Continuación.
El auto se movía con brusquedad, lo que me provocó moverme un poco en el asiento de atrás, escuchando como es que pasaba por un camino que realmente no contaba con pavimentación. Escuchaba el golpeteo de algo y música en el fondo, música que sonaba muy por debajo. El golpeteo se hacía más evidente. Y cuando mire hacia el asiento del conductor, mi odio había incrementado apenas un poco más. Y el sujeto pareció darse cuenta de que lo miraba, cuando sonrió de forma burlona mirándome de reojo.
—Es muy lindo auto, pero no más lindo como el mío, ¿recuerdas que te lo habías llevado?—intuye molesto.
Gruñe al detener el auto de golpe, guarda su cuchillo con el que provocaba esos golpeteos en el volante, lo guarda en alguna parte del auto la cual no pude ver muy bien. Yo me siento aturdida cuando lo miro bajar del auto y abrir una de las puertas de la parte de atrás. Esta daba en dirección a mis pies y cuando abre, me sujeta de las piernas y me atrae hacia el rápidamente sin preocuparle en absoluto que comenzara a pelear de forma brusca queriendo obtener la libertad de nueva cuenta. Lo que resultó ser un intento en vano.
—¡Aléjate!—exclamé lanzando todas las patadas que podía.
Él era más fuerte, de alguna forma logro atrapar mis muñecas y apretarlas con fuerza. Y se posó encima mío aun sujetándome de las muñecas. Yo estaba muerta de miedo.
—¡No!—grite lo más fuerte que pude.
—¡Oye!—grito una segunda voz masculina. Parecía ser la voz de un señor de avanzada edad. Y yo mire el techo del auto con el único pensamiento de que volvería a ser salvada. Mire a los ojos del psicópata que aún me apresaba las muñecas y me miraba a los ojos, sonriendo como un maldito maníaco. Ojos azules de un maníaco desenfrenado dispuesto a todo con esa sonrisa que mostraba cicatrices que estaban a punto de desaparecer. Pero que aún seguían ahí con ese cabello oscuro y esa tez blanca, mismísima de un vampiro. El tipo ríe para sus adentros y dirige la mirada al exterior. Ambos podemos divisar al señor con vestimenta de campesino. O vagabundo, que ya miraba a mi dirección atemorizando.
—¡Deja a la chica en paz!—exclama el señor que apunta a él psicópata con una navaja que parecía estar oxidada. Yo siento que su peso se aleja de mi poco a poco y cuando comienza a acercarse a el señor yo salgo disparada del interior del auto y corro con todas mis fuerzas. Mi corazón retumba en mis oídos y mi respiración ya acelerada comienza a provocar que mis pulmones ardan por falta de condición física. Mis piernas comienzan a debilitarse por el miedo y cuando estoy por acercarme a la carretera, suelto una sonrisa aliviada. De pronto siento el peso de alguien, caer por mi espalda.
Siento el golpe seco en el abdomen chocar contra el suelo. El golpe se distribuye por toda la parte frontal de mi cuerpo como un fósforo que comienza a encenderse. El dolor es inmenso por el peso de otra persona al caer encima mío. Mi respiración se entrecorta más y más y cuando me quedó inmovilizada por el dolor, el sujeto me gira de forma brusca para quedar de espaldas contra el suelo. Veo hacia mi auto, junto a él, está el señor tendido en el suelo.
Muerto.
Y mis lagrimas comienzan a desbordarse cuando miro a la cara al tipo que esta sobre de mí. Entonces empiezan los sollozos.
—Lo haces más irresistible cuando gritas, bebé...—susurro junto a mi oído.
Intentaba moverme pero no podía. Y rápidamente cuando esté estaba a centímetros de mi rostro me acerqué un poco más hasta su cuello y lo mordí. Mordí lo más fuerte que pude hasta provocar un gemido proveniente de él y cuando me soltó lo empujé hacia atrás con todas mis fuerzas. Y coloqué mis manos en el suelo apoyándome para luego levantarme a duras penas. Él tocaba su cuello mirándome lleno de rabia. Estábamos lejos a una distancia considerable. Y mientras sentía la tierra en mi rostro, el cabello revuelto y el dolor en mi abdomen. El tipo sonrió complacido.
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|Bad baby|Libro#1|Jeff The Killer Fanfiction|
FanfictionEmily conoció a Jeff en un momento en donde su vida se encontraba al borde de una muerte prematura. El aprovecho la situación. Ella conoció el suicidio. Ambos tenían una hermosa oportunidad para hundirse en el abismo oscuro, de un amor tormentoso y...