Sálvame (Omegaverse) | Destiel

.1.

Holaaa ;) Aquí les traigo una nueva historia y lo mejor de todo mi primee Omegaverse.
Espero les guste y me acompañen en esta nueva aventura.
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Castiel respira profundamente y exhala un momento después, puede ver su aliento salir de su boca debido al frío aire de la montaña. El verano se está terminando y el bosque se ha tornado en un verde opaco, listo para convertirse en una combinación de naranjas y rojos. La gran extensión de bosque está en su mayoría vacía de excursionistas y campistas, dejándola maravillosamente tranquila a excepción de los pájaros y los animales salvajes, que espera con todas sus fuerzas no encontrar.

Alcanzando la caja en el asiento del pasajero, Castiel se desliza fuera de su camioneta y cierra la puerta con un fuerte golpe. Agarra la caja con una mano mientras saca una mochila de la parte trasera de la camioneta. Cuidadosamente, empuja la caja dentro de la bolsa para que descanse sobre el suéter extra de Castiel. Una vez que la bolsa está bien abrochada, se vuelve para mirar hacia el bosque y el viaje que tiene enfrente. Puede sentir la brújula en el bolsillo delantero presionando contra su muslo, y la ruta que está tomando fue cuidadosamente trazada en el mapa que compró en la ciudad el día anterior, pero estar preparado no es lo mismo que estar listo. Él no sabe si alguna vez estará listo, pero si no lo hace ahora, nunca lo hará. Hizo una promesa, y no puede retroceder ahora.

Cruza la carretera desierta sin siquiera mirar la autopista en busca de tráfico y entra al bosque. Dos árboles, que son inmensamente altos, se colocan a cada lado de Castiel como postes de puerta gigantes. Castiel pasa las puntas de sus dedos sobre sus cortezas, como pidiendo permiso al bosque para lo que está a punto de hacer.

Ramitas y hojas crujen bruscamente bajo sus botas mientras se adentra en el bosque hasta que su vista se llena de árboles, bloqueando la luz y elevándose sobre él como rascacielos naturales.

Castiel siempre fue un alfa atípico según las demás personas, era retraído, muy callado y a menudo se encontraba sintiéndose inadecuado. Pero en este lugar, Castiel puede sentir como una sensación de calma se extiende a través de él, ya que finalmente está aislado del ruido y el estrés de la civilización, pudiendo ser él mismo sin temor a juicios. Un par de horas más tarde, entra en un pequeño claro y rápidamente apoya sus doloridos pies sobre una roca grande que sobresale del suelo en un ángulo extraño. Siente el sol contra la parte posterior de su cuello mientras bebe un poco de agua. El líquido alivia sus labios agrietados y su garganta seca, y apacigua su estómago que ruge con hambre. Al meter la mano en su mochila, saca el mapa y comprueba dos veces que sigue yendo por el camino correcto, sabiendo lo fácil que resulta perderse en el espeso bosque. Después de quince minutos, se pone de pie y continúa. Todavía le queda un largo camino por recorrer, y no quiere caminar por un bosque extraño de noche.

Una vez más, se encuentra envuelto en el bosque, el silencio casi ensordecedor. Mientras más profundo en el bosque viaja, más se encuentra retrocediendo en su propia mente. Pone un pie delante del otro casi inconscientemente, el abrumador silencio obliga a los recuerdos a salir, e incluso los felices agregan un gran peso a su pecho. Cuanto más Castiel se adentra en el bosque, más sus propios pensamientos lo persiguen. Casi tropieza con un tronco caído mientras sucumbe a un aluvión de recuerdos, y no puede hacer nada más que dejarlos ir, y tratar de entender lo que su mente le está diciendo.

Años atrás...

***

Castiel se agarra al dobladillo de la camiseta de su hermano y no la suelta, no importa cuántas veces el trabajador social, trate de separarlos. Él quiere a su madre, y no a todos estos extraños que permanecen de pie junto a él y lo miran con ojos tristes. Él no entiende lo que está pasando, y lo único que le impide comenzar una rabieta es la mano de Gabriel sobre su hombro, cálida y suave contra la piel de Castiel.