ix. silena descubre mi secreto... pero no es lo que piensan

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ARIAN NO podía quitarse la impresión de que no le agradaba a Quintus. Le había dado un tour muy básico que consistió básicamente en decirle dónde estaban las cabañas, dónde comían todos y eso era todo. Cuando la había dejado en la cabaña que le correspondía, Arian no pudo evitar sentirse aliviada. Quintus la miraba como si supiera quién era ella realmente, y eso no le agradaba.

Arian tendría que quedarse en la cabaña de Hermes porque su madre no la había reconocido, e incluso si la hubiera reconocido tendría que quedarse ahí porque Hécate no tenía cabaña propiamente al no ser una diosa mayor. Arian no pudo evitar sentir rencor. ¿Cómo era posible que Hera, que era la diosa del matrimonio y ni siquiera tenía hijos tuviera cabaña y Hécate, que era la diosa de la magia, la hechicería y un montón de cosas más no tuviera una? Era absurdo. Los dioses eran absurdos.

La chica tragó saliva, observando intimidada cómo dos chicos se acercaban a ella con una mirada traviesa. Percy se los había presentado brevemente, eran Connor y Travis Stoll, hijos de Hermes.

—Así que tú eres la novia de Percy —dijo Connor, sonriendo diabólicamente. Arian tragó saliva.

—Soy solo su amiga —murmuró Arian.

—Eso no es lo que piensa Annabeth —añadió Travis—. Estaba tan molesta cuando llegaron.

—Chicos, dejen de molestarla —dijo una chica, acercándose a ellos. Silena, había dicho Percy que se llamaba. Era sumamente hermosa y tenía una expresión amable—. La inspección de las cabañas casi comenzará.

A Arian no le dio la impresión de que los Stoll estuvieran genuinamente preocupados por la inspección de la limpieza de las cabañas, pero aun así se fueron, dejándolas solas.

—Así que tú eres Arian Spell —musitó Silena, curiosa—. Debes ser importante para Percy si te trajo contigo.

Arian se sonrojó.

—No sé si diría importante —balbuceó.

—Te gusta.

—¿Qué? —Arian abrió los ojos de par en par. Silena soltó una risita.

—Oh, no te preocupes. Tu secreto está a salvo conmigo. Después de todo, mi madre es la diosa del amor —le guiñó el ojo—. Tengo que ir a inspeccionar las cabañas, ¿me acompañas?

No tuvo que decirle dos veces. Arian la acompañó, entusiasta. Tal vez por fin había hecho lo más parecida a una amiga. 

🔮🔮🔮

—¿Así que tu padre es humano? —preguntó Silena casualmente. Arian titubeó, pero finalmente asintió. Silena pareció pensativa—. Bueno, definitivamente no eres hija de Artemisa. Ella no tiene hijos. Pero ey, podrías ser hija de Apolo. 

—¿Qué? ¿Cómo funciona siquiera eso?

—No quieres que te explique. ¿Qué me dices de Atenea? ¿Te consideras inteligente?

—Annabeth es hija de Atenea, ¿cierto? —Silena asintió. Arian suspiró—. Bueno, entonces definitivamente no.

Silena soltó una risita.

—Vamos, no es tan mala. Solo está celosa —Silena se distrajo cuando llegaron a su cabaña—. Espérame aquí, tengo que ir por algo. 

  🔮🔮🔮 

Percy estaba en un apuro. Después de que la emergencia de Quirón hubiera resultado en Grover, su mejor amigo, y en el Consejo dándole un ultimátum al no encontrar a Pan... las cosas no parecían ir bien. Pan era un Dios que al parecer estaba muerto, si eso era posible. Los sátiros pasaban toda su vida tratando de encontrarlo, viajando por el mundo, y hace un par de meses Pan le había hablado a Grover. Grover tenía una semana para encontrar a Pan, o las cosas irían muy mal para él.

wicked game / percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora