MAGT PERLE | AGE OF ULTRON

CAPÍTULO 19

IV

- ¿Nervioso?- pregunto en un susurro, como si alguien pudiera escucharlos en la soledad de la noche.

- No- respondió sin dudar- se que estoy en las mejores manos- la enfermera sonrió levemente, sin apartar su rostro del cuello del rubio- estoy emocionado- le aseguro-¿tu como te sientes?.

- Tengo miedo- confeso, preocupando al rubio- no quiero que algo salga mal y tú termines pagando las consecuencias- su voz se quebró un poco al decir esa ultima palabra.

La pareja no tuvo oportunidad de verse los últimos días, los preparativos finales para la creación del súper soldado mantenían a Leiya mas ocupada que de costumbre. Si antes lograba arreglar todas sus tareas en tan solo un par de horas, ahora sus responsabilidades la tenían desde el alba hasta el ocaso. Ser la mano derecha de Erskine no era fácil. El doctor solo confiaba en ella para realizar ciertos procedimientos, y para su mala suerte, eran los mas complicados. A pesar de que todo lo que el doctor le encargaba, le restaba tiempo que podía pasar con el soldado, en un principio Leiya no se quejaba. Ella adora su trabajo y trabajar con el doctor Erskine era una gran oportunidad de poder absorber todos los conocimientos que le transmitía, sin mencionar que, muy aparte de todo, el doctor ayudaba a la enfermera en sus propias investigaciones. Todo cambio cuando Erskine le informo que Steve sería el seleccionado para ser el próximo super soldado. Ese día tuvieron que dormirla, era la única forma de evitar que ella sola diera fin a la guerra, en un arranque de ira. Tarde o temprano el sujeto de prueba debía ser seleccionado y no era novedad que Steve resultara el favorito, aun así, la pelinegra no estaba lista para enterarse que precisamente su pareja fuera el elegido. Muy en el fondo, tenía la esperanza de que Phillips lograra persuadir al doctor de escoger a otro.

- Hey, mírame- trato de separarla un poco, pero ella se aferró aún más a su uniforme, sin querer alejar su rostro de su cuello. No quería que la viese llorar- Leiya, por favor.

- Me retirare del proyecto, no seré yo la que te ponga en peligro- se levantó de la cama, dejando al soldado en un breve shock. Le dio la espalda, tratando de limpiarse las lágrimas- se que no lograré concentrarme y rendir al cien por ciento, sabiendo que la vida que esta en juego es la tuya- por mas que secara, las lagrimas seguían saliendo- prefiero retirarme y cederle mi puesto a alguien mejor preparado.

- ¿Qué?- soltó incrédulo- no- se acercó a ella y la tomo de los brazos haciéndola girar, aun así; la enfermera seguía esquivando su mirada- Leiya no puedes hacer eso, eres la mas capacitada de todos, no sabrán que hacer sin ti- la tomo firme de las mejillas, obligándola a mirarlo- tu conoces el proyecto de pies a cabeza- trato de hacerla entrar en razón- ellos te necesitan, amor, yo te necesito- por un momento, la enfermera considero replantear su decisión.

- ¿Puedo?- la voz del doctor Erskine interrumpió el discurso que el soldado quería recitar para convencer a su novia de seguir en el proyecto- ¿llego en un mal momento?- preguntó al percatarse de la tensión presente entre la pareja.

- No, doctor- aparto las manos de Steve de su rostro y se encamino a la salida antes de que el soldado tratase de retenerla de nuevo- me retiro, buenas noches.

- ¡Leiya!- la llamo el soldado, pero fue demasiado tarde. Suspiro cansado y froto su rostro con frustración. Quería lograr que su novia recobrara la confianza en sus capacidades y sobre todo, que creyera que él lograría soportar todo lo que vendría.