Oscuridad

1.8K 71 0
                                    

No tenia ganas o fuerza de voluntad suficiente de levantarme de mi cama el sábado por la mañana, no desistiría en seguir buscando a mamá, ya no tenía a quien preguntar, a quien exigir respuesta, ni tampoco a quien abrazar, a quien enfadar...

Después de que Hamilton se fue, la casa se sumió en un profundo silencio, él ya no estaba, ni mamá tampoco, en una parte muy profunda de mi pensamiento ellos estaban de vacaciones en un lugar agradable, pero sabía que eso era una completa mentira.

Tenia cientos de llamadas perdidas de mia, no paraba de llamar a mi celular y al número de casa, ella nunca se rendía al menos en ese aspecto, puse los cobertores en mi cabeza para intentar dormir, mi noche había sido un desvelo total, no quería acompañar a Mia a su "Festejo de ascenso", y menos ir a un antro a festejarlo, no tenia las ganas para nada, pero no quería que hiciera preguntas al respecto.

* * *

empecé a fruncir el ceño ante tan constante sonido, no se que fue lo que hice exactamente pero rodé a un lado de la cama, mis piernas estaban envueltas en los cobertores, caí en seco al suelo, al levantar la cabeza la cara de mia invadía todo el espacio, ese molesto sonido provenía de su boca.

-Ohh mia, PARA¡¡ - dije poniendo mis manos en la cabeza.

-oye ya levantate¡¡ - dijo sonriendo.

-mia apartate – estaba enfadada, se aparto rápidamente y me ayudo a desenredar me de los cobertores.

Ya incorporada en la cama, trate de poner mi mayor cara de enfado y vaya¡¡ con mia no era nada fácil.

-es de noche mia¡¡ - dije cubriéndome de vuelta con el cobertor.

-oye, dijiste que irías conmigo a festejar mi ascenso¡¡ - rodé mis ojos.

-Esta bien pero con la condición que lleguemos temprano – me diriji al baño casi a rastras.

-OYE¡¡ - grito mia, me di la vuelta.

-qué pasa?

-Tu outif estará en la cama... oye puedo ir a vestirme en la habitación de invitados?

-si, claro.

El agua caliente me reconfortaba totalmente, por mas que quisiera no podía olvidarlo era simplemente imposible, recordé cuando lo descubrí en la habitación de mamá, como su hermoso cuerpo se tensaba bajo sus pantalones de yoga, como sus músculos se contraían en cada paso que daba, como su voz hipnótica e hechizada sin quererlo... lo extrañaba de igual manera en que me dolía. Aparte todos esos pensamientos, hoy saldría con mia a divertirme, debería estar feliz por ella, lo demás no importaba tenia que ser feliz o al menos intentarlo.

No podía creer lo que tenia ante mis ojos, sabia que mia era extrovertida pero no tanto, el outif de mia era de una completa colegiala, no me atrevería a salir con eso a la calle (Minifalda color vino, una blusa súper pequeña negra y unas zapatillas que te podrían sacar un ojo), para nada iba conmigo.

-puedo? - dijo mia tocando la puerta.

-claro – dije haciendo un nudo en mi bata.

-aun no te has cambiado¡¡ - me sorprendí de la manera en que mia se transformaba en unos minutos.

-No, no me pondré eso mia¡¡ - levante los brazos – es, es... simplemente es un absoluto no, es muy descubierto.

-Descubierto? - dijo señalando su ropa, que consistía en un short de mezclilla, una blusa morada super pegada y unas zapatillas de cordón.

-mia, no.

-lo prometiste- dijo- si quieres podemos quitarte la falda y ponerte un mas larga o un short.

¿por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora