Ray
-Espera... ¿Cómo que ella se desnudó? ¡Y tú no hiciste nada!.-Emmet está muy sorprendido y molesto.
-¿Por qué te enojas? ¡Tú no estuviste presente! ¡Le dije que no lo haría y no lo hice!.
Él me mira fijamente, alza una ceja y niega con la cabeza, y yo sigo viendo la tele.
-¡Eres un maldito idiota!.-Me volteo a mirarlo pero él golpea con fuerza mi cabeza. -Cobarde. -Se levanta y se va.
-¡Tú no estuviste ahí así que no digas nada!.-Grito pero él solo me enseña el dedo de enmedio.
-¿Por eso en cuanto se durmió le lloraste a Leslie para que fuera a buscarla?... Ay hermano en cuanto ella se entere vendrá a cortarte las pelotas.-Dice negando de nuevo.
-¡Ella no tiene porqué!
-Se nota que se te olvidó como es en realidad mi pequeña hermanita.
- Ay ya, basta de hablar de ellas. Dime, ¿cómo te fué a ti? ¿alguna de las amigas de tu hermana te gustó?..-Él de nueva cuenta niega.
-No, no pude. -Se sienta a mi lado.
-¿Por qué? Si había un chingo de linduras anoche. ¿A caso eres puto para que ninguna te llamará la antención?. Pensé que a lo mejor habías conocido a alguien y así ella me presentaría a alguien más.
-Ni casado te aquietas. Eso que le dijeste a Miryam es una maldita mentira.
-¡Te dije que ya dejes de hablar de ella!
-Cobarde. -Él me evita. -En efecto habían muchas nenas pero no pude dejar de pensar en Leslie, ella no es como todas sus amigas.
-¡Carajo! ¡Te dije que dejes de pensar en tu hermana! Ella es una lindura pero es tú hermana.
-¡Lo sé! ¿Por qué crees que siempre estoy fuera de casa? Ella es la maldita razón de que no me mantenga en mi propia casa.
-Y me llamas a mi cobarde.-Él golpea de nuevo mi cabeza.
-Si ella supiera mis sentimientos no se los negaría. No como tú.
-Yo no...
-¿Emmet?.-Baja de las escaleras Miryam. Ella nos mira y luego simplemente a Emmet.
-Miryam no sabíamos que estabas aquí. Pensé que Leslie te llevó a tu casa. -Dice Emmet.
-Así fue pero en cuanto se enteró.-Me mira. -Me pidió que viniera aquí.
-Ah ya veo. ¿Entonces te quedarás todo el día aquí?.-Ella niega y le sonríe.
-Tendremos una cita doble.-Camina a la cocina.
-¡Espera!.-Grita Emmet, ella mira a mi amigo muy sorprendida. -Leslie no me pidió permiso para salir.
"Que idiota eres"
-Ella ya no es una niña Emmet. No tiene porqué pedirte permiso.
-Por supuesto que lo sé y si tiene. Si algo le pasa allá yo seré el responsable mientras mis padres no estén aquí.
-Tranquilo, son amigos tuyos, estaremos bien.
Emmet queda pasmado al oir "son amigos tuyos".
-¿Me decías algo sobre que yo era un cobarde?. -Emmet se voltea a mi pero yo solo me rio de su cara.
-¡Y eso eres!. -Escucho a Leslie detrás de mi, me volteo a ella y esta golpea a mis hijos. -COBARDE.
-¿Lo siento?.-Digo tomando a mis pequeños.
-¡¿Y tú porqué dices que tengo que pedirte permiso?! ¡Eres mi hermano no mi papá o mi marido! Comportate con lo que eres.
"Pinche agresiva, mis hijos y ahora mi mejor amigo. ¡Emmet haz algo al respecto!"
Emmet muy molesto, la toma de la muñeca y salen de la casa.
-Auch, auch, auch. -Digo poniendome de pie. Myriam me mira, con shorts de platanitos y flores rosadas, blusa de rayas amarillas y blancas, algo translucida y con todo su cabello sujeto en una cola entera. "Inlcuso así me cautivas. Maldición."
-¿Cuánto tiempo lleva Emmet enamorado de ella?. -Dice sacandome de mis pensamiento.
-No debo hablar de eso.
-Entonces eso es mucho tiempo, ¿no?.
-¿Cómo lo supiste? ¿Nos escuchaste?.-Digo inquieto.
-No, pero en la forma en como actua me lo dice todo, puedo decir que me da incluso algo de envidia. -Ella camina hasta la puerta mirando a Emmet con Leslie afuera, yo la miro a ella de pies a cabeza. "Incluso a mi también me da envidia, si yo tuviera los huevos de Emmet, si no estuviera casado, si tu y yo tan solo... mejor no"
-Me conmueves mucho más con esas calcetitas de minions. ¿Hoy es día de andar de amarillo?. -Digo y ella se sonroja.
-En realidad... sí. -Ella baja la cabeza y yo rio.
-¿Enserio? ¿Tienen colores par usar en la semana?.
-¡Es como una tradición!. -Me grita.
-¿Tradición?. -Al oir esto me carcajeo y ella se enoja. -Aún eres una nena.
-¿Enserio? ¿Y por qué casi te desmayas al oir que tengo una cita?. -Se cruza de brazos y me mira atenta.
-Ay por favor eso no es cierto. Ni me iba a desmayar, ni tienes una cita doble. ¿Además "amigos" de Emmet? Por favor, ya quisieras ser tan linda. -Me siento en el sofá.
-Ya quisieras ser tu mi cita de hoy. -Ella se da la vuelta y sube las escaleras.
-La verdad si... si quisiera ser él.-Susurro. -Pero no, yo soy mucho mejor.
Tomo el control de la tele y cambio los canales, al instante entra Emmet y cierra de golpe la puerta.
-¿Qué carajos?.-Digo y por su aspecto supongo que no le fue bien con Leslie.
-Vamonos, no quiero estar aquí.
-¿Por qué? ¿Qué sucedió?.-Digo pero no me responde.
Abre el refrí, lo cierra, sube y baja rápido las escaleras, al parecer solo fue por su chaqueta.
-¡Vamonos dije!.-Él sale igual a como entró. No lo pienso dos veces y apago el televisor, entra Leslie molesta y de igual forma golpea la puerta, se detiene, me mira, vuelve a golpear la puerta y sube a su cuarto.
-Por dios estos dos si que estan hechos el uno para el otro. Bien dicen..
-¡Carajo! ¡¿Qué puta madre estás esperando para venir?!-Escucho a Emmet y le señalo que mi celular.
-¡Tú los haces y ellos se juntan!.-Digo mirando arriba.
-¡Espera!. -Escucho a Leslie detrás de mi. -Dale esto al bastardo que tienes como amigo. -Me entrega un dije y se va.
Salgo de la casa y corro a subirme lo más rápido que puedo, al escuchar como Emmet con desesperación no deja de tocar el claxón.
-¿Ya parále no? Ya te había escuchado.
-¿Qué te dió Leslie?. -Dice mientras bebe cervesa.
-¡Carajo! ¿Vas a manejar así?. -Digo señalandolo.
-¿Qué? ¿Ahora me vas a dar consejos de manejo?. -Enciende el auto y maneja con fuerza.
-Eso es algo que te dicen incluso si no manejas. -Él me mira molesto.
-¡Ya! ¡¿Dime qué carajos te dió?!. -Le muestro el dije.
-¿Ahora me dirás qué carajos sucedió?. -Digo y él frena, me mira y vulve a beber.
-Ya lo sabe.... Ella sabe... Yo le dije.
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¿PRIMOS?
Teen Fiction-Qué? Te arrepientes de lo que hicimos?.-Comentó él. -No, no es eso.-Respondí nerviosa. -Entonces?.- Él me miró, sus manos hicieron contacto con mis hombros, me recorrieron suavemente hasta llegar a mis manos y las tomó con fuerza. Sus ojos brillan...