-félicitations jeune Masaki, je m'appelle Belmont
¿Qué si no podía ser mejor?, siempre se puede estar mejor, el hombre alto y atractivo quien le estaba felicitando no era nadie más que el pintor de la maravillosa obra que acababa de estimar minutos atrás, tenía el cabello un poco largo hacia los lados que hacían juego con su brillante sonrisa, pero ¿felicidades?, es cierto hoy era el cumpleaños de Masaki y hasta ahora se percataba, bueno como recordarlo cuando llevaba un mes sumergido en asignaciones, sumándole su compromiso de la noche, para no resultar grosero dice gracias mostrando un rubor que crecía desde sus mejillas hasta sus orejas.
-Yo realmente admiro su arte, espero poder ser un gran artista como usted algún día.
-Me halagas mucho, pero ya había oído de ti antes de ser contactado por tu… amigo- al ver que el chico asiente continua, no sin darse cuenta de la mueca enfadosa de su omega compañero- eres una promesa según tengo entendido, me hubiera gustado ir a ver tus obras, pero esta noche vuelvo a Francia.
-yoo... yo estoy muy agradecido- el hombre francés sonrió ampliamente en un gesto entre divertido y seductor.
Después de su encuentro con su ídolo dieron varias vueltas para comprar un par de trajes, observando vitrinas y demás, ya en la hora de almuerzo fueron a un restaurante común, no los típicos cinco estrellas que suelen frecuentar a petición de Kunihiro, para el otro fue obvio que trataba de ser considerado, después de todo Masaki era de los que disfrutaba de la vida simple, amaba el arte y las fiestas de gala, pero siempre se veía así mismo con una vida tranquila, pintando por amor al arte, siendo acompañado por quien ama hasta envejecer, pero bueno, él se enamoró de alguien más extravagante, tanto en posición como en gustos, si bien la ropa del de lentes solo era de tipo casual y trajes, también era cierto que ninguno de sus atuendos eran baratos, internamente se sentía aliviado que su acompañante no se vistiera de manera provocativa, ya con su usual elegancia se llevaba las miradas de todos, él se consideraba simple, pero era todo menos eso.-¿de qué te ríes?- cuestiona el omega, ya llevaba un rato conteniéndose esa pregunta.
-Lo siento Kunihiro-sama es solo que me di cuenta que usted siempre ha tenido una idea equivocada de sí mismo.
-¿Pensabas en mí’, y yo aquí imaginando que o te sacabas de la cabeza al artista ese de la mañana. Espera, ¿cómo es eso de que tengo ideas equivocadas?
-Lo digo porque parecía que pretendías cambiar de estilo al ir de copras, pero me alegro que eligieras los trajes que tanto te gustan.
El omega pensó un momento en lo que estaba escuchando, si era cierto que se quería ver más encantador y sexy, pero apenas entro a las tiendas de omegas y vio toda esa ropa tan fea se le quitaron las ganas.
-Si voy a gastar dinero espero hacerlo en ropa que venga con la tela completa, mientras más cortos parecían más caros –ambos rieron, pasar la tarde con Masaki fue como rememorar los días de escuela, desde que paso… bueno desde aquella vez su relación se había marchitado lo que quebró su amistad, sentía tantas dudas, quería preguntar por su relación con su hermano, pero antes que nada había algo que debía hacer.
-Masaki… lo siento- el beta iba a argumentar, primero se quedó asombrado, pero al percatarse del rumbo de la conversación intento intervenir sin éxito- yo fui muy cruel, ni siquiera deje de lado mi orgullo y pedí disculpas apropiadamente, lo que tu hacías no está mal, yo estaba molesto por muchas cosas en aquel entonces… Solo hasta hoy me doy cuenta que me desquite con quien no debía.
Cuando sus ojos se encontraron vio como una lagrima traicionera se resbalaba por las mejillas del beta, la persona que más lo hirió, a quien más ama se estaba disculpando, dándole paso a abrirse, a llorar y dejar libre esos sentimientos reprimidos, ¿que debía hacer?, realmente él no lo entendía ¿o si lo hacía?-tu no lo entiendes- molesto se fue, probablemente el ambiente liberal de américa hizo que Kunihiro aceptara su amor con su hermano, pero aquí ese no era el verdadero problema, el problema es que esta amabilidad sensata, esa sonrisa de pocos segundos y el como la luz chocaba con sus lentes lo estaban empezando a atormentar, prefería ser el frio mayordomo al amigo enamorado, no quería, no podía, antes de que pudiese tomar un taxi o cualquier otro medio de escape una mano lo sujeto del brazo, de un tirón le dio la vuelta estampando sus labios en un fuerte beso que pedía a gritos que no huyera.
-Tal vez no lo entiendo del todo, pero dame la oportunidad de hacerlo.
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No me arrepiento KSB
FanficEl destino, ¿puedes escapar de él?, parece ser imposible, porque ya sean hilos mágicos que te atan desde antes de nacer o un viejo fastidioso que habita en la luna, todo confabula con el fin de empujarte a esa persona aunque tú ya hallas elegido a a...