SE SOLICITA UN AMOR

CAPÍTULO CUATRO: PASIÓN DESMEDIDA

- Gracias, que pena contigo- dijo Eduardo disimuladamente.

Victoria por su parte moría de verguenza por tal escena en la que Gretta y Beatriz también habían sido testigos.

- No tienes nada por lo que disculparte, es normal que una pareja quiera estar a sola. Aparte que bien que a pesar de llevar tanto tiempo juntos aún ronde la pasión- dijo Adrián sonriendo mientras miraba a Eduardo y Victoria.

- Gracias por la compresión y espero que puedas encontrar a la mujer que pueda ocasionar la misma pasión que Victoria me ocasiona- dijo Eduardo abrazando a Victoria.

- Eso espero- dijo Adrián mirando a Victoria de pies a cabeza.

- Ahora yo me despido, con permiso- dijo Victoria muy nerviosa y yéndose a su oficina.

- Bueno Eduardo me despido y los veo por la noche- dijo Adrián abrazándolo.

- Ya sobrino, te esperamos- dijo Eduardo despidiéndose.

Por su parte Victoria se encontraa tan apenada que había decidido no salir de su oficina en todo lo que quedó de la tarde, hasta que Beatriz decidió tocar.

- Pase- respondió Victoria mientras leía unos documentos.

- Señora, disculpe que la interrumpa pero su esposo me mandó a preguntarle si es que había llamado a su casa para que preparen la cena que tendrán con el joven Adrián- dijo Beatriz.

- Cierto, gracias por recordarlo- dijo Victoria tomando el teléfono.

- Con permiso señora- dijo Beatriz caminando hacia la puerta.

- Beatriz, te pido disculpas por lo sucedido hace unas horas yo se que el lugar de trabajo hay que respetarlo- dijo Victoria avergonzada.

- No tiene por que disculparse señora- dijo Beatriz sonriendo para luego irse.

Victoria tomó el teléfono para comunicarse a su casa.

- ¿Aló, buenas tardes casa de la familia Yañez?- habló la voz de aquella mujer.

- Hola Chayo soy Victoria- dijo Victoria.

- Buenas tardes señora- dijo Chayo.

- Chayo, necesito que Jean Marie me prepare una cena para cuatro personas y que sea de 3 tiempos- dijo Victoria.

- ¿Desea que prepare algo en especial?- dijo Chayo.

- Lo dejo a criterio de Jean Marie, sólo que la cena de hoy será para Adrián di Monte- dijo Victoria.

- El joven Adrián que alegría- dijo Chayo sonriendo.

- Si, a regresado a México para instalarse del todo aquí. Por eso Eduardo lo invitó a cenar, procuren dejar todo servido que del resto me encargo yo- dijo Victoria.

Y dieron las ocho de la noche cuando el timbre de la casa sonó, pronto Eduardo se arregló el traje y abrió la puerta.

- Adrián que bueno que llegaste- dijo Eduardo abrazándolo.

- Gracias, traje este vino para que lo disfrutáramos junto con la cena- dijo Adrián sonriendo.

- Pero pasa, disculpa Paloma y Victoria se están terminando de arreglar. Ya sabes como son las mujeres- dijo Eduardo sonriendo.

Pero cuando él termino de decir eso vió como Paloma iba bajando con un vestido que le calzaba perfecto, din duda, ella no se veía nada parecida a como él la había dejado. Ya no era una niña ahora era toda una mujer.

- Hola Adrián, tanto tiempo sin verte- dijo Paloma abrazándolo.

- Hola Palomita, pero que guapa estás- dijo Adrián respondiéndole el abrazo.

En eso frente a la vista de Adrián se posaba el cuerpo de Victoria que podía verse desde el segundo piso, a medida que ella iba bajando Adrián soltaba su agarre de Paloma. Victoria estaba bellisima con aquel vestido que combinaba perfectamente con sus ojos, su castaño cabello y su pálida piel.

Tan pronto como ella bajó Adrián la tomó de la mano y se la besó con mucha elegancia sin quitarle la mirada de encima.

- Adrián ¿Verdad que mi madre está bellisima?- preguntó Paloma tomando a Adrián de los hombros.

- Si Paloma, como le dije a tu padre por la tarde Victoria es como el vino, con los años se pone mejor- dijo Adrián guiñándole el ojo a Victoria.

Luego de ese episodio decidieron sentarse los cuatro a la mesa que se encontraba ya servisa. La cena iba normal, charlaban de como les había ido en su vida durante esos quince años. Adrián no dejaba de mirar cada movimiento de Victoria, Paloma no perdía oportunidad de lanzarse sobre Adrián y Eduardo por parte se encontraba con la mano bajo la mesa tocándole la pierna a Victoria de manera íntima.

- Bueno traeré el postre- dijo Victoria levantándose.

- Permiteme ayudarte- dijo Adrián levantándose.

- Gracias- dijo Victoria camino a la cocina.

Cuando entraron a la cocina, Adrián adelanto el paso quedando frente a Victoria; dejándola a ella sorprendida por la rara actitud que este tenía.

Él la miró con tanta pasión que se avalanzó sobre ella y la besó apasionadamente, al principio Victoria se negó pero cuando él la atrajo más a su cuerpo ella se entregó a la pasión.

Adrián la subió a la mesada de la cocina mientras buscaba las bragas de Victoria por debajo del vestido, él quería tomar su centro y apoderarse de él. Pero derrepente una voz no se lo permitió.

- ¿Adrián?- dijo aquella voz.

*¿Quién los habrá descubierto?*