Capitulo X.- Epílogo.

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Las estaciones pasaron volando rápido.

El anuncio de cada cambio era notorio en las copas de los árboles, en el cambio en sus hojas y las caídas de ellas llegando el invierno.

Mas el cambio notable en la gente al vestirse, ya sea de ropa cómoda hasta ropa abrigadora.

Pero llegando el final del invierno, llegaba la primavera anunciándose en el florecimiento de los cerezos y como caían tan hermosamente.

Un año más para una persona que seguía yendo al mismo lugar desde hace más de siete años atrás, a pesar haber conseguido un buen trabajo, seguir teniendo a sus amigos a su lado, conseguir una esposa que lo amaba con todo su corazón y esperar un bebe que venía en camino, aun a pesar de tener ello seguía yendo a ese lugar.

Recordaba aun mala castaña que tanto amo y seguirá amando a pesar del tiempo, siempre se queda en ese lugar a llorar y regresa a casa para poder seguir avanzado, sabiendo que la mejor decisión que pudo a haber tomado fue la correcta hace años atrás.

Dejarla ir fue lo mejor para él, aun así la recordaba.

No se ha atrevido a saber nada de ella en este tiempo, no valía la pena como su madre se lo menciono en una ocasión.

Ahora sabía lo que la gente quería decir sobre el destino.

Si el destino los quisiera juntos ya habría pasado sin importar el tiempo y el lugar.

En este caso ni ella ni el podrían estar juntos.

Ya casi anochecía y él se levantó para voltear y ver ese árbol de nuevo, para posar su mano en él y cerrando los ojos.

Ya casi anochecía y él se levantó para voltear y ver ese árbol de nuevo, para posar su mano en él y cerrando los ojos

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Hasta el año que viene amigo mío-con un tono cariñoso como amigable.

Separándose empezó a alejarse a pasos muy pequeños, pero viendo el cielo y deseando lo mejor para ella, en donde estuviese.

Ahora el regresaría con su familia, con su esposa que él quería demasiado y estaba aprendiendo a amarla poco a poco, también al lado de ese pequeño que crecía y seria su mayor alegría como una bendición para los dos.

Al día siguiente

La castaña caminaba tranquilamente de la mano de su hijo de tres años, mientras sus dos gemelos iban con su padre enfrente, ambos a un lado de el y preguntándole a cada rato pero siendo callados por las respuestas de su padre a cada rato, a pesar de tener ellos seis años eran unos diablillos.

Paseaban ese día por el parque ahora que habían vuelto.

Mami sshon muy monitos eshos arboles-admirándolos.

Se llaman cerezos o arboles de sakura-viendo como caían.

➖¡¡Papi!!-soltando la mano de su mami y yendo inmediatamente con él.

Good bay (Riren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora