Capítulo 7

420 41 6
                                    

Kido comenzó a abrir los ojos lentamente y echó un breve vistazo a su alrededor. Estaba en un amplio establo. Apoyado en su cuerpo animal, Fudo descansaba de forma plácida. «Cuando duerme se ve tan lindo. Incluso pateces buena persona y todo.» pensó el ojirrojo deseando q Fudo no escuchara sus pensamientos.
El ojiverde tb se despertó y perezosamente preguntó:
-Donde estamos?
«No estoy seguro pero creo q estamos en...» antes de q el caballo terminara la frase, se escuchó una voz q le resultaba muy familiar.
-Vaya, por fin despertais
«¡Abuela!»Kido se levantó de golpe al ver a la pitonisa en la puerta. Avanzó hasta llegar a ella, con Fudo siguiéndole de cerca.«¿Como me has reconicido?»
-Tus ojos. Ademas de ver vuestra transformacion.-mientras ellos charlaban, Fudo sentía q no pintaba nada allí hasta q derrepebte echucó algo q lo sobresaltó.
-Bueno alteza, siento q mi pardero no sea digno de un principe pero degidme.
«Tranquila abuela,ya sabes q yo me dapato a todo» dijo Kido con cariño.
La anciana hizo un jesto para q la siguieran pero Fudo retubo a Kudo bruscamente para hablar un segundo a solas.
-¡¿Alteza?! ¡¿Eres un principe?! ¡¿Por q no me dijiste nada?!- protestó el mohicano. Kido le lanzó una mirad desafiante y dijo «En primer lugar, no te importa; en segundo lugar no creo a me hubieras tratado mejor si te lo hubiera dicho y por ultimo no te molestaste en preguntar».
Kido avanzó solo y Fudo bufò. Luego, entraron juntos en la cabaña de la anciana, la cual por alguna razon podia caber un caballo, de morros.

En otra parte:

Desde el dia anterior, Tsunami notaba como Tachi trataba de evitarle por alguna razon. El pobre pelirrosa no entendua nada, pero ahora q el menor le igniraba empezaba a sentir algo.
«¿Q sera?» se preguntaba Tsunami.

En otra parte:

Nagumo iba caminando junto.a suzuno, aparentemente imparcial. Realmente estaba reprimiendo las ganas q tenia de decirle toda la verdad a su compañero de viaje.
Por su lado, Suzuno, no lograba reprimir bien lo q sentia. De vez en cuando, una lagrima salía de sus ojos llorosos. Lo q sentia por Nagumo era muy fuerte, pero dudaba de q él sintiera lo mismo. Lo de a noche tal vez fuera por mero placer, o quiza por... amor.
Al escuchar esa palabra en su mente miró a Nagumo, el cual iba varios pasos por delante.

En otra parte:

Los dos estaban completamente seguros de lo q sucedio a noche y ninguno tenia dudas de lo q paso por la cabeza de cada uno.
Kazemaru estubo a punto de besar a Endo y endo estubo a punto de dejarse llevar, pero lo esquibó. Lo unico q no sabian era el porqué... Por q se iban a besar? Por q Endo no quiso al final?
Estos pensamientos hacian el camino muy incomodo, con el ambiente tan tenso q se podia cortar con un cuchillo.

En otra parte:

-No, no, no, no. Esto no esta bien. Esta mal, mal, muy mal.- Fubuki no habia dejdo de quejarse desde q Goenji saco el tema de lo ocurrido a noche.
-Quieres parar de moverte. Pareces una peonza.- protestó Goenji.
-¡Y COMO QUIERES Q ESTE! ¡TE HE BESADO! ¡A TI! ¡A MI HERMANO!- replicó el peliplata.
Goenji frunció el ceño, arto de todo. Se avalanzó sobre Fubuki como Nagumo le enseñó. Dejando al peliplata bajo el maniatado.
-Go-Goenji...¿q estas...?
-¡Escuchame!- le interrumpio su hermano.- A noche te dije q detestaba tanta perfeccion si me iba a quedar solo, pues bien. Al mierda la perfeccion!!! Fubuki, te amo y se q tu sientes lo mismo tan bien como se q es incesto pero... Yo creo, y siempre he creido q no importa la edad, no importa el parentesco, no importa la procedencia, no importa la disancia; nada importa por q en cuando se ama de verdad solo el amor manda.

Los ojos de Fubuki se encharcaron de lagrimas de alegría. El chico al q tanto tiempo habia amado en secreto se le acababa de declarar.
Goenji le regaló una dulce sonrisa llena de amor. Le solto las manos y se sentaron. Cuando Fubuki termino d llorar sus labios se unieron en n lagro y calido beso q no entendia de normas ni de impurezas, solo de amor...

En otra parte:

El cielo se cubría de un tono anaranjado y la pitonisa, Fudo y Kido, se preparaan para un ritual en el q contactarian con los dioses.
Era una gran hoguera en la q las llamas del fuego representaban imagenes q solo la pitonisa sabia descifrar. Los dos muchachos observaban con atención y escuchaban bien los canticos del ritual q la anciana estaba haciendo.
Al terninar el ritual la Abuela les explico un par de cosas q habia visto.
- Al parecer los dioses os han unido por una maldicion y la unic forma de q todo vuelva la normalidad es dentro de 10 dias esteis en el monte de aguas cristalinas antes de la media noche.
«¿Y ya esta?» preguntó Kido sorprendido.
- Si, ya está.- dijo la Abuela, mientras mitaba a Fudo, el cual desvió la mirada.
Kido estaba contento por la noticia q no se dio cuenta de este detalle.
El ojirrojo se fue a dormir tranquiamente, dejando a Fudo y a la pitonisa a solas bajo las estrellas y el fuego.
-¿Vas ha decirselo?- preguntó ella.
-¿Asi q ya lo sabes? Ya sabes lo q pasará.- la anciana aintió.- pues creo q no se lo dire. Intentaria impedirlo y no debe hacerlo.
-Si... Creo q tienes razon. Kido sufriria de todos modos, pero asi no trataria de impedir el...- la ancia se auto interrumpió al ver el rostro sombrio de Fudo.
-Anda, so se corte. Digalo. Impedir MI sacrificio...

Dark Horse (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora