*TODOS LOS DERECHOS DE ESTA OBRA para Daymin VIP*
Volví a mirarme en el espejo, revisando por milésima vez que mi cabello estuviera perfectamente peinado, ninguno fuera de lugar. Al comprobarlo sólo me sentí más ansioso y pasé a revisar mi atuendo completo, caminando de un lado a otro con el afán de saber si mis zapatos no harían alguna clase de ruido extraño que arruinara la noche.
-Vamos, Ji Yong, no es la primera vez que tienes una cita.
Sí, terminé pidiéndole una cita a Seung Hyun, con un montón de palabras amontonándose ridículamente haciéndole reír y diciéndome que sí.
Cuándo el timbre sonó conseguí sentirme más ansioso, quedándome quieto durante largos instantes, hasta que caí en al cuenta que debía ir a atender.
Conté hasta tres, sonreí y abrí la puerta.
Y ahí estaba, tan guapo y fresco, sosteniendo un ramo de flores, derritiéndome el corazón.
-Lo sé, un chiché, pero soy un hombre viejo. -Sólo reí ampliamente, recibiendo las bonitas flores, dejándole pasar.
-Las pondré en agua. -Me adentré en la cocina en busca de un florero y llenarlo con agua, rogando internamente no derramarlo sobre mí y arruinarlo todo.
Cuando regresé a la sala, Seung Hyun miraba los cuadros en las paredes.
-Tienes un gusto exquisito para la decoración, he de decir. -Apremió. Comencé a reír.
-Bueno, todo eso me lo has regalado tú. Supongo que así es. -Él también rio.
-Entonces...-Extendió su brazo hacia a mí. - ¿Listo para la mejor cita de tu vida?
Le miré fijamente, sus ojos divertidos y sus hoyuelos marcados.
-Nunca he estado más listo.
...
Cuándo pisé de nuevo la entrada a mi casa eran un poco más de las cuatro de la mañana, estaba a un trago más de perder la razón y a un paso de caer de cara contra el suelo.
La compañía de Seung Hyun siempre sería la indicada para mí, había tenido la velada más divertida y acogedora en años, comiendo nuestros platillos favoritos, junto con licor y miradas traviesas.
Suspiré hondo, agarrándome del picaporte de la puerta principal. El cielo estaba particularmente oscuro.
-No vas a caerte, ¿cierto?
Comencé a reír, negando.
-Si estoy ebrio ha sido por tu culpa. -Reí de nuevo, observando su mueca de fingida indignación. -No creas que no me he dado cuenta como llenabas mi copa constantemente...-Me tambaleé hacia él. Sus ojos atentos al movimiento de mi boca sólo me permitieron avanzar más, hasta aferrarme a su cuello para no caer. - ¿Estabas intentando embriagarme?
Sus oscuros ojos me miraron, durante un largo tiempo en el que no hizo nada, más que observar, hasta que finalmente posó su mano sobre mi cintura, sobresaltándome.
-Tal vez esa era mi intención desde un principio.
- ¿A si? -Dije, respirando sobre su rostro, acercándome un poco más.
El agarre sobre mi cintura se hizo más firme y me sujetó para recargarme contra la puerta, acercando más su rostro.
Respiré su dulce aroma y sentí que en cualquier momento me desmayaría ante tanta hermosura.
-Probablemente me aseguré de que bebieras más que yo, tan solo para traerte a casa y abusar de ti. -Jadeé cuando sentí su aliento contra mi oreja, y después escuché el sonido del código y la puerta se abrió.
Seung Hyun se separó riendo, sin soltarme para no dejarme caer, en cambio yo permanecí mareado y confundido.
¿Qué había sido todo eso?
Ese constante estira y afloja que jugaba Seung. Dándome la seguridad de que obtendría algo más que amistad, para después empujarme lejos.
-Seung...-Murmuré.
- ¿Mmh? ¿Te sientes mal? -Su voz se tornó preocupada ante mi notable cambio.
