El fuego de la ira me consumirá hasta que en mis cenizas solo queden restos de dolor y arrepentimiento.
★ Ira.
... ... ...
Alicia:
No podía creer que aquel sujeto llamado Axel no hubiera sido derribado por el golpe de Joseph, tampoco parecía importarle llamar la atención o miradas de los transeúntes cercanos.
¿Quién demonios es?
En aquel momento solo me quedaba una pregunta.
¿De verdad tiene pensado matarme?
— Y bien muchacho, ahora que sabes que no soy solo un hablador ¿Vendrás conmigo? — Axel no titubeaba ni un poco es sus palabras y su sola presencia me causaba una gran presión, me sentía encarcelada.
— Desgraciado... — Decía Joseph entre dientes mientras le quitaba el puño del pecho. Su mirada demostraba mucha frustración, pues por mí culpa, él tendría que ceder ante su demanda. — Más te vale que sea rápido.
— Muy bien, ahora solo tienes que seguirme, la chica también vendrá. — Dejó salir una sonrisa falsa y siguió su rumbo.
Perfecto, sigamos al loco.
— Joseph, es mejor seguir sus órdenes, no nos ha hecho daño hasta ahora, así que no creo que lo haga luego. — Podía ver la impotencia en él mientras que yo me sentía como un ancla. — Lo siento mucho...
— No te preocupes, haré que te quite esa cosa pronto. — Su expresión iracunda poco a poco se tornaba en calma.
No tenía ni la menor idea de a dónde nos estaba llevando. Ya habíamos caminado unos treinta minutos a una parte de la ciudad que no había recorrido muy bien. Podía ver la impaciencia en Joseph a cada paso.
— Aquí es. — Anunció Axel tan pronto llegamos a un edificio de tres pisos, el cual se veía algo antiguo a comparación del resto de la ciudad. — Pueden entrar, hagan de cuenta que están en casa. — Nos abrió la puerta, una puerta que en mi opinión debía de tener mucho valor. Se postro en la entrada y nos permitió pasar primero.
— ¿A qué juegas? ¿Ahora eres un mayordomo presumido? — Preguntó Joseph nada contento.
— Cálmate, por favor. — Le pedí. — Solo sigamos. Confía en mí ¿Sí? Tengo el presentimiento de que no pasará nada malo. — Toqué su hombro con mi mano y luego de un suspiro, volvió a calmarse.
Al menos es manejable.
Seguimos adelante. Todo por dentro estaba decorado con un toque clásico y elegante, como la mansión de un duque.
Que belleza...
— ¿Te gusta la decoración clásica? — Axel de inmediato respondió a mi pregunta con una sonrisa. En seguida tomó asiento en la silla de un escritorio y nos invitó a sentar, a lo cual yo acepté pero Joseph decidió quedarse de pie.
— Muy bien, ahora si podemos hablar cómodamente. — Sonrió y cruzó sus brazos, Parecía esperar preguntas.
— ¿Qué es lo que quieres? — Joseph puso sus manos en el escritorio apoyándose de él, como si quisiera romperlo.
— No se que rol ocupo por ahora, pero puedo asegurarles que por el momento no soy el enemigo de ninguno de ustedes. — Quedé en blanco. No sabía a qué se refería con "ustedes".
— Con ustedes ¿A qué te refieres? — Terminó esa oración cerrando sus ojos.
— Me refiero a los siete pecados de la muerte. — Exclamó nuestro anfitrión muy animado. Quedamos en silencio un momento y sentí un frío recorrer mi cuerpo al escucharlo.
ESTÁS LEYENDO
7 Pecados de la muerte. [TERMINADA]
FantasiNo todos los santos van al cielo y no todos los pecadores van al infierno. Un pecador es aquella persona elegida para encarnar uno de los siete pecados. vivirá maldito por el resto de su vida hasta ser absuelto por la esencia más pura de toda la cre...