Cuarta carta

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Su alarma lo levantó tan de repente que casi se cae de su cama. Gruño al notar que no había dormido prácticamente nada y quiso volver a acostarse, pero antes su madre abrió su puerta de repente.

—¡Will levántate ya y ve a cambiarte! —dijo su madre con desespero—, Hopper tuvo una emergencia en la comisaría tendré que llevarlos yo a la escuela así que no hay tiempo que perder.

Su madre volvió a salir de su habitación casi corriendo.

Emergencia.

Sacudió la cabeza intentando alejar sus pensamientos inoportunos y la somnolencia que llevaba encima. Will intentó ir lo más rápido que pudo y realizar su rutina, pero tener ojeras hasta el piso y casi caerte del sueño cada cinco segundos no ayudaba.

Para suerte de todos lograron estar en el auto a tiempo y dirigirse hacia la escuela, y claro, con un Will durmiendo todo el camino.

Will despertó asustado cuanto sintió que su madre lo llamaba a gritos.

—¡Will, despierta ya! —exclamó Joyce por quinta vez.

El castaño miró su entorno desconcertado notando que ya estaban en la escuela, e incluso Jane ya se había bajado, cuando miró brevemente por la ventana la chica ya se encontraba en los brazos de Wheeler como cada mañana.

—Cariño, llevo llamándote un largo rato —inicio la mujer cuando noto a su hijo despierto— ¿Dormiste bien anoche?

Will se refregó los ojos y en medio de su somnolencia analizó la pregunta.

¿Que si había dormido bien? Fue una de las noches más estresantes que pudo tener y todavía podía sentir como la culpa de lo que hizo anoche lo seguía aplastando. Durmió fatal.

—Si mamá, solo amanecí un poco cansado, las prisas en la mañana no ayudaron —río un poco causando que su mamá quitara su mirada de preocupación—. Te veo en casa mamá, adiós.

Will salió rápido del auto y camino un poco rápido para llegar dentro de la escuela, necesitaba sacar sus libros y temía que no pudiera por su pequeño retraso. Mike y Jane ya habían entrado a la escuela, Will agradeció internamente, lo último que necesitaba era ver a esos dos dándose amor. Cuando por fin estuvo dentro de la escuela se dirigió hacia su casillero rápidamente, ese día casi todo el grupo tenía la misma clase durante las primeras dos horas; ciencias, y era casi todo el grupo porque Jane tenía otra clase, al ser ingresada un poco más tarde tenía un horario un tanto diferente.

Entonces se detuvo al llegar frente a su casillero. Una pequeña canasta de regalo lo esperaba pegada a la puerta de su casillero. La despegó y tomó el pequeño sobre que venía adjunto con la canasta.

"
Muchas gracias, Will. Pronto recibirás tu recompensa.
Nos vemos.

"

Alzo la vista inquieto, sin poder evitar buscar a alguien que lo observara, pero lo único que pudo ver fue al grupo caminando hacia él. Rápidamente guardó el sobre en uno de sus bolsillos y se apresuró a abrir su casillero para esconder la canasta. Claro, falló.

—¡Hey, Byers! —exclamó Dustin al tenerlo en su campo de visión.

Will empuñó los ojos dentro del espacio de la puerta y el casillero. Entonces se volteó lentamente hacia el grupo con una falsa sonrisa y escondió la canasta detrás de su cuerpo.

—H-Hola chicos, ya se que tenemos clase juntos, solo déjenme guardar unas cosas. Ustedes deberían adelantarse.

—No, de hecho dijeron que el Sr.Clark se retrasaría un poco así que podemos esperar, cabeza de coco —dijo sonriente Lucas.

Dear, Will ; BylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora