Mi culpa

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-¿Ava qué pasa? - Mia caminaba hacia mi. No sabía cual seria la respuesta correcta, pero creo que mi cara lo dijo todo... creo que fue tan dura la noticia, que automáticamente me lance a los brazos de mia, destrozada por dentro, intentando descifrar todo esto tratando de olvidarme de todo, pero solamente... no podía, tenia que saber si de verdad, mamá ya no se encontraba con vida.

-Necesito irme – al ver la cara de mia, supe que la había sorprendido.

-¿qué pasa? - dijo tomándome del brazo.

-Necesito que me lleves mia, al hospital... por favor.

Fue oliver quien nos llevo al hospital junto con simon,mientras los niños se quedaban dormidos con las empleadas, mia estaba haciendo demasiadas llamadas a nuestro maestro de danza...

-mia no es necesario... tú tienes que ir a virginia¡

-ava... virginia puede esperar y... - la interrumpí. 

-mia has luchado mucho por esto, no puedes dejarlo pasar así, es una oportunidad que desde hace mucho tiempo querías tener.

No me volteaba a ver, su mirada estaba perdida en el camino.

-Esto es mas importante que cualquier mierda de virginia... y si tan bien lo hice aquella noche, lo puedo volver hacer... bueno si es que soy tan buena...

-claro que lo eres mia... lo lamento – negó con la cabeza

-no lamentes.

-Gracias.

Realmente salimos disparados del coche, mia estaba a lado mio sosteniéndome, llegamos a la recepción, del hospital que raramente visitaba, nunca llegó a ver una visita en especial para venir aqui, ya que la familia de mamá no vivía en este país, y la familia de papá nunca la llegue a conocer, no sabia prácticamente nada de ellos, pero tal vez para ellos era lo contrario.

-Buenas noches – dijo oliver

-Buenas noches – dijo la recepcionista un poco intrigada, portaba su uniforme azul con blanco, y sus enormes gafas color naranjas. - en que puedo ayudarlos.

-Necesitamos saber si Alina perce, a ingresado a este hospital semanas anteriores. - dije rápidamente.

-este tipo de requerimientos duran entre media o una hora, por lo máximo.

-no puede ser en menos tiempo – dije desesperada, negó con la cabeza – ¿por qué no? - dije golpeando la barra.

-es mi madre ¡¡ - mia me detuvo y me alejo de ese lugar.

-Ava te tienes que tranquilizar – dijo mirándome a los ojos – se que esto es muy difícil para ti...ten paciencia – asentí con la cabeza. - traeré un poco de café.

La duda me carcomía poco, a poco por dentro, si realmente era verdad ... mi vida se iría al fondo del océano, la única persona que de verdad me amaba, la que había estado conmigo siempre, quien me había protegido de las niñas que se burlaban de mi color de cabello, de quienes se burlaban de mi ...por no tener un padre... ella avanzó junto a mi durante demasiado tiempo, la que me ayudó a salir de ese enorme hoyo negro, cuando mi padre había muerto y yo...

-Aquí esta tú café – dijo oliver extendiendo su mano.

-Gracias – dije agachando la mirada.

-¿aún te siguen dando molestias los moratones?

-no.

-entiendo si quieres estar...

-gracias – dicho esto me pare, y busqué la parte mas alejada de la sala, no es que no quisiera que ellos estuvieran conmigo, simplemente no quería que ellos se sintieran en la tristeza profunda junto conmigo.

La espera era un maldito fierro caliente en la garganta, un minuto mas y de seguro sangraría por los dedos.

Mi celular empezó a vibrar en la parte trasera de mis pantalones, lo saqué no con demasiadas ganas.

Era hamilton... contesté.

-hola – dije realmente fría.

-¿cómo estas? - dijo

-no es de tu incumbencia. - escuchar su voz, fue un gran golpe.

-si lo es – odiaba su voz tan segura al hablar, su maldita voz.

-no vuelvas a llamarme.

-¿es qué algo pasa?

-dímelo tú – mia me miraba con el ceño fruncido.

-Familiares de Alina perce. - sin decir una palabra más colgué, y apagué el celular.

Oliver, simon, mia y yo, nos acercamos casi corriendo.

-¿Qué parentesco tienen con la señora alina?

-soy su hija. - dije

-¿y ustedes? - dijo observándolos.

-son mis amigos.

-usted será la única que me podrá acompañar. -asentí.

La recepcionista me llevó a una habitación o parecido a una oficina, donde se encontraba un señor mayor con gafas tras de unas enormes pilas de carpetas, me dejó y se retiró.

-Adelante tome asiento – dijo, con una muy ronca voz.

-mi madre – dije desesperada – no me dicen nada sobre ella.

-necesito que te tranquilices.

-esta bien.

-después de la muerte de tu padre venia muy seguido a terapias, solo venia a eso... hasta que un día decidimos hacerle estudios, de sangre y algunos otros mas, tú madre ... ava, lucho por ti, sola, por salir adelante, sobre todas las cosas y sobre todos, hizo lo imposible por mantenerte a salvo, pero durante todo ese proceso, ella luchaba también contra ella misma... tú madre ava... padecía de un cáncer, se detecto muchos meses atrás, después de largas horas de trabajo ella venia aquí, a quimioterapias, no se si tú notabas, los brazos de tú madre llenos de pinchazo de agujas... ella es un gran ejemplo de mujer... desgraciadamente no pudo contra el cáncer, y todo lo demás que ella insistía en hacer. Tú madre ava... lucho hasta el final, por las dos.

-gra-cias – logré decir. Tratando de procesar todo al mismo tiempo.

Salí corriendo del hospital ...

-Ava – gritó mia... me dirigí a la carretera, el viento que corría atraves de mi cuerpo era completamente frió,corrí lo mas rápido que pude, hasta que en un minuto no pude más y me hinque en  una esquina ...

Ella ya no estaba conmigo, ¿qué seria yo sin ella?, mi madre ya no estaría nunca mas conmigo... desperdicie el tiempo, lo desperdicie por completo... no me despedí de ella, estaba completamente sola ahora, quería morir junto con ella... si no me hubiera enamorado de hamilton nada de esto hubiera pasado, yo... hubiera puesto mas atención, mas atención a lo que ella necesitaba, le fallé de una manera despreciable, le fallé... fue mi culpa. (lloré, no podía parar...su rostro)  

¿por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora