V

732 73 17
                                    

- ¿Aún nada, Arthur-san? - el japonés miró al rubio de pajoso cabello con cierta incertidumbre. Llevaban un rato en la casa del ingles. Tanto el británico como el japonés estaban sentados en sillas de la vivienda, mientras que Alfred estaba de pie y apoyado contra la pared.

- ¡Ahahaha! - la estridente risa de Alfred no se hizo esperar ante las palabras del de cabello azabache- ¡¿Pero como, Kiku!? ¿No ves su cara? Of course que aun no tiene nada!

- tch-... - el británico fulminó con la mirada a su amigo estadounidense- shut up, stupid! No es como si estuvieras siendo de ayuda, idiot!

- What?! - el otro rubio lo miró ofendido por lo que acababa de decirle Arthur - I'M A SUPERHERO! TODO LO QUE YO DIGO IS A GREAT IDEA!

- Huh?! - el cejón frunció el ceño y se paro junto al más alto preparado para confrontarlo, aun que se arrepintió del gesto a los pocos momentos, debido a que la altura del Estadounidense provocó que no se viera PARA NADA amenazante. Aun así debían continuar - T-tú zero aporte estos días es la prueba definitiva de que no has hecho nada! ¡Tu "Great Idea" de pedir ayuda fue idea de Kiku, idiot! ¡Tú solo-...!

- Arthur-san yamete kudasai. - el asiatico interrumpió los gritos del cejón - no es momento de soltar rabia sobre Alfred-san (Por mucho que este se la este ganando). Además-...

El ruido de una llave siendo utilizada, seguido de la puerta abriéndose detuvo su "pacífica" conversación.

- Bonjour, Arthur~ - entonces una sedosa cabellera rubia irrumpió en el hogar franco-inglés. Francis había llegado a casa. Cuando sus ojos se posaron en los dos visitantes soltó una exclamación de sorpresa - Ara~? Alfred~? Kiku~? A quoi dois-je le plaisir, mon amis?

- ¡Fr-frog! - la piel del británico se erizó y se alejó velozmente del estadounidense para encarar a su novio - ¿P-por qué volviste tan temprano?

- ¿A qué viene tan dulce bienvenida, Mon cher? - en un tono juguetón y un dejé irónico en sus palabras contraatacó el rubio de cabello sedoso.

- ¡n-no respondes a una pregunta con otra, idiot! - el británico intento esconder su nerviosismo ¿Ahora como podían seguir hablando de sus opciones si el objetivo estaba en la casa?

- oui~, Arthur - el otro simplemente rió levemente, mientras gozaba del adorable comportamiento de su pareja y le revolvía levemente los cabellos. Su novio se estremeció bajo su tacto haciendo que una incontenible sonrisa brotara en los labios de Francis. Al fondo, Alfred a modo de broma comenzó a fingir que tocaba un violin imaginario y Kiku cubrió su boca para evitar reir por el acto del de lentes. Francis carraspeó un poco ante este hecho y el británico fulminó al estadounidense con la mirada. Acabada la breve pero tierna escena el francés continuó con su objetivo original - necesito pedirte un favor, mon chér. Cierra tus ojos

- why...? - preguntó el inglés con curiosidad por la extraña petición de su franco novio.

- es que acaba de llegar por correo una de las partes de tu presente pour la Saint Valentin - comenzó el galo. El más bajo sintió un escalofrio recorriendole la columna velozmente en cuanto oyó dichas palabras, recordando de golpe su situación - alors necesito que cierres tus ojos para esconderlo como se debe sin que lo encuentres antes de tiempo, mon petit anglais - un pequeño guiño acompaño sus palabras.

Ante esa declaración el británico puso las manos sobre sus ojos para asegurar que no miraba. El otro sonrió ante el acto y luego de fulminar a tanto el japonés como al estadounidense con cara de "le dicen que es y les juro por Dios que acabaran 2 mètres sous terre :)", se encaminó hacia la entrada y tomando el objeto que pretendía ocultar se dedicó a encontrarle un buen lugar.

En cuanto el japonés y el estadounidense vieron lo que el galo llevaba entre sus brazos parpadearon atonitos ¡Era algo perfecto para el británico! ¿Y solo era una parte? Tenían que pensar en algo bueno o el orgullo del británico se sentiría herido.

_-_-_-_-_

Tras encontrar un buen lugar, darle un beso breve al inglés y despedirse de sus repentinas visitas, pidiendoles que cuidaran de su lapin el galo se fue de la casa para reunirse con Antonio y Gilbert, pues aun tenía cosas que hacer con ellos.

Y mientras tanto, el británico junto con sus dos compañeros -que ahora conocian el riesgo de la misión al saber el punto de comparación (y por cierto, no le dijeron)- se dedicaron a seguir pensando que podía ser el regalo para el francés.


11/02/201x

Gift For An Idiot [FrUk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora