- Hay demasiados guardias.- Dijo Nagumo.
-Así no podremos ir junto a la pitonisa sin que nos vean.- protestó Genda.
-Pero tenemos que hacerlo como sea.- Sentenció Endo.
Estaban los seis reunidos a las afueras del poblado, preguntándose como llevar a cabo la misión que Kido les dió.
-¡¡Espera!!- gritó Endo de pronto.
-¿Qué ocurre?- preguntó Kazemaru.
-Recuerdo que Kido había construido un atajo para salir y entrar en el bosque sin que nadie lo supiera y pasaba justo por debajo de la tienda de la pitonisa.
-Perfecto, ahora solo hay que averiguar dónde está.- dijo Sakuma pensativo.
Si iban a encontrarlo solo debían pensar como Kido. ¿Dónde pondría alguien tan inteligente como él un atajo?, pensaron.
Finalmente fueron con él. A Kido le encantaba vagar por el río hasta llegar a un hermoso sauce, su árbol favorito. Allí encontraron una disimulada madriguera que si se apartan dos o tres ramas tiene el tamaño justo para que una persona pueda pasar. Ahora solo había que cruzarlo y llegar hasta la pitonisa.Mientras tanto.....
-Mañana por la noche.... Todo acabará...- pensaba Kido en alto, contemplando desde un árbol lo cerca que ya se podía ver la montaña que tantas veces había visitado desde que era muy pequeño.
-No sabía lo bonito que era un paisaje desde lo alto de un árbol como tú solías decir.- dijo Goenji, que sin que el ojirrojo se diera cuenta había subido para ponerse a su lado.
-Me gustaría que cuándo todo esto acabe me muestres todo lo bonito que hay en la naturaleza.- añadió el peli-crema.
-Sí.... Te prometo que te lo mostraré.- dijo Kido mirándolo con una dulce sonrisa sin saber q lo que prometía tal vez jamás pueda cumplirlo. Ahora q había empezado a congeniar con sus hermanos, tenía que irse para salvar a su amor.Bajaron juntos del árbol y Kido fue a abrazar a Fudo.
-Ya estamos cerca. Si avanzamos un poco más mañana solo tenemos que cruzar el poblado y al anochecer ya estaréis allí.- dijo Goenji.
-¿Y si nos ven?- preguntó Fubuki preocupado.
-Bueno, se supone que de eso de iba a ocupar el resto.
-Entonces podemos descansar ahora?- preguntó Tsunami que no había dejado de preocuparse por el cansancio de Tachimukai ya que Fudo no podía cargar siempre con él.
«Sí lo que dice Goenji es cierto creo q podríamos tomar un descanso».
-Pero a la velocidad que avanzamos...
«Déjame hablar.» le interrumpió Fudo. «No necesitamos avanzar todos juntos. Mañana yo iría montado sobre el lomo de Kido e iríamos más rápido y mientras tanto vosotros vais al poblado para que vuestro rey impida nuestro paso por el pueblo.»
-Fudo tiene razón. Yo voto que sí.- dijo Kido acariciando su rostro.
-Estoy de acuerdo.- dijo Tsunami.
-Por mi perfecto.- dijo Tachimukai jadeando.
-Está bien, podemos descansar ahora. Fubuki ven conmigo para buscar comida.
Ambos hermanos de fueron, dejando al resto instalando el "campamento".Con él otro grupo....
Efectivamente, el túnel los condujo a la tienda de la anciana. Al entrar no vieron a nadie, tan solo mesas con cientos de joyas y huesos. Estanterías con pergaminos quemados y polvorientos. También había una silla de madera llena de túnicas echas de piel pero con colores extravagantes y llamativos.
-Vaya!! mira a quien tenemos aquí.
Se dieron la vuelta sobresaltados y vieron a la anciana entrar con un bol lleno de vayas, que dejó sobre una de las mesas.
- Gran Madre, necesitamos su ayuda.- dijo Endo apurado.
-Lo se, ya lo se todo. Atsuya y Afuro me lo dijeron.
-Que?!?!- se sobresaltaron todos a la vez.
Entonces se dieron cuenta de que se habían olvidado de ellos dos por completar.
-Aquí estamos.- dijeron saliendo de detrás de una cortina de seda fina.
-Gran Madre, no entiendo nada.- Nagumo estaba sobré saltado y en cierto modo furioso.
-Afuro y Atsuya no fueron enviados a buscar al príncipe Fudo exactamente, yo misma les envié para que me realizaran otro tipo de trabajo.
-Gran Madre nos pidió ayuda para espiar los avances de Kido y el caballo que lo acompaña, pero....-se auto interrumpió Atsuya
-¿Pero...?- dijo Suzuno agarrando a su novio del brazo para q no rompiera nada.
-Ahora tenemos dos problemas.- informó Afuro.- El primero, que el rey ha sido informado por un soplón en vez de escucharnos a preparado una trampa entre el bosque y la montaña para atrapar a Fudo.
-¿¡Que!?- gritaron todos.
- Tenemos que hacer algo.- Kazemaru estaba temblando.
-Sí interrumpe el misión de Kido y de Fudo ambos corren un grave peligro.- dijo la pitonisa.
-Y.... ¿El otro problema?- preguntó Sakuma.
-El otro es algo que ni yo misma podía evitar, algo que confirmé en cuanto los vi a los dos juntos en mi casa de la montaña.
-¡Dígalo sin rodeos por favor!- gritó Endo.
-Un lazo entre ambos ha ido creciendo día a día hasta hacer sus almas una sola. De algún modo si uno se va el otro también.
