CAPITULO 9 (partida)

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Un mes había pasado y Kunihiro tenía que partir a América a presentar sus exámenes, el "problema" no paso a mayores nadie se enteró, pero el ambiente se volvió tenso durante todo el mes, apenas y veía a su hermano, este se recluía en su salón de piano o sino llegaba muy tarde sin que muchos notaran sus desapariciones; faltando una semana para el viaje se enteró que la madre de Souichi había enfermado por lo que fue llevada a Nagoya donde había un especialista que la atendería, al parecer en Fukuoka ya no había nada más por hacer, su mejor amigo se iría ese día así que esta era su despedida.

-Lamento lo de Hana-san- el otro solo observaba las hojas caer, se encontraban en el parque, pero no decían nada, Souichi parecía ensimismado en sus pensamientos, parecía que estaba solo y no acompañado, pero reacciono al oír a su amigo decir que podía retrasar e viaje por él.

-No seas idiota estaré bien, vete... me dijeron que te irías con Junya- dice lo último como si quisiera restarle importancia, pero la verdad era que le desagradaba totalmente la idea, lo odiaba demasiado, a quien llamaba Tetsuhiro en la madrugada para que lo sacaran de algún bar era a él, pero eso no lo sabía su amigo, no quería darle problemas cuando faltaba tan poco para su viaje, esperaba que esto solo fuera una etapa, el despecho por su desamor, aun así sentía que había algo más, algo que aun estando inconsciente y borracho hasta mas no poder no se atrevía a confesar el chico de cabellos azules.-cuídate bakahiro.

Mientras Kunihiro presentaba sus exámenes, Souichi se encontraba dividido en tres personas, el que se preparaba para sus exámenes de la universidad, el que cuidaba de sus dos hermanos pequeños, y el ultimo siendo el rol que más odiaba... el que veía a su madre morir, el último mes poco antes de que se encontrara con el "problema", su madre había empeorado mucho, llevaba mucho tiempo en tratamiento pero se creía que su condición estaba mejorando, llevaba varios días comiendo bien, no vomitaba ni sangraba, incluso su alegría había vuelto, pero solo era la calma antes de la tormenta.

Este último mes había sido el infierno, tenía ataques de ansiedad y frecuentes secuelas, parecía que todo iba en picada, por ello se fueron a Nagoya con la intención de internarla con un nuevo procedimiento experimental, pero su condición no mejoraba. Su situación en casa no ayudaba, su padre había comprado una casa cerca del hospital con la intención de estar cerca de su Hana, dejando a Souichi a cargo de los niños, las pocas veces que paraba en casa no hablaba, era como un fantasma imperceptible, y sus pobres hermanitos se encontraban deprimidos, la ausencia de su padre, la condición de su madre lo tenían al borde del colapso mental, en el día acompañaba a los niños, los animaba lo mejor que podía, los sacaba casi a diario a pasear para distraer sus inocentes corazones, y en la noche se sumergía en libros, pero su inquebrantable ser se derrumbó cuando el doctor le dijo que solo le quedaba una semana a su amada madre, el quiebre emocional era enorme, quiso gritarle al doctor por su ineptitud, pero se sentó en una silla, mientras miraba a la nada.

-Sou-chan, pasa ella quiere verte    

No me arrepiento KSBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora