Capitulo 2: Comienza el sueño

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Emm.. bueno segundo capitulo. Espero les guste ^w^... Recuerden que esta historia recien comienza ;33 

ESTA CORREGIDA, ESPERO HABERLO HECHO BIEN ;-;!!!!

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CAPITULO 2:  Comienza el sueño.

Han pasado dos días.

–Sierra el hocico. –Dije sin vacilar.

Pobre de mí. Solo fui por jugo a la cocina y Valentín se encontraba ahí. Obviamente lo ignoré dirigiéndome a la nevera, pero él no pudo callar. Hizo un comentario sobre lo  ajustada de mi polera a rayas negra y blanco.

–Uy, que ruda. –Contesta sarcástico.

–Eso no te incumbe. –Hablo cerrando bruscamente la puerta de la nevera luego de sacar el jarrón. Ni lo miré; a verdad evito hacer eso. Cada vez que lo veo no puedo disimular mi debilidad y eso no me lo puedo permitir. No, no frente a él.

–Como digas. –Dice dándome la espalda, al parecer nuestra “charla” ha acabado. Él se pone a secar los cubiertos, al parecer se ha convertido en una especie de “nana”. Una “nana” muy sexy y masculina, una “nana” muy desgraciada.

Me coloco junto a la mesa y me sirvo el jugo. Comienzo a empinarme el vaso y bebo claramente sedienta, pues venía de caminar bastante y acababa de llegar junto a Tere, ex compañera de mi antiguo colegio y se puede decir que es mi mejor amiga. Ella aun aguarda en la calle y la verdad no quiero hacerla esperar, además de que estar a solas con ese chico me pone de nervios. Sí, a solas. Bueno, esta mi mamá en  casa, pero ella se encuentra en el segundo piso, probablemente  viendo la telenovela.

Doy una pausa a mis grandes tragos de jugo y lo miro. Está vestido con un polerón verde  musgo, pantalones negro  y las mismas zapatillas conversen rojas que usa para el colegio ¿Qué no tiene otros zapatos? Aunque debo admitir que me gusta su estilo.  He notado detalles como su arete en la oreje izquierda y que lleva un collar de cuero…

Él me da un vistazo girando solo su cabeza inclinándola hacia él lado.  Que mirada más profunda e intensa, sus ojos marrones realmente parecen un abismo sin fondo, un abismo sin final del cual no puedes escapar, así es de penetrante es aquella mirada que me regala, bueno, su mirada siempre es penetrante, tanto qué…  Carajo, detecto debilidad en mi ¡Debilidad que yo no puedo permitirme! Bebe mierda, bebe como si nada.  Le corro la vista y continuo  tomándome el jugo “como si nada”.

Gracias al rabillo del ojo, sé que nuevamente se ha dado  vuelta. Entonces escucho su voz decir. –Bueno, no importa si es ajustada. –Se refiere a mi pollera. Quito el vaso de mi boca y retengo el jugo en ella. –Tus pechos seguirán siendo pequeños.

Primero; escupo un poco de jugo en el instante en que me sonrojo y  abro los ojos como platos. Segundo; Trago de golpe lo que queda de jugo en mi boca y me atraganto un poco. Tercero; Toso como idiota mientras por supuesto sigo roja. Cuarto; Logro calmar mi tos, lo fulmino con la mirada… y no, no lo he fulminado, él está demasiado ocupado riendo.

–¡No te rías hijo de puta! –Exclamo. 

Él no me obedece, pero comienza a agotarse su risa, pero mientras lo enfrento su carcajada renace. Obvio, yo no dejo de defenderme, ¡Es que este tarado como me saca de quicio! ¡Alguien sáquelo de mi casa!

Tras llamarlo idiota, morboso,  estúpido, y lo que se te ocurra mientras intento silenciarlo y a su vez lo amenazo, comprendo que no funcionará reclamarle, así que gruño por lo bajo, dejo el vaso en la mesa con fuerza (Ganas de tirárselo por la cabeza no me faltaron) y me doy media vuelta saliendo hacia la sala de estar. Siento unos pasos y sé que está detrás de mí. Volteándome puedo ver  como se apoya en el marco de la puerta que da a la cocina y se cruza de brazos; carajo ¿Por qué debe de ponerse de forma tan sexy? Lo odio.

Pequeña gran coincidencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora