Charles se había ofrecido a llevarme a casa luego del accidente con Tonny, manejó mi auto y dijo que luego caminaría ya que vive por esa zona, era muy amable a decir verdad o aunque sea lo había sido conmigo.
-Es aquí.-Dije al verme mi residencia.
-Que sorpresa, vivo en la otra calle.-Dijo riéndose.
-Oh, ¿En serio?-Dije mirándolo.
-Si, tengo años viviendo ahí.-Me regalo una pequeña sonrisa.
-Ya debería irme,-Dije incómoda.-Si quieres puedes estacionar el auto adentro como gustes.
-Claro.
Busqué en mi bolso el control del portón blanco que nos impedía pasar. Lo abrí y Charles entró.
-¿Cual es tu estacionamiento?-Me preguntó.
-En la esquina,a la derecha.-Señalé mi estacionamiento.
Charles estacionó mi auto donde le ordené, ambos nos bajamos del auto.
-Muchas gracias por traerme, en serio.-Sonreí.
-No tienes que agradecer, tranquila.
-Nos vemos.-Sonreí.
-Tal vez nos veamos en la corte.-Me devolvió la sonrisa.
-Hasta luego oficial.-Ignoré completamente su comentario la verdad no iría a ninguna corte, no quería ver a Tonny.
-Hasta luego señorita Jones.-Empezó a caminar en dirección al portón y vi como desapareció de mi vista.
Entre al edificio y subí al ascensor, marqué el piso de mi apartamento que era el 5.
Cuando el ascensor llegó, salí y caminé hasta la puerta de mi apartamento, la abrí y pude ver que mamá y Hillary estaban en casa, yo tenía una bandita en la mejilla y ella estaban ahí... mierda.
-Hola mamá,-Dije en cuanto vi a mi madre preparando algo en la cocina.- Hola Hillary.-Dije al verla escribiendo algo en su ordenador. -Hola pequeña.-Sonreí al ver a Emma que salió corriendo a mis brazos para abrazarme.
-Hola Halsey, ¿Donde estabas?- Preguntó mi madre al verme.
Mierda.
-Estaba con Noah.-Sonreí
-Noah llamó a casa preguntando por ti hace media hora.-Dijo Hillary mirándome desde su ordenador.
Odio a Noah.
-Esta bien.-Rodeé los ojos- Solo fui a comer helado.
-¿Segura?-Dijo mamá.
-Si.
-No me convence pero bueno.-Dijo Hillary desde el comedor.
Eran muy preguntonas.
-¿Que tides en da mejilla?- Preguntó Emma, la tenía cargada y como todo niño empezó a molestarme y notó eso.
¿Por qué los niños suelen ser tan imprudentes?
-¿Que es eso?-Dijo mi madre acercándose.
-Nada, me quemé con la rizadora está mañana.-Sonreí
-Esta bien.-Susurró mi mamá
Pude ver como Hillary me miró desde la mesa, ella sabía que estaba mintiendo.
Pusé a Emma en el suelo y me fui a mi cuarto, saque mi celular de mi bolso y tenía 20 llamadas perdidas de Noah y 5 mensajes
"¿Donde estás?"
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My sweet boy.
Teen FictionEn la cuidad de Manchester, Halley Jones una chica inglesa común de 17 años lleva una relación tóxica llena de infidelidades por parte de su novio Tonny González un argentino de 20 años, que hace un tiempo vive en la cuidad. Tienen muchos meses d...