La espesa niebla cubría todo el bosque, como manto rodeaba la choza en donde se encontraban la familia de Zita. En esa zona solo se podía visualizar grandes y tupidos árboles alrededor, ninguna casa se encontraba cerca o alguna villa a quienes pedir ayuda.
Las horas pasaban una tras otra sin tener ninguna noticia satisfactoria o ayuda de parte de afuera, la abuela Savenya se encontraba desesperada al ver que la vida de su hijo poco a poco iba dejando su cuerpo, y por más que suplicaba ayuda a los guardias, ellos fingían no escucharla.
--Abuela Savenya tratemos de pedir ayudar a Darién, él de seguro nos estará buscando –aunque las palabras llenas de confianza de Milena tratan de llegar a su abuela, el rostro de la niña ya no reflejan el mismo brillo de esperanza que tenía al principio, ahora es un rostro lleno de temor y de moretones por los golpes que le propiciaron los guardias cada vez que intentaba escapar.
-- Como diantres vamos a pedirle ayuda si estamos encerrados en esta sucia choza, recuerda las palabras textuales del rey Darcus <<Que si tratamos de huir, deben asesinarnos>> Deja ya de tener falsas esperanzas y concéntrate en la realidad que estamos viviendo en este momento.-- La abuela Savenya pega un grito ahogado sabiendo que sus palabras son duras, pero necesita que Milena entienda que no hay héroes, ni salvadores para ellos.
--Abuela, no entiendo que paso, ¿Por qué el rey Darcus nos ha hecho esto? ¿Por qué abuela? ¿Por qué....? –Milena llorando hace estas preguntas a una situación incomprensible para ella.
--Violaron y asesinaron a Zita, lo único que pedimos fue justicia, y esto es lo que recibimos.
La abuela acongojada por las palabras de Milena la mira con ternura y escucha atentamente sus palabras, mientras ella sigue cambiando las vendas de su hijo el rey de los gitanos Arami.
Arami tiene quemaduras en su cuerpo muy graves debido a que trato de salvar a su gente en el incendio provocado por los Lazar. Su estado cada vez es más delicado, y al no contar con la ayuda médica requerida, está empeorando. El dolor que le infringen sus quemaduras lo hacen gritar, y por más que improvisen vendas con las ropas desgastadas de la abuela Savenya y de Milena, ya no es suficiente.
La abuela Savenya en su desesperación intenta por última vez pedir ayuda a los guardias, golpeando desde adentro la puerta y gritando...
--¡Por favor traten de traer un médico del pueblo o del palacio para que atienda a mi hijo! ¡Se los suplico, ayúdenme!
La puerta se abre con fuerza, tirando a la abuela Savenya al piso.
--¡LES HEMOS DICHO QUE NO MOLESTEN! –fueron las palabras airadas de dos guardias que cuidan la entrada.
--¡Por favor¡ ¡Mi hijo se muere! permitan a mi nieta buscar ayuda. Somos amigos del príncipe Darién, él nos ayudará tan pronto se entere de nuestra situación.
--Dirán el rey Darién de Moldavia, mañana será su coronación. Y nuestro nuevo rey, no tiene a parias de amigos. –Los guardias las miran con desdén a las dos pobres mujeres arrodilladas pidiendo ayuda.
La abuela Savenya siente como su corazón empieza a latir más lento de la impresión.
--¡No puede ser! ¡Está usted equivocado! El rey Darcus ya tiene elegido a su sucesor, es el miserable y asesino príncipe Dante.
A escuchar la aseveración de la abuela Savenya, los guardias arremeten con fuerza haciéndola caer de espaldas, y Milena a pesar de estar asustada corre a auxiliarla.
--Vieja estúpida, como osas insultar a nuestro príncipe ¿Qué te has creído vieja bruja! estamos cabreados por la decisión repentina del rey Darcus, para nosotros el mejor al trono es el príncipe Dante, no ese debilucho del príncipe Darién. Estamos totalmente seguros que se ha hecho del reino en base a calumnias y mentiras.
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La Maldición de la Luna de Sangre
VampirosEn 1493 en una noche de luna roja los gitanos en su afán de conseguir justicia y venganza lanzaron una maldición a la familia Lazar convirtiéndolos en los primeros vampiros, caminantes de la noche, saciando su sed con la sangre humana. Darién terc...