—Promete que vendrás de visita, cariño.
—Claro, mamá—la abrace.
—Joan, Amelie, prometo que la próxima vez que venga nos iremos de compras las tres juntas. Y papá—lo mire lentamente sonriendo de forma cálida, —prometo que la próxima vez que venga, iremos todos a ver el partido de béisbol de la nueva temporada. Yo invito.
—Pero eso es en un mes, cariño—dice mi padre mientras me abraza al mismo tiempo, —espero que no te olvides de nosotros.
—No, papá. No los olvido nunca... Ahora me tengo que ir, porque se hace mas tarde que nunca...—me despedí al mismo tiempo alzando mi mano derecha apenas un poco, mientra sonrio mirando a mis 4 personas favoritas.
—Pues es tu culpa por querer vivir en West Valley, pagando demasiado por una casa gigantesca en la que solo tu vives...—pronuncia Joan con burla y sarcasmo, —por favor ve con cuidado, bebé, esta por anochecer y se pone excesivamente fea la carretera en la oscuridad.
—Al menos su hermana se esta esforzando y ademas, deberían de ser como ella. Obtuvo su primer auto, una casa y un excelente trabajo mientras estudia una carrera profesional...
—Te amo, mamá—susurre mirándola al mismo tiempo, —bien, ahora si que me tengo que ir, los amo—dije dándome la vuelta y comenzando a caminar hacia mi auto. Un mazda a color oscuro cuatro puertas. El cual me había costado un año de arduo ahorro y lleno de lloriqueo y enojos por irme en el autobús día con día. Pero como dicen, todo esfuerzo tiene una gran recompensa.
Mire hacia atrás por ultima vez, observe a mi familia como si exactamente fuera un final. Cuando simplemente era el echo de rehusar me a crecer cada vez que venia a verlos. Tenia miedo, de nuevo volvía a sentirme como si fuera una pequeña en apuros, tratando de esconderme de la realidad. En la que era la hija perfecta, la que había obtenido cinturón negro en clases de karate en primer nivel. La que era activa socialmente, "la de la buena suerte" como me decían cuando era pequeña. Pero yo siempre supe que mas allá de una vida normal y perfecta, tenia que haber algo que desencajara.
Mis padres, Demian y Esmeralda Parker, habían nacido para estar juntos, para encajar juntos, como dos piezas de rompecabezas. Eran iguales entre si, ambos eran castaños, mi madre tenia los ojos marrones, y mi padre los ojos color verde como el nombre de mi madre. Eran atentos, humildes, amables, fieras y valientes. Yo soy la hija mayor de la entrañable pareja temeraria, Emily Raven Parker. Ni siquiera era tan alta, y mis ojos eran oscuros castaño. Mi cabello era oscuro y mi tez era aperlada. Mis hermanas, Joan Jannett Parker, y Amelie Jane Parker, eran dos chicas de la misma edad que fueron concebidas de una sola vez. Decían que eran gemelas, hasta que se desarrollaron. Yo tengo 21 años, cuando ellas tienen 17 y son casi iguales. Sus ojos verdes y el cabello castaño, las hacían parecer gemelas hijas de mi padre, mientras que yo era la única hija que no encajaba.
El sol toca la tierra en su majestuoso desaparecer detrás de las nubes que amenazaban con llorar. El cielo comenzaba a ponerse oscuro y gris. Iba a llover mientras oscurecía, y yo apenas comenzaba a adentrarme en la calle, en la hermosa carretera arbolada con dirección a mi hogar. Detrás del volante, mientras escucho la radio cualquier canción al azar, me doy cuenta de lo triste que puede llegar a ser la soledad. Pero me di cuenta de que es mas triste aun, ver que el tanque de gasolina, comenzaba a vaciarse por completo. La flecha con indicación de "tanque vació" me alerto, y para cuando estaba a punto de acelerar tratando de encontrar una gasolinera cercana, mi auto se detuvo de golpe, evite entrar en pánico mientras gritaba llena de frustración, —¡maldición! eso me saco por ser una estúpida ignorante, ¡mierda!—grite llena de rabia llevando el auto hasta la orilla de la carretera.
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|Bad baby|Libro#1|Jeff The Killer Fanfiction|
FanfictionEmily conoció a Jeff en un momento en donde su vida se encontraba al borde de una muerte prematura. El aprovecho la situación. Ella conoció el suicidio. Ambos tenían una hermosa oportunidad para hundirse en el abismo oscuro, de un amor tormentoso y...