CAPÍTULO:3

412 26 6
                                    

En fin ¿qué otra solución había? Las chicas fuimos al baño para ponernos el pijama y los chicos se cambiaban en la habitación. No me preguntes el porqué ya que por culpa de que soy gafe, al tirar la moneda salió cara e hizo que nosotras subiéramos dos pisos hasta los baños. Volví a la habitación y nos dieron sabanas y cojines. Josh ya estaba dentro de la cama improvisada durmiendo o eso parecía. Me metí al otro lado de la cama con mi pijama de conejitos compuesto por una camisa de tirantes fina rosa con dos conejitos y unos shorts demasiado cortos para dormir con Josh. Pero en la carta no ponía

-Peligro posibilidad de dormir con un capullo-.

Justo al entrar en la cama y taparme apagaron las luces y Josh se giró de golpe y me jaló hacia él. Su cuerpo desprendía un calor muy agradable pero en seguida me agobié de él.

-Josh, por favor, suéltame.-Noto todo su pecho desnudo contra mis brazos.

-¡Josh! -Mis quejas no eran suficiente, ese bastardo estaba K.O. Me limité a intentar dormir lo más a gusto posible ya que era imposible huir de su agarre.

A la mañana siguiente nos levantamos con un pitido horrendo que provenía del despertador de la chica que nos había hablado el día anterior en la nave.

-Que cojones…-Josh y su buen vocabulario matutino. No es que el mío sea mejor pero acostumbra a haber un buenos días si comparto habitación con otras personas. Entonces me doy cuenta de que me falta aire. Una morsa marina está tumbada encima de mí.

-¡Josh! Pedazo de ballenator con sobre peso sal de encima de mí.

-¡Ajá picaste! Quedaste atrapada en mi red.

-¿¡Que dices zumbado!? Comer tantos peces o lo que cojones coman los ballenators te ha afectado al cerebro - dije que mi vocabulario no era mucho mejor que el suyo.

-Venga va, no lo niegues, te ha encantado dormir con migo…-Se da la vuelta y apoya sus brazos a cada lado de mi cara aguantando todo su peso en ellos. No quiero ni imaginar que debe parecer desde fuera de la cama.

-Sal-de-encima-mío-Dije acentuando cada palabra-Ahora-mismo. Si no, te cortaré las pelotas con una cucharilla para café de plástico.-Su cara palideció al instante.

-Vaya ayer empezamos a hablar, y ya me has dicho que la tengo pequeña. Además justo amaneces y ya piensas en mis pelotas. Me fascinas cada día más.- se  acerca más a mí. -¿Te estás sonrojando hermosura?-¡No, si te parece tengo el poder de transformarme en un puto tomate!

-Es que tu piel no es un ventilador que digamos. Ahora fuera si no tu y yo tendremos problemas.-Haber si sale ya de una vez. El me sonríe y se acerca todavía más, pone sus labios al lado de mi oreja.

-Me gustan los problemas.-Definitivamente no sabía cómo tomarme eso. Baja los labios y me besa en el cuello. -Un escalofrío recorre mi cuerpo.- Me gusta cómo reacciona tu cuerpo a mí contacto Dallas. Me gustas toda tú. -Dicho esto me sonríe y se levanta.

-¡Si solo me conoces desde hace un día y poco! A ti lo que te pasa es que tu pequeño amigo se siente solo y necesita compañía.-Justo después de decirlo no me podía creer que a esa cosa, le hubiese llamado amigo.

-Tal vez tú no sepas de mi existencia, pero que sepas que llevamos compartiendo todas las clases a excepción de historia y lengua desde hace dos años.-Dicho esto se levantó dejando al descubierto su escultural cuerpo desnudo, solo llevaba unos bóxers. Mientras se vestía delante de todos yo seguía dándole vueltas a cómo podía ser que hubiésemos compartido clases y no haberlo reconocido. Un chico así no se olvida.

-Oye, Josh lo siento… Cuando te vi por primera vez en la fila pensé que como me sonabas debías ser alguien que vivía dos o tres calles más arriba que la mía. No se me había ocurrido que…

KEBAKARANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora