Con Nagumo y Suzuno:
Ellos no eran de ir de la mano, pero de vez en cuando se echaban una mirada, un beso, una caricia y, con el caer de la noche...
Pero entonces, Suzuno notó cierta angustia en el rostro de su novio.
-Nagumo, todo bien? Estás cansado?
-Oh, sí. Por su puesto. Y yo jamás me canso.
-Nadie es de piedra Nagumo, y tu no eres una excepción.
-No te puedo mentir, cierto?
Suzuno negó arqueando una ceja.
-Estoy preocupado por mi hermano.- se sentó lentamente en el suelo y Suzuno lo imitó.- No soy el más cercano a él y nunca lo he tratado como se merece. Además sentía envidia de él por que siempre lo tenía todo era muy protegido. De haber sabido las razones....- se auto interrumpió, llorando de rabia.
Suzuno lo abrazó y le dio un beso en la mejilla.
-Nagumo, no puedes saber lo que hubiera pasado, lo hecho hecho está. Pero, tranquilo, no todo está perdido. Vamos a encontrarlo y podrás decirle todo lo que quieras e incluso convertirte en su confidente.
-Tu crees?
-Claro que sí, mi amor.
Nagumo sonrió y agarró el rostro de su novio para besarlo. Suzuno se aferró a él con fuerza, abriendo la boca para que aquella lengua larga acariciara la suya.
-Te amo.- dijo el peliblanco entre jadeos.
-Y yo a ti Suzuno.- lo volvió a besar, mientras con una mano rodeaba su cintura y con la otra su espacio, para acomodarlo en el suelo debajo de él.
Sus dedos se deslizaron por el torso del albino, provocando un escalofrío que recorrió todo su cuerpo. Su boca bajo por su cuello; se acercó al pecho, para colocarse en sus pezones, lamiéndolos con placer. Finalmente, se deshizo de las prendas de ambos, acariciando aquel miembro tan erecto con sus labios y la lengua.
-Ah....mmmmh....- gemía Suzuno.- No te contengas... Hazme tuyo como si fueras un animal.
Nagumo obedeció y de forma rápida y brusca introdujo su hombría en aquel estrecho agujeros haciéndole gritar de placer....
-AAAH!!! Mmmmh...!!!
En aquel rincón del bosque se oía con claridad como dos enamorados disfrutaban del sexo sin estar casados, lo cual era pecado. En cambio ellos no eran los únicos que habían pecado ese día.En otra parte....
Se besaban, se acariciaban, se decían cosas muy bonitas... Así es como dos hermanos se amaban cada día más y más. Eso era algo ya inevitable y ambos estaban dispuestos a huir de la aldea cuando todo este problema con el príncipe Kido hubiera acabado si su padre se negaba a aceptar dicha relación, lo cual era muy probable.
Con el caer de la noche, se abrazaron junto a la hoguera sin dejar de mirar el uno al otro.
-Fubuki, te amo.
-Y yo a ti Goenji. A tu lado me siento muy seguro y feliz.
El pelicrema lo agarró de la barbilla y unió sus labios. Se movían lentamente y con dulzura, pero pronto la temperatura fue subiendo cuando sus lenguas de tocaron. Pero Fubuki se echó atrás un segundo cuando notó que la mano de Goenji bajaba desde la espalda hasta su trasero.
-¿Que ocurre?
-No podemos hacer esto...yo.... Creo que.... Es demasiado.
-Fubu, ya hemos incumplido más de una norma del poblado. Ya no tenemos nada que perder.
-No es eso....es solo que..... Estoy nervioso....y no...- Goenji lo besó para callar su voz temblorosa.
-Lo haré despacio, no tienes nada que temer.- susurró en su oído mordiendo su lóbulo.
-Bueno.... Está bien...- dijo muy sonrojado.
Lo acostó con delicadeza en el suelo, devorando su cuello mientras notaba el aliento de Fubuki en su oreja. El peliplata se quitó sus pantalones de piel para dejar que Goenji disfrutara de su miembro que se erguía cada vez que la humeda lengua pasaba por ahí, hasta que al final quedó completamente herecto.
-Aaaah.... Goenji....-gimió al notar los dedos del pelicrema entrando en el con cuidado.- Se gentil....por favor....
Los movía despacio y poco a poco fue metiendo más dedos hasta que con los cuatro dentro los movía y ampliaba la entrada para poder entrar.
-Aaah...- Fubuki sentía como aquel gran mientras entraba en el lentamente. No le daba asco q ese fuera el de su hermano, al contrario, una mezcla entra placer y dolor lo envolvía.-Mmmmh... más... rapido....
Goenji obedeció y aumentó su velocidad cara vez más. Con cada estocada más fuerte y veloz, casi metiéndola por completo.En otra parte....
Kido contemplaba las estrellas con un brillo de dolor en sus ojos. Pero dejó de estar en soledad cuando la transformación de la media noche despertó a Fudo que se colocó junto él, estirando su cuello hacia abajo para darle un golpe.
-Fudo, ¿Te desperté?
«No, y estaba despierto.»
-Ya veo.- dijo volviendo a mirar el cielo.
«Kido, creo que deberíamos hablar».
-De qué?- dijo secándose las lágrimas de sus ojos.- No creo que haya nada de que hablar.
«Kido, se que es doloroso para ti pero y no te pido que no llores. Pero no quiero que cuando todo acabe mi muerte te consuma.»
