Fukuoka es alma mater de dos de las familias más poderosas e influyentes de Japón y el mundo. Los Morinaga son los dueños de las grandes empresas que sacaron a Japón de un tiempo de crisis en que el desempleo era mayor y las personas morían de hambre, su labor social es mundialmente reconocida puesto que un 20% de la producción anual es donada a los más pobres, siendo facilitada en épocas de guerra o catástrofes naturales, por ello su nombre se conoce en toda la tierra, levantaron a su país de la crisis y han estado apoyando al mundo con su caridad; por otro lado, los Tatsumi provienen de una de las familias más antiguas de Japón, cada uno de sus hijos han participado en los mayores avances científicos, algunos siendo altamente mencionados en el ámbito tecnológico, mientras que otros prefieren las formulas orgánicas, muchos con espirito aventurero recorren los confines del mundo realizando nuevos hallazgos, siendo unos pocos aquellos que eligieron la medicina.
Con el pasar de los años el líder actual de la casa Tatsumi y el de los Morinaga se hicieron socios, algo que comenzó al conocerse en la universidad, por sus intereses en común han trabajado juntos desde hace años y su mayor deseo es que un día ambas casas sean una. De esta manera prometieron a sus hijos mayores, siempre y cuando estos cumplieran los requisitos de que uno fuera alfa y el otro omega, como dicta la tradición, en caso de que ambos sean de la misma casta se acordaría esperar que el segundo hijo en nacer de cualquiera de las dos familias seria el que se desposaría.
-Sou-chan, cuando tengas 15 años te presentare la persona con la que unirás tu vida - el pequeño niño de orbes doradas y cabello platinado observa curioso a su madre omega, un mujer de aproximadamente 24 años con cabello castaño claro por los hombros, ojos negros y un aroma a lavanda que lo adormecía en las noches como el más dulce arrullo, era la típica madre primeriza, joven y hermosa, con mirada sincera, pero una inocencia eterna que no podía con las preguntas con las que era atacada por su pequeño. Souichi era opuesto a ella desde que nació se vio su carácter recio, que vayan a saber de quién heredo, puesto que sus padres eran más fáciles de convencer, siendo considerados de carácter liberal.
Por todo esto Sou-chan simplemente no podía aceptar cualquier cosa que le dijeran, entonces formula una de las tantas preguntas a las que ella está acostumbrada. si los niños son curiosos este lo era más, su mente de científico la dejaba muchas veces muda por no poder explicar temas de adultos con la naturalidad que el desease, sin contar que su temperamento apático y huraño la acomplejaba más, ella era una eterna niña en su mente.
- ¿Por qué debo unir mi vida y esperar a cumplir 15 para saber a quién eligieron? -formula su pregunta con mucha antipatía, esperar no era lo suyo, mucho menos lo eran asuntos románticos relacionados a los desvaríos de sus padres. Su siempre amable madre le sonreía como solía hacer cuando quería ganar la batalla con el pequeño Souichi
-Cuando tengas 15 años te realizarán un examen para saber si eres como mamá o como papá, esos resultados definirán tu vida.
-No me gusta la idea de que un examen defina mi vida, pero si es solo eso, pasare y hare lo que quiera- solo tenía ocho años, no podía comprender que "hacer lo que quiera" serian palabras tan contradictorias, los tratos entre ambas familias eran más importantes de lo se podría imaginar, "un Tatsumi no rompe su palabra", ligado a esto el mundo en el que había llegado a nacer estaba tan lleno de reglas absurdas, sumergido en tradiciones que rayaban en lo ridículo, obligando a las personas a creer que el amor se puede condicionar.
¿Si todos somos personas capaces de sentir amor, ¡porque debemos estar con alguien de acuerdo a los estándares sociales?, es tan malo amar ciegamente, ¿sin tomar en cuenta el género o casta de la persona?; Souichi Tatsumi estaba parado en la punta del iceberg a la corta edad de ocho años.
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No me arrepiento KSB
FanfictionEl destino, ¿puedes escapar de él?, parece ser imposible, porque ya sean hilos mágicos que te atan desde antes de nacer o un viejo fastidioso que habita en la luna, todo confabula con el fin de empujarte a esa persona aunque tú ya hallas elegido a a...