Cαpιтuℓo 3: Hαrry

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Harry

       Iba caminando por los interminables pasillos, ¿dónde demonios queda el salón de Historia?
       «Joder»
       No es que me importara llegar temprano, porque la verdad es que me da lo mismo, estoy más que acostumbrado a los típicos regaños y castigos de los profesores; por algo me cambiaron de escuela y estoy aquí. Nada pasa por casualidad o por arte de magia.
       Después de conocer prácticamente toda la escuela en como treinta minutos, por fin llegue al dichoso salón de Historia, esperando el regaño y castigo por llegar tarde. Entré, y como vi que el profesor estaba distraído con unos alumnos, aproveche y fui hacía el primer lugar vacío que mis ojos pudieron localizar, fingiendo que estuve ahí desde el inicio de clase.
       Saqué mi cuaderno y fingí que estaba realizando lo que fuera que estuvieran haciendo los demás. Unos segundos después, se escucha el sonido de algo golpeando con el suelo, volteo al lugar proveniente, y no podía creer que fuera ella de nuevo. Por lo que parecía ella le había dado el cuaderno a su amiga, supongo, ya que es la misma chica que interrumpió nuestra "charla", por así decirlo. Emily, creo haber escuchado que así se llamaba, recogió el cuaderno y le sonrió en forma de agradecimiento.
       -¿Matando cuadernos nuevamente? -dije burlonamente.
       Ella volteo con el ceño fruncido; al verme, abrió un poco más de lo normal sus ojos y se volteó sin decirme nada.
       -¿Qué? ¿Te caigo mal? -pregunte burlonamente. Como ella no contestó, proseguí hablándole-: Bueno, por lo menos dímelo y así te dejo en paz. Te lo prometo -ella rió.
       -No me caes mal, digo, ¿porqué lo harías? No me has hecho nada, ¿o sí? –noté como apretaba sus manos.
       -No, sería el colmo hacer algo malo mi primer día de clases. Aún me falta romper ese récord. -ella volteo los ojos mientras negó con la cabeza y sonrío.
       -Esos 2 de allá atrás -nos señaló el profesor con su dedo índice-, ¿quieren guardar silencio? Porque si no les interesa la clase, se pueden salir.
       -Bien, pero luego no diga que usted no me lo permitió -iba a agarrar mi mochila, pero él interrumpió mi acción.
       -Muy graciosito, señor.
       -Styles. Para servirle. -sonreí.
       -Oh, ya veo que no le importó el que lo tuvieran que cambiar de escuela. Aún sigue siendo el mismo payaso de la clase.
       -Wow, veo que le hablaron muy bien de mi -dije sarcásticamente. El timbre sonó y todos empezaron a guardar sus cosas rápidamente para así salir del aula. ¿Tanto tardé en encontrar el salón?-. Bueno, hasta luego. -moví mi mano izquierda en un ligero saludo mientras que recogía mis cosas para rápidamente de ahí como los demás.
       Primer día y ya tienes problemas. Es un nuevo récord, Styles.

(...)

       La campana sonó indicando que es hora del receso. «Gracias a Dios, una clase menos».
       Caminé nuevamente por todos los pasillos, buscando, ahora, la cafetería. Esto era un puto laberinto. ¿Cómo la gente no podía perderse? Solo faltaba ahora que encontrará la cafetería en los últimos minutos de receso.
       Volteaba la cabeza hacia todos los salones, esperando encontrar la cafetería o a alguien a quien poderle preguntar hacia dónde chingados ir... Y me sorprendí al ver a Louis sentado en uno de esos salones.
       Louis es mi mejor amigo desde, creo, siempre. Íbamos juntos a la escuela desde kínder 2, ya que fue el año en que lo metieron al kínder al que yo iba, pero nos dejamos de ver cuando lo cambiaron de escuela hacía año y medio por exactamente las mismas circunstancias que a mí. Hasta en eso nos parecíamos, tal vez esa era la razón de ser los mejores amigos.
       Leí el letrero del salón: Detención.
       «Genial, Louis. Justo ahora que necesito tu ayuda.»
       ¿Debería meterme? ¿Podría? Esperen, ¿de aquí a cuando me ha importado lo que se debe o no debe hacer?
Entré y camine directamente hacia donde se encontraba mi amigo, esquivando algunas bancas en el camino.
       -¡Louis, amigo! Qué sorpresa. -me acerqué y nos dimos un abrazo de hermanos-. ¿Ésta fue a la escuela a la que te transfirieron?
       -Yep. -asintió-. Hazza, ¿qué haces aquí? No me digas que...
       -Yep. -asentí yo también-. Me transfirieron a esta escuela por exactamente las mismas razones que a ti.
        -Lo supuse. Hermano, ¿quieres ir a la cafetería? -iba asentir, cuando veo que Hannah pasa frente al salón.
        -Claro, nos vemos ahí en un rato, ¿vale? -empecé a ir hacia la salida-. Hey, Hannah, espera –grité.
     –¿Al menos sabes cómo llegar? —escuché la voz de Lou a mis espaldas pero no me importó.

Hannah.

       Por fin receso, ya era hora. Salí del aula de música, yendo directamente hacia la cafetería, donde vería a Ashley para comer juntas y ponernos al corriente de todo lo hecho en nuestro día, ya que, como la vida era cruel, casi no teníamos ni una clase juntas.
       -Hey, Hannah, espera -giré al escuchar mi nombre.
       Era Harry saliendo del salón de detención.
       ¿Qué hiciste? –pensé. Si lo conociera un poco más, le diría de broma que lo que hace se llama acoso y que deje hacerlo porque pedo denunciarlo, pero como no es el caso, opté por decir lo segundo que me vino a la mente:
       —¿Rompiendo récords?
       —¿Qué? –preguntó confundido. Señalé en letrero del salón—. Ah, no, aún no. Entré porque vi a un amigo mío ahí.
       —Con razón.
       —Este... —comenzó a hablar—. Estuve pensando, y como no conozco nadie y eres la única persona con la que he cruzado palabra desde que llegué...
        —Acabas de llegar hoy, exagerado. "Desde que llegué" —dije tratando de imitar su ronca voz—. Haces parecer que tienes meses o años en la escuela. —Harry rió.
        —Bueno, sí, pero normalmente me cuesta adaptarme un poco. Y, como decía antes de que me interrumpieras, estuve pensando, lo cual sí suelo hacer aunque no lo creas —reí—, y creo que no nos hemos presentado realmente, así que... —tomó aire—. Hola, soy Harry... Harry Styles -dijo extendiéndome su mano en forma de saludo-, pero me puedes decir Hazza,si quieres. Te lo agradecería. -sonrió—. Ah, y háblame de tú —reí brevemente.
       -Yo soy Hannah, Hannah Miller. -dije estrechando su mano-. Mucho gusto Hazza -le sonreí de vuelta—. También puedes hablarme de tú si quieres.
     —Bien, y ahora que ya nos presentamos oficialmente... ¿quisieras decirme dónde está la cafetería? Por favor, no quiero perderme nuevamente como en historia.
     —¿Entonces no llegaste tarde por gusto? Wow, creo que eso es nuevo en el historial de Harry Styles. Acompáñame, es por aquí, de hecho voy hacia allá a encontrarme con Ashley, mi mejor amiga.

My Bєαuтιƒuℓ Mιsтαkє®: "¿Crees en los finales felices?" | Harry Styles | Book 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora