Capítulo 11.

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Charles se había ofrecido a llevarme a casa luego del accidente con Tonny, manejó mi auto y dijo que luego caminaría ya que vive por esa zona, era muy amable a decir verdad o aunque sea lo había sido conmigo.

-Es aquí.-Dije al verme mi residencia.

-Que sorpresa, vivo en la otra calle.-Dijo riéndose.

-Oh, ¿En serio?-Dije mirándolo.

-Si, tengo años viviendo ahí.-Me regalo una pequeña sonrisa.

-Ya debería irme,-Dije incómoda.-Si quieres puedes estacionar el auto adentro como gustes.

-Claro.

Busqué en mi bolso el control del portón blanco que nos impedía pasar. Lo abrí y Charles entró.

-¿Cual es tu estacionamiento?-Me preguntó.

-En la esquina,a la derecha.-Señalé mi estacionamiento.

Charles estacionó mi auto donde le ordené, ambos nos bajamos del auto.

-Muchas gracias por traerme, en serio.-Sonreí.

-No tienes que agradecer, tranquila.

-Nos vemos.-Sonreí.

-Tal vez nos veamos en la corte.-Me devolvió la sonrisa.

-Hasta luego oficial.-Ignoré completamente su comentario la verdad no iría a ninguna corte, no quería ver a Tonny.

-Hasta luego señorita Jones.-Empezó a caminar en dirección al portón y vi como desapareció de mi vista.

Entre al edificio y subí al ascensor, marqué el piso de mi apartamento que era el 5.

Cuando el ascensor llegó, salí y caminé hasta la puerta de mi apartamento, la abrí y pude ver que mamá y Hillary estaban en casa, yo tenía una bandita en la mejilla y ella estaban ahí... mierda.

-Hola mamá,-Dije en cuanto vi a mi madre preparando algo en la cocina.- Hola Hillary.-Dije al verla escribiendo algo en su ordenador. -Hola pequeña.-Sonreí al ver a Emma que salió corriendo a mis brazos para abrazarme.

-Hola Halsey, ¿Donde estabas?- Preguntó mi madre al verme.

Mierda.

-Estaba con Noah.-Sonreí

-Noah llamó a casa preguntando por ti hace media hora.-Dijo Hillary mirándome desde su ordenador.

Odio a Noah.

-Esta bien.-Rodeé los ojos- Solo fui a comer helado.

-¿Segura?-Dijo mamá.

-Si.

-No me convence pero bueno.-Dijo Hillary desde el comedor.

Eran muy preguntonas.

-¿Que tides en da mejilla?- Preguntó Emma, la tenía cargada y como todo niño empezó a molestarme y notó eso.

¿Por qué los niños suelen ser tan imprudentes?

-¿Que es eso?-Dijo mi madre acercándose.

-Nada, me quemé con la rizadora está mañana.-Sonreí

-Esta bien.-Susurró mi mamá

Pude ver como Hillary me miró desde la mesa, ella sabía que estaba mintiendo.

Pusé a Emma en el suelo y me fui a mi cuarto, saque mi celular de mi bolso y tenía 20 llamadas perdidas de Noah y 5 mensajes

"¿Donde estás?"

My sweet boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora