—Emma.
Iba hacia la universidad con mis cuadernos en mano, no veía a ningún lado solo corría porque si no llegaría tarde a clases, cuando en eso choqué con el pecho de un hombre haciendo que mis libros cayeran al suelo y yo junto con ellos. Me quedé en el suelo y vi mi mano tenia un leve raspón
—¡Auch! — chille sacudiendo mi mano para que el ardor fuera menos.
—Perdón, ¿estas bien?— habló el chico parado frente a mi. Alcé mi vista y ahí estaba, era un chico alto, con cabello negro, unos ojos oscuros penetrantes y un rostro que parecía esculpido por los mismos dioses. Me quedé como en un trance al observar al chico, no podía creer como alguien podía ser tan hermoso — ¿Estas bien? — volvió a preguntar sonando sus dedos frente a mi.
—Ah si. Perdón no vi por donde iba— hablé poniéndome de pie, iba a recoger mis libros pero él se me adelantó.
—No tranquila— me extendió los libros—Soy yo quien debería disculparse—sonrió mostrando una perfecta dentadura y ni hablemos de su hermosa sonrisa que brillaba mas que cualquier cosa—¿Estas bien?—volvió a preguntar por tercera vez, yo me había quedado en trance de nuevo, pero es que era imposible no admirar su increíble belleza.
—Si, si — intenté sonar normal, si no él chico pensara que soy una loca—Bueno me voy
—Adiós— saludó con su mano alzada mientras sonreía.
Caminé hasta la parada de autobús, tendría que esperar al siguiente ya que había perdido el primero por haberme quedado con el chico guapo, no se que me pasó, jamas me quedo atontada con alguien y menos con un chico. Pero es que este era muy diferente, tenía algo que me llamaba la atención y ni hablar de su buen físico.
Pasaron varios minutos y el autobús por fin llegó. Subí y tomé el asiento de siempre hasta el final y me puse mis audífonos para mientras llegaba a mi destino.
Todo el transcurso fue normal como siempre, mi típica rutina diaria. Llegué a la universidad y pedí permiso para que la maestra me dejara pasar a su clase y gracias a Dios me dejo entrar.
Me senté en la última fila, no me gustaba estar al frente porque me sentía muy incómoda, sentía que todos me observaban y no me gusta eso
Mis clases siempre transcurrían aburridas como siempre a excepción de mi único amigo, Jin que siempre estaba animandome y hacia que mi vida en la universidad no fuera tan monótona
Cuando la hora del almuerzo llegó fui con Jin a la cafetería como siempre íbamos, ordenamos mucha comida como siempre, lo bueno era que a los dos nos gustaba comer mucho y eso hacia que nos lleváramos mejor
—Oye— habló mi ruidoso amigo mientras llevaba su comida a la boca.
—¿Que pasa? — respondí parando de comer.
—¿Hoy nos reuniremos en tu casa o en la mía?— preguntó sonriendo, sabía que lo que se venía era lo mejor. Ya que siempre que nos reuníamos comíamos de todo.
—En la mía— dije volviendo a comer.
Después de haber terminado de comer volvimos a clases, estaba ida viendo a la nada mientras la maestra hablaba y hablaba sobre no se que. No se porque de repente vino a mi mente el chico que vi hoy, aun no puedo superar que es muy lindo
—Señorita Emma ¿Quiere compartir algo con la clase? — Habló la maestra mientras me veía al igual que todos en el salón, ni siquiera sabía que responder porque no había puesto atención a su aburrida clase y todo por estar pensando en el chico guapo.
ESTÁS LEYENDO
𝐀𝐭𝐫𝐚𝐜𝐜𝐢ó𝐧 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐚
Gizem / Gerilim𝘜𝘯 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘦𝘳í𝘢 𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘢ú𝘯 𝘢𝘴í é𝘭 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘥𝘪ó 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘳 𝘢 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻ó𝘯 𝘺 𝘯𝘰 𝘮𝘪𝘥𝘪ó 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘦𝘤𝘶𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴.