Dear, Will ; Byler

Decima carta

Olvídenlo, aquí tienen su capitulo....no podía soportar dejar olvidado esto siquiera por un corto periodo de tiempo

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—M-Mike.

Un susurro casi inaudible salió de los labios de Will cuando el contacto tuvo que terminar. Los ojos de el chico lo observaron desde arriba con una mirada de la que Byers nunca había sido testigo. Mike le sonrió mientras sus ojos empezaban a derramar un brillo indescriptible. Su mirada simplemente se veía...embelesada.

—T-Te dije que no me tuvieras pena.

Soltó Will. Aunque le doliera bajarse de su nube tan rápido. Mike arrugó el entrecejo levemente. Sin decir nada llevo sus manos a las mejillas del ojiverde, y las acaricio como si estuviera descubriendo algo nuevo. Después de unos segundos se inclinó y le planto un beso en los labios al chico.

—¿Te parece que te tengo pena ahora, Will? —preguntó suavemente, una sonrisa que Will no supo interpretar apareció en los labios ajenos, y sus piernas flaquearon.

—Acabas de r-romper con Jane. Es obvio que t- —Mike lo interrumpió.

—Siempre te preocupas demasiado, haya o no terminado con Jane, ¿Eso que importa? Si ambos deseamos esto vamos a disfrutarlo, Will. Deja de pensar en los demás, aquí estamos, y estamos solo los dos —dijo Mike mientras su mano tomaba la barbilla de Will, obligando a mirarlo.

Will sintió que caería al observa el rostro de Mike tan cerca. Trago saliva y permaneció en silencio. Mike lo observó con sus ojos brillantes y no pudo evitar volver a tomar los labios de Will una vez más, y solo una vez más por esa noche.

...

Jane y él llegaron a la hora acordada a casa. Will intentaba evitar a Jane. Se sentía terriblemente mal cada vez que la chica le sonreía. En cuanto estuvo en su habitación se dejo caer en su cama.

¿Que sucedió es noche?, ¿Acaso Mike gustaba de él o estaba dolido por Jane?, ¿Debía alejarlo o debería aventurarse con Wheeler a lo que acababa de empezar esa noche?

Sus preguntas se quedaron sin respuesta, como siempre. Para dejar de pensar en Mike sacó la caja con el collar de su chaqueta. Tomó el collar entre sus manos y lo observó detenidamente; debía costar una fortuna. Suspiró cuando recordó que tendría que dejarlo en Mirkwood. Programó su despertador para que lo despertara antes del amanecer para ir a dejar el collar. Dejó el collar en uno de los cajones de su escritorio, después de todo nadie iba a revisar de casualidad su escritorio. Después tomó la llave que se había llevado y la tiro en un lugar recóndito de su armario. Se puso su pijama y pudo descansar de la noche tan agitada que tuvo.

...

Su alarma perturbó su sueño, haciéndolo gruñir. La apago de un manotazo y se sentó en su cama para intentar pasar su somnolencia. Suspiró, abrió su armario para tomar una chaqueta, tomó el collar y salió por la ventana con su pies siendo arrastrado por cada paso que daba. Se montó en su bicicleta y pedaleó sin ganas hacia Mirkwood.

En cuanto llegó dejó su bicicleta a un lado y se dirigió a la ya conocida cabaña. Llegó a buzón y lo abrió para dejar la caja ahí. Entonces lo recibió un sobre dentro del buzón, se refregó la cara con hastío y tomó el sobre cuando la caja estuvo en su lugar. No quería leer la carta, estaba cansado y solo quería volver a dormir así que la metió entre sus pantalones de pijama y volvió a pedalear hasta su casa.

La comodidad de su habitación lo recibió de nuevo. Se recostó después de tirar su chaqueta a cualquier esquina de la habitación. Entonces durmió el resto de la madrugada. Después de preguntarse qué clase de encargo tendría que realizar mañana.