Dark Horse (Terminada)

Capítulo 8

Kido abrió sus ojos lentamente con los primeros rayos del día. Era hora de partir.
Kido y Fudo se despidieron de la pitonisa e iniciaron su marcha.
El de rastas pudo notar que algo no estaba bien con su compañero, pero le dio la sensación de que no debía preguntar.

En otra parte...

Lo miraba de reojo de vez en cuando, pero no era capaz de dirigirle la palabra. No era como cuando se habían enfadado. Esta vez era muy distinta ya que aquella noche hicieron algo impuro. De echo, no podía terminar el creerse lo.
-Na... Nagumo...- dijo al fin.
-¿Qué quieres?- este lo miró con cierta frialdad.
-Yo...solo...- no sabía cuándo había empezado a llorar, al parecer todo lo que ambos habían hecho aquella noche no significó nada para el pelirrojo (o eso creía él)- quería decirte que... Te amoooo!!
Después de haber gritado aquello se cubrió el rostro avergonzado de sí mismo. En ese momento se esperaba cualquier cosa, un grito, una burla, un insulto, hasta una bofetada... Pero recibió algo muy distinto.
-Suzuno, no te cubras, me gustan tu ojos.- el peliblanco alzó la vista sorprendido. Nagumo estaba muy cerca de él.
-Yo tb te amo y sé que lo q hicimos anoche fue impuro y tb sé lo a pasará si mi padre se entera, pero sabes? Me da igual.
Agarró a Suzuno por los hombros y lo besó con pasión, este correspondió. Para ambos era un momento maravilloso que duró un largo rato antes de continuar con la búsqueda del príncipe Kido.

En otra parte...

-¡¿Ves algo?!- preguntó Endo mirando hacia arriba. Kazemaru se había subido a un árbol para ver si encontraban algún río. Hacía rato que se había perdido y no sabían cómo retomar el camino.
Por suerte, el peliazul era realmente inteligente y no tardó en encontrar la forma de arreglárselas.
En todo el bosque solo había un río q iba desde la montaña q Kido frecuentaba hasta la Montaña de la Luz, la cual era la dirección que habían tomado.

Kazemaru bajó en seguida a reunirse con su compañero.
-No, pero ya veo la Montaña de la Luz, lo cual quiere q si nos movemos un poco hacia el este encontraremos el río. Luego solo tendríamos q seguir bajando hacia el sur.
Endo asintió y comenzaron a caminar.
La relación estrecha que tenían se había sustancial los últimos días. Kaze trataba de hablar con Endo de forma seria y aclarar las cosas, pero el menor sabía como acabaría todo. Debía evitar a toda costa tener una relación con el peliazul, o de lo contrario su padre se enfadaría con él. Pero cumplir con sus obligaciones se le hacía imposible, el tb amaba a Kazemaru, estaba confuso, no sabía que hacer.

En otra parte:

Tachimukai y Tsunami ya casi habían llegado, cuando el sol comenzaba a bajar. Caminaban en silencio, con un notable ambiente incómodo. El más joven no hablaba y eso preocupaba a Tsunami. Lo q me pasaba era bien sencillo. Por su mente pasaban las mismas cosas q por la de Endo.
Que podía hacer? Tenía unas obligaciones regidas por los dioses y aceptadas por el poblado. En varias ocasiones estuvo a punto de confesarle sus sentimientos, pero no podía, no debía.
-¡ME DA IGUAL!- gritó de pronto asustando a Tsunami.
-¿Qué demonios?!?
-Tsunami, yo...tengo q decirte algo- dijo muy nervioso. Estaba nervioso por las consecuencias, pero lo q más le importaba en ese decisivo momento era que el príncipe lo rechazara.
-¿Si....?
-Yo quería decirte q...
-Espera!- lo interrumpió al oír el relinchar de un caballo.
Tachi, mal dijo en su mente.
Poco a poco avanzaron hasta donde escucharon el sonido. Entonces, escondidos tras unos arbustos, vieron a lo lejos junto al río a un hermoso corcel de ojos esmeralda y crines negras como la noche.
-Es él!- susurró Tachi.- El es el responsable de q tu hermano, el príncipe, haya desaparecido. Debemos matarlo.
-Lo se, cállate!
De pronto, vieron algo q no esperaban.
-Akio, has bebido?- era Kido!!! Q se acercaba tranquilamente a la bestia.

