El idiota de Luis Cepeda.

16 Era ella 16

Aitana
¿Y como estará Luis? ¿Se acordará de mi? Le quiero volver a ver. No puedo liarme con Miguel. Cierro los ojos y le veo a él. ¿Porque todo es tan complicado? Derrepente sonó la campana. Salimos al recreo. Yo me fui con Miguel y algunos de clase.

-Habéis visto al nuevo profesor.
-Siii. Esta buenísimo.
-Alaa, yo no le he visto.
-Tiene más o menos 5 años más que nosotras.

Me quedé al margen de esa conversación. No me interesaban ni tíos buenos ni nada. Quiero volver a casa. Quiero volver con Luis.

-Aitana cariño. ¿Quieres salir conmigo?- Me giré y ahí estaba miguel.- Se que es precipitado pero me encantas.
-Err... Sí. Sí.- ¿Queee? ¿Cómo que sí? No sé en que estaría pensando. Bueno así me olvido de Luis. Se lanzó y nos fundimos en un cálido beso.

Me separé lentamente de él. Sonó la campana y fuimos a clase. Había un profesor nuevo. El que estaba tan "bueno". Eso lo juzgaré yo.

Cepeda
Y sonó el timbre. Odio esas conversaciones entre profesores. Que si hay una niña nueva, que si hay un niño nuevo... Tonterías. El director me llamó y fui a su despacho.

-Don Luis. Debería ser cercano con los alumnos. Hay una chica nueva, Aitana. Y un chico nuevo, Agoney. Intenta que se adapten bien al grupo.
-Aitana no es de mi tutoría pero Agoney sí. Agoney por lo que yo he visto se está adaptando bastante bien. No conozco a Aitana.- Decir su nombre revolvió algo dentro de mi. Fue como si ella estuviese aquí en Australia, en este instituto.
-Puedes irte a tu clase.
-Gracias.

Aitana
Entré en mi clase. No llegaba ningún profesor y me puse a hablar con Miguel. Los dos nos sentamos atrás del todo.
De repente todos se levantaron. Yo no sabía el porqué. Vi que la puerta se cerraba y alguien saludó. Debía de ser el profesor.

-Buenos días chicos. Soy Luis. Pero podéis llamarme Cepeda. Ahora saldreis de uno en uno e iréis presentándoos. Diréis lo que os gusta, como os llamáis y eso.

Unas chicas de mi clase estaban murmurando y me quedé sin saber el nombre del profesor. Además no le veía ya que estaba sentado y un chico muy alto no me dejaba verle. Todos fueron saliendo.

-A... ¿Aitana Ocaña?- Escuché mi nombre. Me levanté muerta de la vergüenza y salí a la pizarra. No miré al profesor no quería pasar más vergüenza aún.
-Bueno yo soy Aitana Ocaña. Tengo 17 años y soy de Barcelona, Madrid. Mis padres se han mudado aquí y yo pues he venido con ellos y con mi hermano. Me encanta cantar y dibujar.- Terminé de hablar y volví a mí sitio muerta de la vergüenza. Mientras volvía miraba a Miguel. Me sonreía tiernamente desde su sitio.

Cepeda
¿Que es esto? ¿Hay una Aitana Ocaña?

-A...¿Aitana Ocaña?- La llamé para que saliera al pizarra. No escuché lo que decía. Solo me fijé en ella. Era ella. Mi Aitana. La chica más bonita del mundo. Y estaba ahí. Delante mía. Ella no se giró en ningún momento. Seguramente me vio y quiso pasar de mi. Pero... A mí me bastaba con verla cada día.
-...y dibujar.-Terminó y volvió sonriendo a un chico de su edad. Ya la he perdido. Ella no me quiere.