Capítulo 3.

70 20 0
                                    

¿Porqué a mí? ¿Qué le he hecho yo a mi padre para que me trate así? Ayer llegó a casa antes y yo todavía no dormía y como me vio levantada se puso a insultarme y a pegarme. Hoy cuando me he levantado, lo primero que he hecho a sido ver los daños creados por los maltratos físicos de mi padre porque los mentales, nadie es capaz (ni yo misma) de averiguar su magnitud. He estado llorando todas las noches hasta quedarme dormida por años pero hace un año que deje de hacerlo, me di cuenta de que mi padre no merecía mis lágrimas así que cuando esta mañana he visto moratones por todos mis brazos, piernas y torso no he sentido nada, ya estoy tan acostumbrada a verlos que ya no siento ni dolor.

Lo único que me alegra un poco mis días son las cartas de Anónimo, siempre me hace reír o sonreír con ellas. Me he llegado a preguntar cómo es posible que ese chico que no me conoce en persona (o eso creo) me puede conocer tan profundamente como para saber cuando estoy triste. También me he preguntado cómo es posible que haya visto mis moratones si siempre llevaba ropa ancha y de manga larga sobre todo cuando los tenía. A lo mejor es más cercano de lo que he pensado.
Me pegó toda la mañana pensando en que me dirá en la carta de hoy (si me escribe alguna, que espero que sí) y no he conseguido que se me ocurriera nada. “Anónimo” es un chico impredecible o eso pienso al leer sus cartas, siempre me dice algo que nunca espero.

En cuanto suena la sirena anunciando el final de la jornada me dirijo rápidamente hacía mi taquilla para ver si hay alguna carta. Lo admito me gustan sus cartas, me hacen sentir querida aunque sea un poquito. Abro la puerta y veo la carta, la cojo y me pongo a leerla ahí mismo. La carta dice:

Hola Diana:

No me lo puedo creer, me has contestado. Wiiiiiii, vale ya me calmo. Es que no me lo creo, no imaginé que me responderías tan rápido, pero bueno, esta carta no es para hacer que pienses que estoy loco (aunque lo estoy).

A lo que me dijiste en tu carta debo decirte un par de cosas:

1.No tienes que darme las gracias.

2. Me alegra mucho de que mis cartas te ayuden aunque sea un poco.

3. Ten por seguro que guardaré tus cartas.

Y ahora me gustaría hacerte un par de preguntas que está en ti contestarlas o no. Las preguntas son:

1.¿Qué es lo que te ha hecho cambiar tanto?

2. ¿Porqué tienes moratones en los brazos?

Si no quieres contestarlas lo comprenderé.
Besos y abrazos.

Atte. Anónimo. ❤

Suelto una carcajada cuando leo la primera parte, si que le ha hecho ilusión que le contesté pienso. En cuanto leo que va a guardar mis cartas sonrió sin poder pensarlo primero, pero dicha sonrisa se borra en cuanto leo las preguntas. ¿Se lo voy a contar? ¿Confío lo suficiente para hacerlo? Y si se lo cuento, ¿Qué pensará después de leerlo? Con esas preguntas rondando por mi mente me dirijo hacía mi casa.

Atte. Anónimo {Completa} #disneyawards19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora