Capitulo 11

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—Debes de colocarte ese vestido. Esta noche iremos a tu primera prueba—se gira de imprevisto y me mira con una sonrisa diabólica, —tu prueba de fuego...—continua con un tono de voz diferente al de un sujeto normal. Para luego acercarse al marco de la puerta con entrada al pasillo, —necesito preparar las armas, me iré... Pero no quiero que hagan nada fuera de las reglas, ¿escucharon niños?

En ese instante Jeff le lanza un cuchillo de bolsillo que James lo esquiva haciéndose a un lado y comenzando a reír como loco mientras camina por el pasillo. Jeff se nota algo enojado, furioso. Como si algo estuviera a punto de sacarlo de sus casillas. Yo solamente ignoro lo sucedido, dirigiendo mi mirada hacia el cuchillo clavado sobre la pared de madera del pasillo, —quiero que todo suceda de acuerdo a lo establecido—solté de mala gana mirando a Jeff, quien me miro rápidamente, —necesito que todo siga de acuerdo a lo que acordamos, ¿entiendes que hicimos un maldito trato? y que yo quiero mi puta vida normal y no esta mierda...

—Ponte el maldito vestido, Emily, y sigue las putas reglas—dice entre dientes mientras se dirige hacia el cuchillo y lo retira de un golpe de la pared, —es la hora del show—canturrea mientras se marcha por el pasillo jugueteando con el cuchillo entre sus manos.

Yo me quedo en el sofá y me miro a mi misma de nueva cuenta, me miro el cuerpo y lo que traigo puesto, tapo mi rostro e intento no gritar. La marca cicatrizada, el lugar en donde me habían disparado. La marca me provoca escalofríos, me revuelvo sobre mi lugar apenas un poco, y finalmente cuando me giro apenas un poco para ver el vestido perfectamente doblado sobre una silla, así como unos zapatos. Siento una fuerte punzada en mi pecho, por la parte de entre mis pechos. Y rápidamente me quito la bata con la respiración entrecortada, con los nervios azotando mi interior como si me acercara de lleno al fuego, así de mal. Me levanto del sofá, solo con mi ropa interior puesta mientras me miro la cicatriz, respirando con dificultad, sintiendo como la presión me domina el interior y como es que intento contener el grito que estaba por soltar, solamente me digno a llorar como una dramática empedernida observando los hilos que habían sido cosidos sobre la gran y larga herida entre mis pechos. Me dolía, me incomodaba como miles de alfileres recién clavados. Ardía, atormentaba, como el brazo recién inyectado.

—No puede ser—susurre mientras miraba a través de una de las pocas ventanas pequeñas en la habitación en la que me encontraba. Afuera nevaba, nevaba como si fuera una tormenta. El frió me helaba hasta los huesos, y entonces, me digne acercándome al vestido mientras volvía a colocarme la bata. Mi estatura un poco baja y mi delgado cuerpo, me harían ver como una delgada anorexia que intentaba verse como una modelo, el intento de una, con ese vestido rojo y con tela de encaje demasiado brillosa por encima del aterciopelado rojo. 

—¡Jeff!— exclame al mismo tiempo en que miraba el vestido, cruzada de brazos.

En ese instante escuche el eco de los pasos apresurados de Jeff, quien apareció en el marco de la puerta y me miro confundido, —¿que quieres?—pregunta en tono de fastidio.

—Por lo menos quiero tomar un baño... ¿puedo?—alegue seria.

Jeff ni siquiera lo dudo cuando se dirigió hacia mí y me toma del brazo derecho.

Bañarse debajo de un chorro de agua caliente, era la gloria. Mis heridas no ardían, mi rostro estaba completamente bien, a excepción de la herida causada por el impacto de una bala, y la marca junto a la misma herida. Estaba desnuda, pensativa, la nieve me reconfortaba, pero al mismo tiempo, me causaba miedo al sentir a Jeff detrás de la puerta del cuarto de baño en el que me encuentro. Me sentía vigilada, acechada. Por algo que ni siquiera entendía muy bien, pero de lo que estaba dentro. Sentía que algo me faltaba, pero no sabía que era. Y entonces miraba la herida en mi pecho. La herida perfectamente suturada.

|Bad baby|Libro#1|Jeff The Killer Fanfiction|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora