Capítulo V

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Angélica se encargó de informarles a Cecelia y Woof mi pequeño enfrentamiento.

Esa noche no deje de ser regañado.

Pero Brando había tocado un punto sensible. Si ya lo odiaba, ahora tenía gana de matarlo.

Por primera vez, tenía ganas de matar.

Finalmente llegaron las demostraciones, los veinte cuatro tributos tendríamos que enseñarle a la gente del capitolio lo que sabíamos hacer, nuestra habilidad con las armas y todo eso. Llamaban primero al tributo masculino de cada distrito, las mujeres entraban después.

Estaba realmente nervioso. No sabía que carajos haría frente a todos.

Las demostraciones eran de suma importancia, pues con la calificación otorgada uno se hacía de patrocinadores y aunque odie admitirlo eran necesarios.

Sin ellos, Katniss y Peeta no hubieran ganado los antiguos juegos.

Mi turno llego con rapidez.

Los hombres del capitolio no vestían como toda la gente. Aunque sus peinados no eran tan distintos. La ropa no era tan colorida.

Me presente y me ordenaron empezar.

Demostré mis habilidades escalando. Recordé lo que había logrado con el Kunai así que me acerque a ellos, había incluso cuchillos, ¡Y un par de tijeras! Me acerque  a los blancos y arroje todo con agilidad y rapidez. ¡Ninguno fallo!

Un par de aplausos y me retire del lugar.

Cuando vimos las puntaciones me sorprendí al ver a Xiadani con un nueve. Giovanni había logrado un diez al igual que Brando. Yo obtuve un total de nueve. Casi podía ver la sonrisa burlona de Brando al ver mi calificación. Me deteste por un momento. Quizá las tijeras no son tan impresionantes.  Mi compañera obtuvo un ocho.

Cecelia nos animó.

La calificación más alta fue la de Alexander y con un doce, seguida de Alison con un once.

Al día siguiente finalmente comenzarían los juegos. Woof nos envió a dormir. Me fue difícil conciliar el sueño. Me imaginaba la arena que nos esperaba. No podía dejar de pensar en Max.

El traje que me entregaron para entrar a la arena, consistía en una camisa, una chaqueta y pantalones. Muy parecido al traje que uso Max en los juegos pasados.

Woof se despidió de mí y me deseo suerte. Me llevaban al matadero.

Fueron unos cuantos segundos. Todos salimos después de eso. Todos nos mirábamos. El reloj sonaba, nadie debía adelantarse o saldría volando por los aires. El campo esta vez era un bosque y la Cornucopia quedaba en una isla a mitad de un inmenso lago, había montañas y dos grandes cascadas.

Y la voz que nos recordó que íbamos a morir, sonó. — ¡Que comiencen los 75º juegos del hambre!

[Fanfic] Los juegos del hambre: En la piel de Mario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora