—Levántate pequeña, estás teniendo pesadillas...
Abrí mis ojos lentamente mientras enfocaba mi vista en James quien me miraba y se acomodaba en su asiento observándome. Se había quitado su saco y su corbata y el auto estaba estacionado junto a la carretera. Y la puerta de lado donde iba Jeff estaba abierta. Por lo qué el frío entraba por la puerta demasiado rápido, y yo me coloqué el abrigo encima de mi pecho acomodándome en el asiento y observando la nieve que había caído, que era suficiente. Mis manos comenzaban a adormecerse.
—Aún no hemos llegado pero mientras estabas dormida compré comida y algo de beber, y si tienes ganas de orinar este es el momento porque no me detendré en ningún momento.
Y yo observé la bolsa de supermercado a un lado mío y el interior tenía una botella de agua y unos emparedados recién preparados, luego apareció Jeff entre los árboles acercándose y colocándose su saco oscuro.
—Estoy muriendo de frió—murmure mientras tomaba la botella con agua y la abría al mismo tiempo.
James encendió el auto y con ello la calefacción, —¿mejor?—suelta mientras coloca sus manos en el volante y me mira por el espejo retrovisor.
—Mucho mejor que hace minutos— dije mientras miraba a Jeff entrar al auto y cerrar la puerta mirándome de reojo. Pero supongo que apenas me despertaba bien.
El tiempo pasa más rápido cuando duermes. Un minuto se convierte en unas horas perdidas y es por eso que quizás consideraba la idea de dormir siempre. Quizás así pasaba más rápido el tiempo. O moría. O simplemente consideraban la idea de dejarme libre. Por qué de forma sensata esta idea de dejarme siempre atrapada en un muy pequeño lugar, me resultaba demasiado horrible. Aterrador y solitario, era como estar dentro de una caja de cartón, el interior era frío y lleno de silencio, y solamente escuchaba mi respiración. Eso era un sueño, una pesadilla.
Entonces cuando realidad ya habíamos llegado al destino que , habíamos llegado a una gran mansión en un vecindario muy bien acomodado en fines económicos, pero mi memoria no me fallaba, había algo familiar en esto. Jeff tomo una mochila de la cajuela del auto y James de igual manera se estaba preparando, quizás para dar ese grandisimo golpe, estaban acomodando sus ropas y yo salí del auto al mismo ritmo que ellos, las zapatillas me incomodaban y me coloque el abrigo en un vano intento de querer alejar el frió de la nieve, el vapor de mi boca se sentía mas caliente de lo usual y ellos ni siquiera se molestaron por el frió, finalmente cuando llegamos a la entrada que daba a la gigantesca casa, ellos se colocaron unos guantes oscuros. James entrelazó su brazo con el mío y acomodó mi cabello con su mano libre mientras que me guiñaba un ojo sonriente.
Su sonrisa ni siquiera era sincera, me provocaba inseguridad.
Jeff se adelantó con la mochila en su espalda y se escabulló entre las personas entrando a la parte trasera de la casa.
—Actúa normal querida, somos una pareja ahora.
—¿Que se supone que debo de hacer? Además claro del inevitable final de una persona que sé que debo de causar...
—Vas a matar a tu jefe, linda—murmuro junto a mi oreja.
—¿Que?—susurre sorprendida, —sabia que algo tenia que ser demasiado familiar en esto... Maldición.
Nos apresurábamos caminando sobre la densa nieve en el suelo, mi abrigo cubría casi toda mi espalda. Mire de reojo a James quien me sujeto más fuerte por su lado mientras nos adentrábamos entre las personas que entraban a la gran mansión. De pronto el frío poco a poco iba marchándose cuando entramos al interior de la casa, un sujeto tomó nuestros abrigos y nos brindó unos antifaces. James eligió dos a color oscuro. Se colocó frente mío y me lo puso lentamente mientras me miraba a los ojos.
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|Bad baby|Libro#1|Jeff The Killer Fanfiction|
FanfictionEmily conoció a Jeff en un momento en donde su vida se encontraba al borde de una muerte prematura. El aprovecho la situación. Ella conoció el suicidio. Ambos tenían una hermosa oportunidad para hundirse en el abismo oscuro, de un amor tormentoso y...