que esto también se valla.

—Abre tus ojos, por favor. —me volví loca o ¿Qué me pasa? ¿Es la voz de Nayeon? Abrí mis ojos y vi a la mejor imagen de mi vida, Nayeon está al frente de mí y con una sonrisa hermosa —No era... —como imanes mis manos fueron a sus suaves mejillas y me acerque a su rostro, donde mis labios se juntaron con sus suaves e hermosos labios, formando el beso que tanto espere, uno lleno de amor. Siento como las manos de Nayeon en mi cintura, siento como atrajeron a su cuerpo y lo tomé como una iniciativa para abrir mi boca, lo hice y de inmediato sentí como la lengua de Nayeon se apodero de mi boca. Me deje llevar, deje que Nayeon haga lo que quiera conmigo. Nos separamos lentamente y apoye mi frente con la de ella —Mina, no te recuerdo, solo siento la necesidad de estar contigo. —¿Todo fue real?

—Me dijiste que me recuerdas. —dije en un susurro, aún con mi frente pegada a la suya.

—Nunca te hablé, solo te vi desmayada en el piso cuando salí del departamento. —empezó a acariciar mi cintura —Jennie sabe de esto y quiere ayudarme, pero Jisoo no tiene que saber de esto. —me separé de su frente.

—Ven a vivir conmigo, nos iremos a otro lugar lejos de todos, muy lejos y nadie nos podrá hacer daño. —dije ilusionada, pero sabía que Nayeon no iba aceptar, es muy inteligente y sé que tiene un plan.

—Mina, no puedo, por favor déjame hacer esto y te prometo que luego haremos lo que tú quieras. —la abracé más fuerte, pegándola a mi cuerpo, sintiendo como la respiración de Nayeon pegaba en mi cuello —Te prometo, nunca más te olvidaré. —siento como sus brazos me abrazaban más fuerte y yo hice lo mismo, quiero demostrarle que la amo mucho y que es todo para mí.

—Te prometo que lo nuestro será para siempre, hasta que la muerta nos separé. —asintió con su cabeza en mi cuello —Nunca deje de amarte, siempre te amé. —siento como Nayeon se remueve en mis brazos, logrando separarnos.

—Mina, se lo de tu relación con Chaeyoung y que se iban a casar... —quise interrumpirla, pero sé que todo lo que dice es verdad —La amaste, en algún tiempo, lo hiciste, y por eso te ibas a casar con ella, porque la amaste... —Nayeon siempre tiene razón, pero no ahora, yo no amo ni ame a Chaeyoung.

—No Nayeon. —se separó más de mi cuerpo.

—Jennie me dijo que confié en tu palabra que siempre me dirás la verdad, pero ¿Por qué siento que me estas mintiendo en este momento? —su tono se volvió uno triste —Mina, también pienso que si por algo nos separaron es porque no estamos destinadas a estar juntas... creo... —la interrumpí.

—Nayeon, si hablas sobre el destino. —me aparté de ella y abrí mis brazos —Mira, mira Nayeon, nos volvimos a encontrar, me besaste, encendiste algo en mí que nadie lo puede hacer, Nayeon eres el amor de mi vida y siempre lo serás no hay otra persona en mi vida, nunca lo hubo, nunca lo habrá. Eres mi vida. —lo último lo susurre, sabía que con estas palabras no iba a conseguir nada, solo consigo gastar aliento.

—¿Me amas? —no me acerque a Nayeon, solo empecé a jugar con mis dedos de lo nerviosa que estaba —Entiendo. —estaba vez si se acercó a mí y me tomo mis manos —Se feliz. —cerré mis ojos y siento como sus labios son pegados a mis manos —Te deseo lo mejor. —¿Esto es lo correcto? Siento que sí, Nayeon no me merece y yo no la merezco, es muy grande para poder tenerla.

—Si te amo. —abrí mis ojos y vi como Nayeon estaba sonriendo.

—Yo también te amo. —veo como aún con su sonrisa se acerca a mí y me da un beso en mis labios —Aunque no te recuerde, siento que eres muy importante para mí, Mina, pero no sé qué siento por ti, no lo entiendo, es todo confuso... —volví a juntar nuestros labios y lleve mis manos a su cintura, mientras ella las llevo a mis mejillas —Por favor... —se separó de mis labios —No me dejes. —nos volvimos a besar... tuvimos una larga sesión de besos, la cual nos llevó a sentarnos en una silla que había en ese lugar.