-Lo siento Fudo, pero eso es imposible. Jamás podré recuperarme del dolor, por q... No se si te diste cuenta pero yo.... Te amo.- con los ojos llorosos vio a los ojos del caballo que también derramaban lágrimas.
«Sí me di cuenta, por q yo... También te amo Kido. Por eso te pido que sigas a delante cuando todo haya pasado. No sufras por personas cuyo fin a llegado y menos por mi.».
No dijo nada, se levantó y abrazo a Fudo con todas sus fuerzas.
«Kido...» sollozó el ánimal «Por favor, disfrutemos de nuestros últimos momentos juntos y felices.»
-Me costará esta feliz sabiendo que te vas, pero lo haré, por ti.
«Gracias.»Al día siguiente....
-¡Genda! ¡Por favor, escúchame!- rogaba Sakuma que iba detrás del nombrado.
-¡SAKUMA!- se detuvo en seco y atravesó a su compañero con una fría mirada.- ¡Deja de joder!
El peliazul se quedó paralizado viendo como él seguía su camino, pero frunció el ceño y se abalanzó sobre él dejándolo contra un árbol.
-¿¡Qué cojo....?!
-¡CALLATE GENDA! ¡Ahora me vas a escuchar!.- dijo Sakuma sorprendiendo al mayor.- Se lo mucho que ansías quedarte con el príncipe para vengarte del rey y del daño que hizo a nuestro pueblo hace tiempo, pero es importante saber cuándo se es vencido.
Genda bajó la mirada, con lágrimas de rabia, pero Sakuma se la levantó con dulzura.
-Genda, lo hecho hecho está y nuestra antigua tribu no va a regresar por mucha venganza que contemos. Es hora de pasar página y pensar en otras cosas.
-¿En qué?- la expresión de Genda había cambiado, ahora se veía tan decepcionado consigo mismo.
-En nosotros...- Genda alzó la cabeza sorprendido.- Yo... No quiero solo sexo, yo te amo. Quiero unirme a ti a través de la bendición de los dioses (casarse).
-Sakuma.... Lo dices en serio?
Sakuma asintió.
-Yo.... Nunca antes había pensado así de nosotros....
Sakuma agachó la cabeza al oír eso.
-Pero creo que me encanta imaginarte como esposo.
En seguida volvió a levantarla satisfecho con aquella respuesta. Cubrió la cara de su compañero de besos, quien no se dejaba de reír.En otra parte....
Goenji eschó algo entre los arbustos.
-Fubu...¿Has escuchado eso?
-Sí, suena como alguien riéndose.- confirmó el peliplata.
Apartaron las ojas de su camino y fueron sorprendidos por una extraña escena. Sakuma y Genda se estaban haciendo manitas en el suelo.
-Alteza- ambos enamorados se sobresaltaron y se arrodillaron en seguida.- Lamentamos la escena.
-No pasa nada.- habló Fubuki con dulces.- Podéis levantaros.
Ambos obedecieron.
-¿Tenéis novedades sobre nuestro hermano?- esta vez habló Goenji.
-Sí, y es mejor que se siente para lo que tenemos que decir.
Goenji y Fubuki se miraron sintiendo cierto temor pero luego los cuatro se sentaron a hablar.-¿Mi hermano y la bestia?-dijo Goenji sin dar crédito.
-Es difícil de creer alteza, pero lo juro por mis ojos.
-Te creo, es solo q me sorprende.
-Bueno, yo no me preocuparía tanto.- dijo Fubuki.- Kido siempre ha sabido relacionarse mejor con la naturaleza que nosotros. Además la anciana le ha enseñado sobre magia. Y añadir q no está solo, que lleva a Tachimukai y a Tsunami con él.
-Lo último, dudo de ellos, a esos dos no les dejaría ni q me cortaran las uñas.- dijo Goenji con sarcasmo.- Pero por lo demás tienes razón. Siempre hemos subestimado a Kido. El sabe cuidarse bien.
-¿Qué hacemos entonces?- preguntó Genda.
-Avisar a los demás y regresar todos al campamento para avisar a nuestro padre.-dijo Goenji tras pensarlo bien.
-¿Estás seguro? No sabemos lo que padre hará. A lo mejor querrá asesinar a la bestia sin saber las consecuencias que traería sobre Kido.
-Si me disculpan, su alteza Fubuki tiene razón. El rey estaba tan furioso y lleno de ira que no se parará a pensar en nada.
-Está bien.- se paró unos segundos a pensar.- Sakuma y Genda. Vosotros debéis encontrar al resto e ir al campamento a ver a la pitonisa. Seguro que ella sabe lo que está pasando, pero sin q mi padre lo sepa.
-A la orden.- dijeron a la vez los nombrados.
-Y nosotros?- preguntó Fubuki ansioso.
-Nosotros iremos junto a Kido para que nos explique todo al detalle y ayudarle en lo que podamos.
-Me parece correcto.
Una se pusieron de acuerdo no perdieron el tiempo para descansar y se pusieron en marcha, separando sus caminos.
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Dark Horse (Terminada)
FanfictionEn esta historia, por primera vez me alejo del fútbol, pero conservará la divertida y peculiar personalidad de los personajes. Kido, un hijo del jefe de una gran tribu es un chico muy peculiar. Según la pitonisa del poblado dice q tiene q ver con su...