Iba saliendo de la universidad camino a la que ahora sería nuestra nueva casa. Noah, Laila, Zara y yo habíamos quedado en que veríamos la casa juntos hoy.
Iba escuchando música en el auto mientras cantaba en voz baja.
Llamé a Noah para que me diera la dirección específica, no soy muy buena en direcciones.
Cuando ya casi llegaba vi todo el vecindario y me parecía verdaderamente hermoso, había muchos árboles y flores hermosas, simplemente me encantaba y estaba segura de que sería muy feliz aquí. Estacioné mi auto en frente de la casa, justo a lado de los autos de mis amigos. Era la casa más hermosa de todo el vecindario era blanca y las puertas eran de madera, tenía pequeños detalles de piedras grises, era hermosa. Apague mi auto, me bajé y entré a la casa.
-Holaaaaa gente-Grité e hice eco en toda la casa.
Tenía una amplia sala, pisos de mármol totalmente hermosos, podría decir que se veía mi reflejo en él; había un hermoso sofá color vino que combinaba con las paredes blancas. Seguí caminando y pasé por un pequeño pasillo, vi la gran cocina estilo americano, los gabinetes eran color celeste, los colores pasteles de las paredes y los gabinetes hacían un contraste realmente hermoso, había un mesón color gris en el medio de la cocina con 6 sillas blancas, era completamente hermosa.
-Hola Halley,-Dijo Noah entrando a la cocina con una gran sonrisa.-Bienvenida a casa.
-Me encanta, me encanta.-Dije dando pequeños saltitos.
-Tienes que ver la parte de arriba, vamos.-Dijo tomándome del brazo
Caminamos por una pequeña sala de estar que tenía unos muebles color beige, se veían realmente cómodos, subimos por una escalera de madera y quedé sorprendida al ver la parte de arriba, era piso de madera y los tonos de las paredes eran claros, había un largo pasillo donde se veían las puertas de los cuartos color caoba.
-Me encanta.-Le dije a Noah sonriendo.
-Sabia que te gustaría.-Me devolvió la sonrisa.
-Elegiré mi habitación.-Sonreí.
-No cariño, ya elegimos.-Zara asomó su rostro muy sonriente desde una habitación.
Y luego Laila.
-Esa de allí es la tuya.-Dijo señalando una habitación frente a ella, lo que más me gustaba es que estaban unas frente a otros y había un baño al final del pasillo.
Sonreí y entré a mi habitación junto a Noah.
-Las habitaciones de las chicas ya tienen la cama, no quisé dejar la tuya porqué sé lo mucho que amas tu cama y me harías quitarla después.-Dijo noah sonriendo.
Tenía unas puertas corredizas que me daban vista hacia el frente de la casa y todo el vecindario, había un pequeño balcón. Toda la habiaracion era color rosa claro, me gustaba mucho, tenía un baño personal con un espejo gigante, realmente amaba esta nueva casa.
-Me gusta mucho.-Sonreí mirando a Noah que me miraba sin dejar de sonreír.-Gracias por cumplir nuestro sueño de niños.
-Te dije que de alguna forma lo haría ¿no?.-Me dio una sonrisa ladeada.
Corrí hacia él y lo abracé fuertemente.
-Me alegro de que te gusté,-Terminó nuestro abrazo.-Pero hay algo que hará que te guste aún más.
Salimos de mi habitación y bajamos las escaleras de madera, fuimos a la sala de estar y Noah abrió la puerta que al parecer era del jardín.
¡oh por Dios! Esto tiene que ser una jodida broma.
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My sweet boy.
Teen FictionEn la cuidad de Manchester, Halley Jones una chica inglesa común de 17 años lleva una relación tóxica llena de infidelidades por parte de su novio Tonny González un argentino de 20 años, que hace un tiempo vive en la cuidad. Tienen muchos meses d...