El idiota de Luis Cepeda.

22 Pobre Aitana 22

Aitana
Está tarde he quedado con mis amigos. Va a venir Miguel. Dice que no me conviene juntarme con ellos pero que si quiero tiene que venir él. No entiendo muy bien el porque. Pero bueno así nos juntamos todos. Miguel me viene a buscar a casa.

-Hola amor.
-Hola Miguel.
-Aitana tienes que ser más cariñosa que la gente vea que me quieres.
-Pero tu a mi no siempre me hablas bien, no tengo porque hacer yo lo mismo.
-Claro. ¿A que el director no habla igual a un profesor que el profesor al director?
-No. Así que tú eres el director y yo un profesor. ¿Pero que dices?
-Te corrigo. No trabajas para mí. Porque no te pago. Yo soy tu novio y me obedeces porque a los novios se les obedece. Porque sabes si no ya sabes lo que pasa.- Señaló su móvil donde guardaba las fotos que me hizo por la mañana.
-Vale. Te haré caso. Mira por allí vienen.
-Hola.- Todos nos saludaron. Fui a darles dos besos pero cuando llegue a Roi y a Luis. Miguel tosió. Me giré.
-Aitana, mi vida ven.
-Voy. Oye chicos que vamos a hacer.
-¿Vamos a la playa?- Mi sugirió la idea, a todos nos gustó. Quedábamos en media hora en la fuente. Cada uno se fue a ponerse el bikini o el bañador.

Media hora después.
-¿Qué tal con Miguel?-Solo estaban Alfred y Amaia.
-Muy bien. Anda mira ya vienen todos.
-Allí está Miguel. Podemos ir ya.

Cepeda
Cuando llegamos todos fuimos a meternos en el agua. Hicimos guerra de agua. Nos subimos a caballito. Aitana parecía no disfrutarlo. Voy a intentar empezar de 0 con ella. Pero sin que me vea Miguel que no quiero complicarle las cosas.

-¡¡Aitana!!!
-Aitana te llama Miguel.- Si. La hablé.
-¿Qué pasa pesado?
-Primero, no me llames pesado. Segundo, quien te ha dicho que te puedas poner ese bikini. Y tercero porque estás aquí con estos dos.- Nos miro con desprecio a Roi y a mí.
-Eres un puto pesado. Ale me voy a mí casa. Y no. No puedes venir.

Miguel se fue a su casa 10 minutos después. Vaya pareja. Es que Aitana debería dejarle. No le conviene.

-Joo pobre Aitana.- Y otra vez más pensé en voz alta.
-Cepeda.- Levanté la cabeza hacia Miriam.- Queda con ella. Sin que se entere Miguel.
-Nss.
-Tío. Sabemos que la quieres y a nadie nos gusta ese Miguel. Quedad esta noche.- Alfred me sonrió y me dió una palmada en la espalda.
-Voy a ponerla un mensaje.