«Yo sí, y tu?» preguntó amablemente. Kido seguía notando la melancolía en su voz.
-Oye... No quiero ser pesado, pero q te...?
-¡Hermano!- no pudo terminar por una sorpresa que para nada esperaba.
-¿¡TSUNAMI?! ¿¡TACHIMUKAI TB?!
«Quienes son?!» preguntó el animal desconcertado.
-Es mi hermano!!- corrió hacia ellos y se abrazaron con euforia y entre lágrimas.
-Creí q jamás volvería a verte.
-Y yo.- Tsunami se separó y lo agarro de los hombros.-Hermano regresa a casa, padre está muy preocupado al igual que nuestros hermanos. ¿Dónde te habías metido? ¿Y qué haces con ese caballo?
-No puedo regresar aún. Ven y cena con nosotros. Te lo explicaré
«Yuuto, no tenemos tiempo. Debemos continuar nuestro camino».
-Fudo, no te preocupes por eso, está todo controlado.
-¿A quién le habla?- le pregunto Tachi al mayor.

Como Kido les prometió, les explicó todo al detalle al rededor de una hoguera. Tanto Tachimukai como Tsunami no creían gran parte de lo q les contaba, pero cuando el sol se escondió y la luna se alzaba en lo alto pudieron contemplar con fascinación y a la vez temor la transformación de hombre y animal.
-Que... demonios?!- se exaltaron ambos.
-Ahora debéis hablar con el por telepatía.
-Dios, esto es.... Impactante.
«Lo se hermano, pero como ya te dije debemos ir de nuevo a casa para eliminar la maldición».
-Pero, alteza si aparece con ese aspecto por el poblado lo matarán.- se alteró Tachi.
«Lo sé, por eso, ahora que estáis aquí, quiero que nos ayudéis».
-No se... Kido... Todo esto es muy raro...
«Lo se, si quieres dejo q los consultes con la almohada y mañana me dais una respuesta».
-Sí, será los mejor...

A pesar de q los dos hermanos estaban contentos de reunirse de nuevo, los cuatro se fueron a dormir con sus propias preocupaciones.
Tachimukai seguía pensando en como confesarle sus sentimientos a Tsunami, a su vez este trataba de ordenar sus ideas y asimilar lo sucedido.
Por su lado, Fudo se sentía agobiado. Por un lado, estaba preocupando por su destino, pues sabía perfectamente las consecuencias que traería liberar a Kido de su maldición, pero él no debía saberlo, o si no trataría de impedirlo. Además, un extraño sentimiento había comenzado a crecer en él. No sabía que era, ya que nunca lo había sentido, pero le hacía preocuparse por Kido, le hacía sonreir cuándo el sonreía, le hacía quedarse viendo hacia él por horas... «Qué es?» se preguntaba.
Pero el que peor lo pasó esa noche fue Kido.

Sueño:

Una melodía comenzó a sonar en su cabeza (la del comienzo del cap). De pronto, una voz femenina sonó. Esa dulce y relajante voz, tan calmen colmada de amor, pudo reconocerla aún que hacía años q no la oía.
Abrió los ojos, sabía q era un sueño, pues tenía aspecto humano, pero aún así siguió la melodía hasta el río.
Una vez allí, vio en el medio del agua como se alzaba una hermosa figura femenina de largos cabellos castaños claros y ojos negros. Iba vestida con una túnica blanca y una aureola sobre su cabeza.
-Ma...má...- dijo soltando un leve sollozo..
-Hijo mío, no llores-. Dijo acercándose a él y pasando su mano por su mejilla para secarle las lágrimas.
-Mamá, te he echado tanto de menos? Por q te fuiste tan pronto??
-Kido, esa decisión es de los dioses. Al igual que la misión q se te fue encomendada.
-¿Misión?.
-Exacto. La conexión entre tu y Fudo no es una maldición. Los dioses descubrieron la tristeza y la soledad que habitaba en su corazón y necesitaban un alma pura y bondadosa que lo curara. Y por eso te han escogido a ti.
-¿Y q se supone que quieren q haga?
-Encontrar el modo de q Fudo Akio no muera.
-¿Qué no muera?!? ¿¡¿¡¿Fudo va a morir?!?!? ¡No entiendo nada!!
-Lo siento, no puedo decirte nada más, no me está permitido continuar. Debo irme.
-No mamá espera! No me dejes solo!!
La mujer sonrió con ternura y lo abrazó. Kido correspondió al abrazo sollozando.
-Nunca estarás solo....
Fue desvaneciendo...

Fin del sueño.

En cuanto se despertó, aún de noche, cabalgó hasta el río con desesperación, pero como era de esperar, ella ya no estaba ahí.
«Madre, te juro que cumpliré mi misión. Por ti, por papá y por los dioses.» dijo decidió con la vista puesta en las estrellas.

Como prometí si llegamos a los 100 continuaría con esta historia. Q la disfrutéis.😘😘😘😘😍😍💜💜