Capítulo 7

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Dentro del Gran Salón de la corte se escuchan las voces airadas de Darién, Dante y su padre. El rey Darcus ha dado la orden que nadie se acerque al Gran Salón, ni los guardias deben estar cerca, su misión es estar alejados y no permitir la entrada a ningún miembro más de su familia.

El rostro de Darién refleja ira, dolor e impotencia al ver que su padre no escucha razones y defiende a toda costa a Dante.

---Tu hermano dice que Zita lo sedujo, que ella misma se le entregó y después se hizo la inocente al ver que Dante no le iba a cumplir como ella quería. Que en un arrebato de cólera Zita trató de matar a tu hermano y él solo se defendió, los dos forcejearon y sin querer mato a Zita para defender su vida.

---¡MENTIROSO! Todo lo que dices es una absurda mentira
Padre por favor, no te dejes engañar por Dante, él miente y es un embustero.

Darién suplica a su padre que le crea, que no deje que Dante salga victorioso sin ningún castigo como siempre.

---Si no puedes creer en mis palabras, entonces desde hoy dejo de ser un Lazar. Tan pronto caiga la noche me marcharé e iré en busca de la familia de Zita; porque ellos son para mí, más una familia que ustedes – Estas palabras hacen que el rey Darcus se encolerice y le dé una fuerte bofetada a Darién.

---Puedes golpearme todo lo que quieras, maldecirme si es tu deseo padre. Pero hoy sin falta dejo este castillo, él que alguna vez llame hogar –Darién trata de retener con todas sus fuerzas las lágrimas que desean salir de sus tristes y decepcionados ojos.

---Prefieres a esos sucios gitanos que a nosotros que somos tu familia, la sangre que recorre por tus venas es mía. Todo lo que eres es por mí, por la familia Lazar que tanto osas despreciar –- Los ojos del rey Darcus parecen que se le van a salir del rostro por la ira que reflejan.

---No solo la sangre hacen que las personas sean familia. Y si tanto hablas de sangre pues te daré toda la mía – En pocos segundos Darién toma la daga escondida entre sus ropas y la presiona en su cuello. El rey Darcus queda perplejo ante tal actitud, no puede creer la escena que ven sus ojos. Mientras que Dante solo queda observando la situación, ansioso en ver si su hermano es capaz de suicidarse.

--¿QUÉ TRATAS DE HACER? ¡TANTO NOS ODIAS QUE PREFIERES MORIR! –grita el rey Darcus.

-- Una vida por una vida, es la ley de los gitanos. Si con mi muerte puedo zanjar algo de la deuda que tenemos con ellos, pues moriré feliz. Porque prefiero morir a seguir esta farsa de familia perfecta que tenemos, somos nada más que asesinos y profanadores –-Darién poco a poco introduce la daga en su cuello y la sangre empieza a emerger, el rey Darcus comienza a sentir temor al ver que Darién está decidido a morir.

---¡DETENTE! No hagas una tontería. Siempre has sido el más sagaz e indulgente de toda esta familia. Entiendo porque nos menosprecias, y no te culpo. Estamos llenos de mierda y seguimos tropezando en el mismo sendero de mentiras, traición y sangre –- Darién se detiene al ver que su padre empieza a gimotear.

---¿Crees que soy un tonto? o ¿Ciego? Sé perfectamente que Dante es culpable de todos los cargos y acusaciones.

Ahora Darién no entiende a su padre. Sabe que es verdad todo lo que ha dicho y aun así defiende a Dante, y lo que es peor, permitió que mataran a todos los gitanos.

---Sabes la verdad y aun así defiende a este bastardo. ¿Qué espíritu maligno se posesiono de usted? Que lo hace creer que Dante tiene razón –-se escucha la voz quebrada de Darién por las lágrimas que ya no puede contener.

---Sé que no me entiendes ahora, pero algún día tendrás hijos y te aseguro que harás por ellos hasta lo inimaginable. Así sea cometer una gran injusticia -–El rey Darcus limpia las lágrimas de sus ojos arrastrándolas a su cabello.

La Maldición de la Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora