MAGT PERLE | AGE OF ULTRON

CAPÍTULO 9

Fury daba a conocer toda la información que recabo, con mucho esfuerzo, hasta ese momento sobre las actividades de Ultron, sin dejar de observar con detenimiento a Leiya. Desde su misteriosa aparición, ayudando a contener a Hulk, Fury mantuvo el dedo en el renglón con todo lo que se tratara de la pelinegra. Por un momento pensó que era otra pariente de Thor; cosa que se descarto rápidamente puesto que: no la vieron nunca antes, no tenían ningún tipo de información sobre ella, ni siquiera un cuento nórdico, nada. Conoció un mínimo de ella únicamente cuando tuvo una breve conversación con Tony en el granero, al principio se mostro reacio a hablarle sobre ella, tal y como su padre en el pasado. Aun así, llegaron a un interesante trato, Leiya quedaría bajo la protección del genio, intocable, siempre y cuando el genio brindara el expediente que su padre le dejo con toda la información disponible sobre la ex-enfermera. Lo que el no sabia, era que Stark siempre tenia un truco bajo la manga. Leiya trataba de mantenerse tranquila y no saltar y cerrarle de un golpe el único ojo que le quedaba a ese hombre. Odiaba la mirada que le daba, era la misma de Schmidt y Zola la vez que se conocieron, la veían como una mina de oro.

Steve tenia abrazada a su prometida por la cintura, temía que se descontrolara y matara a Fury. Él se encontraba apoyado en una pared y Leiya en su pecho. A pesar de que no hace mucho se aclararon las cosas entre ellos, sus avances como pareja fueron veloces. La ex-enfermera no perdería el tiempo, el que Steve regresara a su vida era un enorme regalo, ella lo sentía como una recompensa por quedar congelada setenta años. Por el momento, el reunirse con sus gemelos era su mayor prioridad. Apenas terminaran con ese robot homicida y se asegurara de que los hermanos Maximoff estuvieran fuera de peligro, se enfocaría únicamente en recordar al rubio, aunque eso no significaba que podría ayudarse a recuperar algunas memorias en el camino. Su cuerpo actuaba por si solo cuando se trataba del soldado, y eran sensaciones tan gratas, que no haría nada para evitarlas. La timidez no era algo que fuera con Leiya. Steve no podía estar mas de acuerdo en recuperar el tiempo perdido, no la presionaría, avanzaría a su paso. Y si conocía bien a su chica, esos paso serian agigantados. La naturalidad en la convivencia de Steve y Leiya, hacia que el equipo casi ni notara lo "nueva" que era esa relacion en su ambiente.

"- Tranquila, es de los nuestros- intento calmarla, acariciando su cintura. Pero si era honesto, a él también comenzaba a disgustarle el interés de su ex-jefe en su chica.

- Si sigue mirándome así, poco me importara si esta con ustedes o con Ultron- apoyo su cabeza contra el pecho del rubio y él la abrazo con fuerza, dejando un beso en su sien."

- Quiero que lo enfrenten- termino de preparar su sándwich, tomo su vaso de jugo y se sentó en la mesa- superen a ese robot bastardo.

- A Steve no le gusta que insulten- comento burlona la espía, quien en todo ese tiempo no perdió detalle de la interacción de la pareja. Quería a Steve como a un hermano, y no estaba equivocada al pensar que era la mas feliz de presenciar la felicidad del rubio, a pesar de toda la situación que pasaban por Ultron. Recupero a su amor perdido, el sueño de muchos.

- Romanoff, ¿tu también?- pregunto indignado. Leiya, confundida, hizo para atrás su cabeza, observando el perfil del rubio.

"- ¿Qué fue eso?- el soldado bajo su rostro, estando ambos a una corta distancia. El sonrojo en las mejillas de Steve no se hizo esperar.

- Luego te lo explico- respondió nervioso."

- ¿Qué es lo que quiere?- retomo la palabra Fury- ¿Qué pretende?   

- Volverse mejor- concluyo Steve, tratando de ignorar la sonrisa burlona de su prometida. En un pasado le gustaba tocarle las cosquillas, y al parecer, eso no cambio en lo absoluto- mejor que nosotros, esta fabricando cuerpos.