-No entiendo nada.- Genda arqueó una ceja.
La anciana explicó: ese lazo que se formó entre Kido y Fudo se llamaba amor. Pero no era un amor cualquiera, era un amor verdadero y eterno. Sí Fudo muere, el cual debería ser su destino, una parte del alma de Kido se irá con él consumiendo su alma sin remedio.
-Hace días que he percibido como Kido ha pensado en hacer una locura para salvar a Fudo, pero de nada le va a servir, pues ocurrirá exactamente lo mismo con Fudo.
-Entonces, nuestro hermano está condenado de todos modos?- dijo Endo, aguantando las ganas de llorar.
-No, aun hay una mínima esperanza.-dijo Gran Madre.
-¿Cuál?- preguntaron todos a la vez.
-Los dioses podrían perdonar el alma de Fudo y evitar su muerte convirtiéndolo en uno de nosotros.
-Entonces debemos ayudarles a cruzar sin que nuestro padre se lo impida.- sentenció Atsuya.
-Bien, ¿ A qué estamos esperando?- gritó Nagumo.
Todos estaban dispuestos a ayudarles aún habiendo solo un mínimo de esperanza para el ojirrojo.De noche en otra parte....
-Aquí estabas.- dijo Tsunami, que había encontrado a Tachimukai sentado en la orilla del río con los pies en el gua. Tusnami lo imitó.
-No podía dormir.
-Yo tampoco....- bajó la mirada algo sonrojado.- Esto.... Recuerdas... Cuando encontramos a Kido y Fudo.
-Sí... por qué?
-Bueno...vengo dando vueltas a una cosa... Recordé que antes de eso estuviste apunto de.... decirme algo.
-Ammm...si, pe..pero no tiene importancia.- trató de disimular.
-No me mientas.
Tachimukai giró la cabeza sorprendido y dio con los ojos de Tsunami que se mantenía serio, lo cual era poco habitual en él.
-Y..yo... Es solo que....- tartamudeó el más joven.
-Por favor, quiero oírlo.
-¿Cómo sabes que quieres oirlo si no sabes que es?
-Solo dilo y lo averiguaras tu mismo.
-E..está bie...- tragó saliva.- Tsunami yo... Lo que... quería decirte en aquel... Momento era que.... T..tu me...me... TE AMO!!!
Bajó la cabeza de golpe, pero con dulzura Tsumla volvió a alzar poniendo con cuidado la mano en su barbilla. Con una sonrisa lo miró a los ojos y secó sus lágrimas. Se acercó hasta estar a un milímetro.
-Yo también te amo.- susurró sobre sus labios.
La distancia entre sus bocas despareció. Notaba los labios de Tsunami sobré los suyos en shock. Finalmente pudo corresponder mientras sus ojos se encargaban de nuevo.
Ya era más de media noche y Fudo contemplaba desde un árbol, con envidia, aquella tierna imagen a la luz de las estrellas y una luna anaranjadas, que al día siguiente se volvería color carmesí.
«Akio, ya falta poco.» el nombrado se dio la vuelta y vio a Kido acercándose con lágrima en los ojos. Bajó a abrazarlo.
-No sufras por mi, por favor. Mi dulce Yuuto.
«No puedo evitarlo, te amo demasiado.»
-Amor mío, yo también te amo.
Se abrazaron con fuerza deshechos en lágrimas.Al día siguiente...
Se pusieron en marcha temprano por la mañana y avanzaron rápidamente por el bosque, encabezados por Kido y Fudo que iban diez pasos por delante de sus acompañantes. El día era muy caluroso, sus pies sentían que iban a reventar, pero había algo en ellos más importante. Sus almas. Trataban de asimilar que su viaje juntos estaba a punto de concluir, pero no sabían de que modo estaba a punto de acabar. Ese día TODO podía suceder.
Era por la tarde y a lo lejos podían ver el poblado, ahora solo tenían que rodearlo con cuidado sin que nadie se percatase, debían darse prisa para llegar antes de que el sol se pusiera. Pero no fue así. Sin querer, Kido tropezó con una raíz de forma escandalosa y en poco tiempo ya estaban rodeados de guardias con sus lanzas apuntándole directamente.
-¡BESTIA! ¿DONDE ESTÁ EL PRÍNCIPE?
Entonces apareció el rey con una lanza caminando hacia ellos.
«Papá...?!» gritó Kido al ver como alzaba la lanza en el aire. Justo cuando la lanza le fue a atravesar, de entre los arbustos salieron los hermanos del príncipe y sus acompañantes que participaron arduamente en al búsqueda de Kido.
Se interpusieron con sus lanzas entre el rey y Fudo y Kido.
-¿¡Qué diantres estáis haciendo?!
-¡¡No permitiremos que hieras a nuestro hermano!!- dijo Goenji.
-¿Vuestro hermano?
-Majestad- habló Fudo.- YO soy la bestia, y él es vuestro hijo.
«Padre soy yo. Mis ojos son rojos.».
El rey entornó los ojos y miró a Fudo con cara de asesino.
-Entonces serás tú quien mueras!!!!- la lanza salió disparada hacia Fudo, pero....
-¡¡KIDOOOO!!- gritaron todos....Ya solo faltan uno o dos capítulos más. Disfrutarlo mucho mis queridos seguidores 💋💋💋
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Dark Horse (Terminada)
FanfictionEn esta historia, por primera vez me alejo del fútbol, pero conservará la divertida y peculiar personalidad de los personajes. Kido, un hijo del jefe de una gran tribu es un chico muy peculiar. Según la pitonisa del poblado dice q tiene q ver con su...