En el reino de los lobos, muchos lobos estaban todos reunidos fuera de una cueva por una razón y una sola razón. La reina Alay estaba dando a luz a un pequeño cachorro. El rey Bob, estaba muy nervioso al igual que sus súbditos. Pasaron un par de horas hasta que tres lobas salieron de la cueva.
X: Señor, ya puede pasar.
Bob entró super nervioso y al entrar vio a su esposa lamiendo a una pequeña bolita negra que estaba durmiendo plácidamente. Bob, sin querer hizo un ruido y el bebé se despertó tranquilamente, Bob tenía los ojos castaños, Alay verdes. El cachorro sin embargo, tenía los ojos azules celeste que podrían hipnotizar a cualquier cosa.
BOB: ¿Ese es nuestro hijo?
ALAY: Sí, mi amor. Es un niño.
BOB: ¿Cómo se llamará?
ALAY: ¿Que te parece, Branch?
BOB: Branch... Me encanta.
Branch, había salido a su padre de feroz, a su madre salió de carácter: Dulce y sensible. Tenía el pelaje negro, pero la espalda la tenía de color azul intenso. Tenía la nariz morada con unos preciosos ojos celestes hipnotizantes. El pequeño intentó levantarse pero era muy difícil, tenía que sostenerse sobre sus cuatro patitas y le costaba mucho. Así que Alay le dio un pequeño empujoncito y el pequeño se cayó al suelo, pero no se hiba a rendir. Se levantó y se puso de pie.
(foto de referencia a Alay)
(bob)
De pronto, Bob cogió a Branch por el cuello, y lo llevó a fuera con Alay. Los lobos, al ver a Branch se pusieron muy contentos: Pues el príncipe de los lobos había nacido.
X: Valla, valla...
De pronto hubo un silencio inquietante. Detrás de todos los lobos apareció Tusk, el peor enemigo de la familia real de los lobos.
TUSK: Ha pasado mucho tiempo hermana....
ALAY: !¿Por qué estás aquí?¡ ¡No te queremos ninguno de nosotros! ¡Aléjate de nosotros, de mi hijo!
TUSK: Ah, así que era verdad que estabas embarazada... Supongo que ahora soy tío...
ALAY: ¡Mi hijo no es tu sobrino, y jamás lo será! ¡Lo protegeremos para que no te acerques a él!
BOB: Alay, basta. ¿Qué quieres Tusk?
TUSK: Nada, solo quiero acercarme a ver a mi dulce sobrino...
LOBOS: ¡Fuera de aquí!
De pronto, Tusk gruño haciendo que todos se asustaran.
Tusk empezó a acercarse lentamente a la familia real mientras los lobos, atemorizados le habrían paso.
TUSK: *acercándose a Branch/sarcasmo* Aww.... Pero que criatura tan mona, muy parecido a su madre.
Alay, de repente se puso delante del bebé protegiéndolo y gruñéndole a su hermano.
ALAY: ¡Aléjate de mi hijo!
TUSK: Lo haré, con una condición...
ALAY: !¿Cual?¡
TUSK: Darle un regalo de nacimiento...
Todos los lobos empezaron a aullar mientras Alay e Bob protegían al niño.
TUSK: ¡¡SILENCIO!!
Todos los lobos se callaron en ese preciso instante. En ese preciso instante, a Tusk se le pusieron los ojos de un verde fluorescente hipnotizando a Bob y Alay. Mientras lo hacía empezó a mover en el aire, con su garra, el cuerpo de Branch. Al terminar, Bob y Alay volvieron a sí mismos y Tusk dijo lo que le esperaba a Branch.
TUSK: ¡Atención todos! Sobre todo tú, hermana... El príncipe, al cumplir los 24 años, será condenado a convertirse en otro ser y no volver a ver a sus padres y familiares nunca. Aunque, podrá transformarse en lobo cuando quiera y hay un modo de remediarlo.... El príncipe tendrá que conocer a su alma gemela, enamorarse profundamente de la afortunada y después con un beso de amor verdadero (suena mucho a película de Disney) El príncipe se convertirá en lobo nuevamente y podrá volver con su familia... Aunque eso no valla a pasar porque yo me ocuparé de todas las hembras de cualquier tipo de animal, no se enamoren de él.
Dicho eso, Tusk desapareció y Alay empezó a llorar mientras abrazaba a Bob. Branch se había dormido.
NOTA: Que sepáis que esta historia no la voy a borrar. Solamente borro las que hize sobre películas. (Menos El Dragón Que Llevamos Dentro)
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El Lobo Que Se Convirtió En Troll
PertualanganBob Y Alay tienen un hijo llamado Branch, que resulta ser el príncipe de los lobos. En la celebración de su nacimiento un malvado brujo le maldice diciendo que al cumplir los 24 años, Branch se convertirá en otro tipo de animal y que no podrá ver a...