Salimos de la habitación de Pidge todos juntos, la tienda ya había cerrado, era bastante tarde y ya había anochecido. Lo único que iluminaba la calle eran las luces de las farolas y los carteles de los bares y restaurantes abiertos. Era la noche ideal para lo que íbamos a realizar.
Llegamos a la boca del metro bastante rápido, pero antes de bajar las escaleras paré en seco. Me estaba ocurriendo lo mismo de siempre, aquella sensación que confirmaba que Lance estaba allí, las mariposas en el estómago.
- Vamos Keith, esto no puede esperar.- me dijo Shiro mientras él bajaba las escaleras.
Proseguí mi camino hasta llegar a la estación correspondiente junto a todos. Y esperamos a que llegara el tren. Todavía quedaban 20 minutos para que llegara así que nos sentamos en las sillas naranjas de al lado de la publicidad.
Me senté junto al cartel de la policía que había visto hace un tiempo, seguía todavía allí, un poco decolorado, pero se podía seguir viendo el número de teléfono y la pagina web. Me trajo algunos recuerdos, gracias a aquello, me enteré un poco de la existencia de Lance aunque todavía no le conocía del todo. Una sonrisa apareció en mi cara, no era exactamente de felicidad, si no que me hacía gracia por todo lo que había pasado debido a un simple fantasma que había muerto de una forma ridícula.
Poco después se escuchó la bocina del tren. Faltaba poco. Aquello me sobresaltó y me levanté al instante del asiento donde me encontraba. Por suerte la estación estaba vacía y no había nadie que pudiera interrumpir lo que estábamos a punto de hacer.
El tren apareció y su gran cuerpo blanco se hizo visible para todos.
-Vale chicos, no os acerquéis, solo Keith puede hacer esto. - Se me acercó para yo poder escuchara mejor. - Keith, esto es muy importante, son los pasos que debes seguir para sacar a Lance de ahí. Escúchame por favor. Lo único que debes hacer es entrar en el vagón y darle el papel. Debes asegurarte de que los dos lo tocáis a la vez, así el portal se terminará abriendo del todo. Eso es todo, ahora es tu turno de ser un héroe.- Me colocó bien la chaqueta y me tocó el hombro para darme ánimos
-Gracias Allora, por todo.
Se abrieron las puertas del vagón y me metí dentro. Tenía los ojos de todos puestos en mí. Levanté la mirada y allí estaba él. De pié, apoyado en la pared. Se sorprendió al verme y se me acercó de prisa.
-Hola Keith, hoy es el día ¿No? ¿Estás nervioso?
- La verdad es que sí, no me quiero separar de ti. Ojalá poder tenerte en mis brazos durante más tiempo.
- Que mono te pones cuando dices esas cosas. -Dijo Lance sonriendo.
- Que tonto eres - susurré yo mientras me tapaba la cara con las manos, estaba más colorado que el rojo de mi chaqueta.
Lance me tocó el hombro.
- Haz lo que tengas que hacer, antes de que se cierren las puertas, Keith.
-Si...
Saqué el papel de mi bolsillo trasero y se lo mostré.
-Agárralo y no lo sueltes, por favor.
Así lo hizo Lance, lo cogió desde un extremo y yo desde otro, nos quedamos mirándonos fijamente esperando a que pasara algo. Pero nada ocurrió o eso pensábamos.
-Salid los dos a la vez junto a el papel, no lo soltéis, ¡Vamos! - Gritó Allora desde fuera.
Nos cogimos Lance y yo de las manos donde teníamos el papel, dejándolo entre nuestras pieles. Entrelazamos nuestros dedos y bajamos corriendo de allí. Justo después las puertas se cerraron.
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El Metro de las 3:30 (Klance, Yaoi Hard)
RomanceYa eran las 3 en punto por lo que yo salía de trabajar como cada día. Bajé las escaleras del trabajo y me encaminé hacia la estación de metro. Compré mi entrada y fui hacia el metro que me llevaría hacia mi casa. Esperé allí hasta que el metro paró...