Antes de entrar en los aposentos del rey, se toparon con Nagumo, quien advirtio al joven aventurero q su padre no estaba de muy buen humor.
Al entrar, con voz fría ordenó a Fubuki q se fuera preparar para el festejo, y así, poder charlar a solas con el causante de su malhumor.El ambiente era tan tenso q Kido sentía como un escalofrío recoría su cuerpo.
El rey suspiró y se dio la vuelta.
-¿En serio es tan complicado cumplir con tus obligaciones?- su voz heló su sangre, pero no tanto como para no contestar.
-No, pero padre, yo...
-¡¿Entonces por q no lo haces?!- el grito hizo temblar la tienda.
-Padre, ¿No lo entiende? Quiero disfrutar, salir fuera... ¿Por q mis hermanos tienen tu permiso y yo no?
-Ya te lo he explicado cientos de veces, pero parece q eres tu el q no lo entiende. Los dioses quieren q te protejamos.
-¡¿Por q?! ¡¿A q viene tanto interés en mi?!
-¡¡OYE!! ¡¡A MI NO ME LEVANTAS LA VOZ!! ¿ENTENDIDO?- Kido se estremeció.
-Si padre. Lo entendí.
-¡Pues ahora largo! Tu tardanza impacienta a tus hermanos.
Kido obedeció sin rechistar. Fue a q las mujeres lo vistieran con su atuendo de fiesta (pantalones hechos con pieles y numerosas pintadas en su cuerpo).
Tubo q apretar puños y dientes para contener la rabia q sentía. Nunca logró entender a q venía tanta protección y tanta preocupación por él y era... frustrante y el la consideraba innecesaria.Todos bailaban y cantaban al rededor de la hogera. Kido obserba indiferente desde una esquina, mientras q sus hermanos babeaban por los chicos q estaban al otro lado del fuego; salvo el responsable e insensible goenji.
Nagumo dirigía su repugnante mirada de deseo hacia un chico de pelo blanco. Su nombre era Suzuno. Nagumo se lo marcó como objetivo de conquista y.lucharía por su aceptación.
Tsunami y su aprendiz Tachimukai, se lanzaban cariñosas miradas.
Endo se fijó en un mayor de edad de largos cabellos azules. Debía tener la misma edad de Nagumo. Este se llamaba Kazemaru. Haía años q Endo se había interesado en él. Era tan lindo...
Atsuya trataba de no admirtir y no dar motivos para creer q sus piradas s dirigían hacía un chico de larga melena color crema y tenía unas alas pintadas en.u espalda. Se llamaba Afuro. Era un guerrero extraordinario y muy amigo de Goenji.
Fubuki trataba de apatentar interes por los chicos pero solo había una persona q le interesaba, pero era imposible q su amor fuera correspomdido y axeptado por su padre...Kido se alejó lentamente, para q no lo descubrieran. Se estaba aburriendo y no se sentía cómodo, pues notaba como un par de chicos no le habían quitado ojo desde q llegaron.
Logró despistar a sus guarda-espaldas, desbaneciéndose entre las tendas q permanecían fuera del alcanze de la luz del fuego.
Llegó al límite entre el poblado de su tribu y el bosque. Se subío a lo alto de la copa de un gran arbol de abundantes hajas. Mirando al cielo vio como las estrellas brillaban sobre su cabeza. Entonces, se dio cuenta de algo. La luna... Estaba comenzando a adoptar un tono rojizo...La pitonisa tubo un mal.presentimiento y en seguida fue a avisar al rey.
- Q pasa?-preguntó con seriedad.
-Majestada, fijese. La luna roja brilla en lo alto.- dijo la anciana.con apuro.
El rey notó como su corazón dio un vuelco. Sin dar ningún tipo de explicación ordenó a los guardias q ayudaran a sus subditos a escinderse y a sus hijos mayores, q lo acompañaran a él y a la pitonisa a buscar a Kido.Comenzó a avanzar por el bosque oscuro. Sus movimientos felinos y lentos daban escalofrios. Por alguna razón, su cuerpo se movía lentamente hacia el sur, como si algo lo atrayera.
Se estaba acercando a La Montaña de las Luces y, cuanto más se acercaba más más roja era la luna.El rey ordenó a sus hijos q se adentraran en el bosque al ver como la luna adoptaba cada vez más ese color carmesí.
- Si la luna está así es q Kido está cada vez más cerca de su detino. Presiento q si la luna se mancha de sangre por completo lo habremos perdido. Al dar la media noche su alma se perderá y los dioses no.nos lo devolveran hasta q haya cumplido su misión.- dijo la pitonisa frunciendo el ceño.
El pobre monarca se comenzaba a desesperar. Él, q tanto había protejido a su hijo, no podía perderlo ahora. Su desesperación le consumía y lo desesperaba. Sus hijos pequeños ya no sabían q decir para tranquilizar a su padre.No sabía cuanto tiempo llevaba caminando ni sabía como había llegado hasta allí.
Una montaña se alzaba sobre él y omenzó a escalar sus rocosas y sólidas paredes. La luna estaba a punto de adoptar el color deseado por los dioses y lis hermanos del ojirrojo no lo daban encontrado.
Una vez en la cima, repleta de hierba sana y suave al tacto de las plantas de los pies, una tenue luz comenzó a brillar sobre sus cabeza.
Era un belo de colores magentas y sutiles, q formaban un círculo al rededor del la luna.
Kido escuchó el relinchar de un caballo. Bajó la cabeza y vio a aquella increible bestia de las leyendas, q tan familiar l resultaba. Era como si ya la hubiera visto antes.
Su pelaje negro azulado como la noche, sus crines castañas oscuras al viento con un mechón blanco en la frente. Los ojos del elegante animal cuadrúpedo eran verdes como gemas y reluciemtes como diamantes.
De pronto, Kido, muy asustado, se dio cuenta de lo estaba pasando. Había sio hipnotizado por alguien o por algo y ahora estaba bajo aquellas bellas luces junto al caballo al q todos consideraban un monstruo.
Sus cuerpos se comenzaron a elevar en el aire lentamente y comenzaron a girar.
La luz los envolvía como una manta y sus ojos comenzaron a brillar como estrellas.
Kido vio q el cuerpo del caballo comenzaba a adoptar una forma humanoide y notó q su cuerpo comenzaba a cambiar.
Poco más pudo observar cuando perdió el conocimiento entre aquel manto de luces y bajo aquella luna carmesí...
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Dark Horse (Terminada)
FanfictionEn esta historia, por primera vez me alejo del fútbol, pero conservará la divertida y peculiar personalidad de los personajes. Kido, un hijo del jefe de una gran tribu es un chico muy peculiar. Según la pitonisa del poblado dice q tiene q ver con su...