Capítulo 4

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---Zita por favor no vayas al castillo. –-Le implora Milena a su hermana---. Recuerda que Darién te esperará en el río no tienes necesidad de ir allá. –-Milena agarra la capa de Zita tratando de impedir que salga.

---¡Suéltame! Quiero comprobar si es verdad lo que escuche en la carroza de la abuela. Hasta que no lo escuche directamente de Darién no lo creeré. ¡Así que déjame ir! Ni vos ni nadie va a impedir que yo salga del campamento. –--se escucha a Zita alterada.

---Pero porqué quieres seguir sufriendo. Quieres escuchar decir a Darién que ama a otra mujer y que se va a casar con ella. Que siempre fuistes para él una simple amiga. Acaso te regocija el padecer dolor. –-Milena a pesar de ser solo una niña de 10 años es muy madura para su edad y trata de hacer entrar en razón a Zita así sean sus palabras algo duras e hirientes.

---No te das cuenta lo que pasa conocemos a Darién y estoy muy segura que lo están obligando a este compromiso. Él jamás me hubiera ocultado una noticia como esta y de seguro el imbécil de Dante ha confabulado esta pantomima para separarnos.--- Milena mira a Zita con tristeza porque se da cuenta que su hermana no entiende argumento alguno solo el suyo. Así que muy a su pesar le dice...

---Te ayudaré a salir del campamento pero tienes que prometerme que no harás nada estúpido si resulta cierta la noticia de que Darién se va a casar. ¡Prométemelo!

---Te lo prometo.

–- No prometas como un simple mundano promételo como gitano. --Milena y Zita se miran y llevan sus manos al corazón haciendo un círculo alrededor después con sus dedos índices y del medio hacen el mismo círculo en la frente y al terminar unen sus dedos diciendo...

---Ut impleret pactum tibi promitto, et si non arguere nostrorum praeordinavit ad animam meam. (Prometo cumplir lo acordado y si no lo hago que nuestros ancestros cobren con mi alma lo designado)

Milena grita desde su carpa que le duele el estómago y los gitanos alrededor corren a ayudarla. Zita aprovecha la distracción y corre hacia la salida del campamento haciendo intervalos por detrás de las carretas para evitar que la vean y se percata que las demás carretas están saliendo directamente hacia al castillo para celebrar el cumpleaños del Conde Darcus. Se escabulle entre la multitud e ingresa a una de ellas sin que nadie note su presencia.

Zita mira el cielo lleno de estrellas sollozando y con una sola idea en su cabeza.

<<Todo esto es una mentira >> <<Darién jamás me traicionaría>>

Las carretas de los gitanos van entrando poco a poco a la fortaleza y los guardias los instalan en los jardines ubicados atrás del castillo en donde están los demás invitados que son parte del entretenimiento de esta noche. Zita eleva un poco su cabeza para cerciorarse si puede salir de la carreta en donde está escondida pero se da cuenta que por ahora no puede ya que los jardines están abarrotados de juglares, bailarines, enanos y gitanos. Hace un soplido con sus labios de decepción haciendo que este eleve el cabello que le cubre la frente.

Zita espera horas en la carreta y cuando no escucha a nadie a su alrededor sale lentamente mirando a todos los lados para no ser descubierta. Se cubre con su capa y a toda prisa corre hacia el salón principal pues se da cuenta por la posición de luna que falta poco para las diez de la noche.

Al llegar al salón principal observa la algarabía de todos los presentes y sus ojos se posan únicamente en Darién y en la joven que se encuentra a su lado. Todos se acercan y los felicitan por sus futuras nupcias. Zita siente como sus piernas empiezan a temblar y sin darse cuenta camina directamente hacia a ellos.

Dante observa desde el trono a lado de su padre a toda la multitud presente y nota a la distancia a una joven de capa oscura acercándose a la feliz pareja; pero lo que le llama la atención es que esa joven está tambaleándose y se da cuenta por el color de su cabello y su piel que es Zita.

La Maldición de la Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora