𝑳𝒆𝒕'𝒔 𝑻𝒂𝒍𝒌 𝑨𝒃𝒐𝒖𝒕 𝑿𝑿𝑿! ◽ EunHae (+18) (Adaptación)

III

III.

Las siguientes dos semanas fueron una tortura para Donghae. Hyukjae no había dicho ni una sola palabra acerca de su llamada telefónica, por supuesto que no lo haría, sería sólo exponerse a sí mismo como un trabajador de una línea telefónica erótica. Pero él no se perdió el llamar a Donghae "cariño" o "bebé" todos los días. Por suerte, sus amigos (Hyukjae se había convertido rápidamente en una parte de su pequeño grupo) sólo hicieron bromas sobre que Hyukjae estaba enamorado de él y no preguntaban más.

Si supieran la verdad.

Todo lo que Donghae quería era olvidar esa estúpida llamada telefónica; quería abofetear a Heechul por hacer esa estúpida sugerencia. Pero Hyukjae se aseguró de que no se le olvidara, la sonrisa burlona siempre estaba presente en sus labios. Un día, Hyukjae estaba lamiendo una piruleta, golpeando ruidosamente su lengua mientras sus labios se envolvían alrededor de aquel dulce color rosa y el rostro de Donghae se calentó en vergüenza.

Desde ese día, Donghae había soñado con el mayor dos veces, despertando con una mancha de humedad en su ropa interior en todo momento.

Decir que Donghae había llegado a sus clases con un mal humor al día siguiente era un eufemismo completo. Se maldijo por llamar a la línea directa y ni siquiera podía decirle a alguien por qué estaba tan molesto. El único que sabía era el culpable que se aseguró de no dejar que esos recuerdos se desvanezcan.

Donghae estaba acostado en la cama, con uno de sus libros abiertos delante de él. Ya había leído la misma frase cuatro veces, pero su mente estaba en otra parte. Su cerebro estaba orando en repetidas oraciones los recuerdos de Hyukjae

Estaba frustrado, duramente frustrado. A veces se preguntaba si se había convertido en un bastardo. Fue todo culpa de Hyukjae.

El teléfono de Doonghae zumbó y le despertó de sus sueños. Hablando del diablo, era Hyukjae.

Por una fracción de segundo, lamentó el que él tuviera que darle al otro su número de teléfono, no es que él hubiera tenido una oportunidad de negarse, de todos modos, ya que todos intercambiaron sus números con Hyukjae de una sola vez. Pero aparte de las burlas regulares de Hyukjae, no habían hablado hasta ahora y una pequeña parte de Donghae estaba curioso por lo que el otro pudiera desear en ese momento.

—¿Hola? —preguntó Donghae vacilante.

—Hey, bebé —Hyukjae ronroneó, su voz era tan baja que hizo que el corazón de Donghae latiera más rápido en un instante. —¿Por qué no me has llamado más? —Hyukjae trató de sonar lindo, pero un toque de desesperación se filtró a través de su acto. —Tenía la esperanza de oírte de nuevo.

—¿Hablas en serio? —Donghae se burló. —Pensé que era obvio.

—¿Obvio? Tuve la impresión de que te estabas divirtiendo un poco.

—Ése no es el punto. —Donghae replicó.

—Así que sí lo disfrutaste. —Hyukjae rió. No era una pregunta, sino una aclaración y Donghae sintió su cara arder, dándose cuenta de que había caído directamente en la trampa de Hyukjae.

—¿Por qué quieres que llame a la línea directa de nuevo? ¿No consigues suficientes clientes en estos días? —Donghae trató de cambiar los papeles.

—Nunca dije que quiero que me llames a la línea directa. Tienes mi número, por lo que sería estúpido.

Donghae notó cómo la respiración del otro se hizo más pesada mientras hablaba y su voz tenía un tono ronco que hizo que las entrañas de Hae tuvieran un hormigueo de emoción.