Capítulo 3

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Sin que Dante y Rómulo se dieran cuenta un personaje misterioso escuchaba todo su plan escondido en el armario. Demian hermano gemelo de Darién había entrado a la habitación de Dante a buscar un arco para entrenar su lanzamiento con flechas, le gustaba el arco de Dante porque era el más preciso al momento de impactar en el blanco pero al escuchar las voces de Dante y la de su primo acercándose a la habitación se escondió ipso facto dentro del armario. Desde el interior del armario escuchó con detalles cada parte oscura del plan de su hermano mayor, espero que se marcharan y salió en silencio para que nadie se dé cuenta que él estuvo ahí y no se llevó el arco.

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Daria se encontraba en su habitación arreglándose para el festejo del cumpleaños de su padre, pero al salir del tocador se asusta al ver a Demian recostado en su cama comiendo una manzana.

---¿Qué haces aquí?

---¡Cómo osas entrar en mi habitación sin permiso!

---Eres un cobarde sinvergüenza, eres... ---Demian tira la manzana al suelo y se levanta de un brinco de la cama y antes que Daria termine su oración la toma de la cintura con un mano y con la otra le sella la boca para que no continúe hablando.

---Te ves hermosa sola con la alcandora, dibuja perfectamente las líneas de tu cuerpo –-Demian le susurra estas palabras al oído y empieza a olfatearla por todo su cuello.

---Hueles delicioso. -– La acerca más a su cuerpo y poco a poco baja sus labios hasta los de ella con la intención de besarla.

---¡Suéltame pedazo de barbaján! - ---Daria lo aparta de ella con un empujón haciendo que Demian pierda el equilibrio y caiga al piso.

---¡Cómo te atrevas a tocarme! ¿Quién te ha dado ese derecho? Eres mi hermano o se te olvida ese detalle. –-Daria lo mira con desprecio.

---Lo mismo digo yo, como es que te olvidas que Darién también es tu hermano y entras a su habitación cuando duerme y lo besas. –-Daria no se inmute por las palabras de Demian.

Demian se levanta del piso y la toma del brazo con fuerza.

--Suéltame o empiezo a gritar. ¡Tú decides!

---Pues grita, así todos sabrán que eres una incestuosa enamorada de su hermano. Suena horrible verdad. –-Se le nota una pequeña sonrisa perversa en los labios de Demian cuando le dice estas palabras a Daria. Mientras que ella pierde el control y lo abofetea.

---Cállate, no es incesto cuando hay un amor sincero de por medio. Cómo vas a saberlo vos si te tiras a cuanta sirvienta o doncella encuentras en el camino. Así que no me arrepiento de mis sentimientos y ya lárgate de mi habitación. -–inquiere Daria con el rostro exaltado y con una vena en la frente que parece que se le va a reventar de la rabia que siente.

---Calmada hermana, se te ve horrible esa vena en la frente hace que pierdas la armonía de tu belleza. -–Daria se toca la frente y corre al espejo y se mira para cerciorar que lo que dice Demian es mentira.

---Te das cuenta, no miento, por salud y por apariencia respira hondo para que ese defecto desaparezca. No me gustas así.

---Solo vete Demian, hoy no tengo ganas de pelear contigo y peor aún continuar con esta conversación. –-Daria le suplica con la mirada a Demian que se marche.

---Te duele que te digan la verdad. Crees qué Darién aceptará tus sentimientos. Él es un infeliz santurrón y jamás, jamás dejarás de ser para él más que su hermana. Mientras que yo solo vivo para complacerte, una sola palabra tuya y caeré a tus pies. No acabas de decir que no es incesto si es amor verdadero. - –Demian corre a donde esta Daria y la sujeta de los dos brazos y la mira fijamente declarando sus sentimientos por ella.

La Maldición de la Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora