30. Cara a cara.

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No temas a la muerte, pues incluso ella retrocede cuando pierdes la calma.

Ira.

... ... ...

Sebastián:

Todo el entorno había cambiado, y lo más notorio era aquella autora de colores en el cielo. Si todo esto era real, significa que la llegada de Michael estaba próxima, tal y como me advirtió Gabriel.

Estamos en problemas...

— ¿Que haras ahora? — Pregunté a Axel sin percatarme que ya no estaba presente.

Idiota me dejaste hablando solo...

Podía sentir levemente la presencia de los demás pecados, se encontraban los seis juntos a lo que creía yo, no era mucha distancia.

El terror de ser interceptado por un ángel me hizo correr hacía mis compañeros. pasaba cuadra por cuadra acercándome cada vez más y ellos a mi, lo que me dió a entender que también habían notado mi presencia. había algo peculiar en el aire, y era el olor de Joseph, que era posible ser percibido a metros, y que aunque suene extraño, era un aroma exquisito.

— ¡Joseph! — Grité esperando respuesta alguna.

— ¡Idiota! — En efecto me había escuchado, era su voz, aunque esa palabra no me causo nada de gusto. La calma volvió a mí cuando los vi una cuadra adelante, de inmediato corrí a ellos como si de eso dependiera mi vida.

— ¡Eres un tonto! — Midas sujetó una de mis orejas y empezó a jalar de ella. — ¿Por que tuviste que desaparecer?

— ¡Con la armadura no! — Supliqué y de inmediato me soltó.

— Lo siento. — Dijo arrepentida. — Espera... ¿Te duele? — Al parecer se había percatado de que ya no tenía resistencia.

— Si, digamos que perdí mi poder por el momento. — Respondí y noté que todos parecían confundidos ante mi explicación. — Lo siento por irme, no quería sentirme una carga sin mi poder.

— ¡Jaaa! Jamás creí que viviría para verte disculpandote. — Las burlas de Kim eran totalmente irritantes.

¡Quisiera cortarle la lengua!

— No le prestes atención. — Pidió Lili. — Estoy a gusto de verte, Sebastián, aunque ahora pareces alguien diferente. — Estaba en lo cierto, pues ahora ya no poseía mi orgullo, por ende mi personalidad era otra. — Bien, ya buscaremos una forma de traerte de vuelta. Ahora debemos buscar una forma de salir de aquí. ¿Alguna idea querido? — Pasamos la mirada a Joseph y el solo negó.

— Según entendí, seremos asesinados aquí ¿No? — Preguntó Peter.

— Eso escuché. — Le respondí.

— Así que el mensaje fue para todos...

— Oigan — Richard pidió nuestra atención, se veía preocupado, sostenía una bolsa de bocadillos en la mano. — Ya está vacía. — Nos mostró el interior del paquete.

— Viejo, tienes toda una copia de la ciudad, solo busca un mercado y problema resuelto. no fastidies. — Le recalcó Kim, y aunque fue algo grosero, ella tenía razón, la ciudad era una copia exacta, así que debían haber mercados llenos de alimentos.

¡Eso es!

— Ahora que lo pienso. — Me detuve un momento a ordenar mis ideas mientras mi mirada estaba fija en la aurora del cielo. — Si, esto es una copia, no una realidad completa.

7 Pecados de la muerte. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora