[Fanfic] Los juegos del hambre: En la piel de Mario.

Prologo

El día de la cosecha.

No puedo creer lo rápido que este día llego. Odio pasar por esto cada año. En el orfanatorio en donde vivo, el día de la cosecha es el día más castrante del año. Mi mejor amigo, Max, siempre alegraba un poco este día.

Aunque este año era diferente.

Max murió el año pasado, en estos estúpidos juegos.

Murió por salvarme.

Entre un 59% de hombres, donde más del 50% tenían su nombre una gran cantidad de veces dentro de la pequeña urna, mi nombre que solo se encontraba tres veces, fue el primero en salir.

—¡Me ofrezco como voluntario!

Aun recordaba su grito tan claro. Debió verlo en mis ojos, tenía mucho miedo.

Él sonreía

—Todo está bien —le leí en los labios.

Detestaba tanto al capitolio por hacernos esto… Observe como la misma mujer de todos los años llegaba. Realmente nunca me intereso aprenderme su nombre, todo de ella me producía asco, la vestimenta del capitolio era meramente ridícula.

La pobre ha deseado patrocinar a otro distrito por muchos años. Pero el distrito ocho al ser un distrito urbano casi nunca está preparado para sobrevivir a la brutalidad de los juegos, no tenemos la experiencia de vivir en un ambienta natural como el de la arena.

 — ¡Y que la suerte este siempre de su lado! —escuche decir mientras sacaba de la urna el papel que contenía el nombre del tributo femenino.

— ¡Angélica cazares!

La conocía. Aquella chica era de las más ricas del pueblo, su familia era dueña de la única fábrica en todo el distrito, nadie se ofreció como voluntario, pobre, no duraría ni un segunda en la arena.

— ¡Es turno de los hombres! —dijo con una fastidiosa sonrisa

— ¡Mario Sánchez!

No hay manera de que pueda describir mi reacción, ¿Yo? ¿De nuevo? ¿Qué tan mala suerte puedo tener? ¡Hay cientos de nombres ahí!

En esta ocasión no hubo nadie ahí para salvarme. Subí y aquella payasa me saludo con entusiasmo. Mi compañera parecía realmente triste. Yo no podía creerlo. ¿Este era mi destino? ¡Que se joda Snow! 

— ¡Que comiencen los juegos del hambre! —Y todos hicieron el saludo scout.

Tengo una suerte de mierda.