Se gachó un poco, buscando mi rostro, sin soltarme. Levanté mis ojos para mirarle de nuevo.
Por alguna razón su rostro por las noches lucía aún más atractivo.
- ¿Qué ocurre, Ji Yong? -Preguntó angustiado.
Respiré hondo, subiendo mis manos por su pecho, hasta posarlos en su cuello, acercándome un poco.
-Estás volviéndome loco. -Acepté.
Sus ojos parpadearon ante mi aliento cálido y lleno de licor.
-Ji...
Posé uno de mis dedos sobre sus labios, acariciándolos. Eran delgados y suaves, apetecibles.
Mordí mi labio inferior, subiendo mis manos hasta sus ojos y cubrirlos después.
Ahí estaba él, vulnerable, quieto. Sabía que podía hacer con él lo que deseaba, porque siempre había sido así.
Pero yo sólo quería una cosa: Un beso.
Me incliné un poco más, hasta rosar mis labios con los de él, sin dejar de cubrirle los ojos. Apenas un dulce roce sin ninguna mala intención.
Cuando me separé, ambos suspiramos al mismo tiempo, respirando con ansiedad, ahogándonos en el mismo sentimiento.
-Por Dios, Ji Yong. -Su cabeza aterrizó en mi hombro, agarrándome de los brazos con fuerza.
Temblé.
- ¿Estuvo mal? -Me obligué a preguntar, en un mínimo intento por aceptar una afirmación, darme la vuelta y entrar a casa para dejarle atrás. En ese momento parecía capaz de hacerlo.
Su rostro subió de nuevo, con los ojos fijos en mis labios una vez más. Ansioso mordí, y él apretó sus labios.
La mano sobre mi brazo subió hasta mi nuca y me atrajo bruscamente al frente. Sus labios necesitados tomaron los míos finalmente.
Ansioso por el otro, parecíamos comernos, bebiendo el néctar del otro, desesperadamente aferrados a la idea de estar juntos. Y como el abrazarnos y besarnos no fuera suficiente, Seung Hyun cerró sus dientes sobre mi labios inferior con fuerza, calentándome la cabeza.
Cuando fui consciente mis piernas estaban enredadas en su cadera y estábamos dentro de mi casa, besándonos sobre el sofá, hambrientos por más. Sus labios viajaron a mis mejillas y descendieron a mi cuello.
-Espera...-Susurré, apartándole lentamente.
Seung tenía los labios rojizos y la respiración agitada.
- ¿Qué ocurre, Ji?
Cerré mis puños con fuerza sobre su camisa arrugada, respiré hondo una vez más y tomé fuerzas.
-Seamos novios, por favor...
El corazón me latió con tanta fuerza que sentí ganas de llorar ante su silencio repentino.
-Ji...yo...
-Está bien si no quieres. -Dije rápidamente. -Sin embargo, necesitas decirlo ahora, que no podré recuperarme de nuevo...ya no, marquemos límites.
Seung Hyun sujetó mis muñecas y me besó de nuevo.
-Todo lo que tu desees, Ji Yong, novios, amantes, esposos...lo que quieras. -Tomó mis manos y depositó pequeños besos sobre ellas, dulcemente.
Comencé a reír, abrazándole con fuerza.
-Todo...-Susurré, con un nudo en mi garganta- -Quiero que seamos todo.
-Entonces seamos todo. -Sus brazos me rodearon con protección y dulzura.
Y supe que todo estaba bien, de nuevo mi vida tenía sentido. Yo era feliz otra vez, aún si tengo buenos y malos recuerdos, todos están en su lugar.
Fin
*TODOS LOS DERECHOS DE ESTA OBRA para Daymin VIP*
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Recuerdos perdidos por Daymin VIP
Fanfiction*TODOS LOS DERECHOS DE ESTA OBRA para Daymin VIP* La sirena de la ambulancia, y de varios automóviles de policía, resonaban a lo largo de la ciudad de Seúl, a velocidades únicamente permitidas para ellos, con un sólo objetivo, llegar a las afueras d...