U N O.

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                                    SOLEDAD

Abrí los ojos, el cuarto blanco se verá incluso un tono más claro, así que supuse que hoy era un día frío.

Aparté las sábanas que cubrían mi cuerpo, y salí directo al baño. Tome una ducha corta, solo quería despertarme del todo.

Cepille mi cabello y mis dientes y salí.
Alcance a escuchar por uno de los altavoces de los largos pasillos "el desayuno está listo".
Así que fui a dejar mis cosas a mi cuarto, me paré sobre la enorme puerta negra que tenía pintado con blanco "A14".

Llegue al comedor y tomé una bandeja, de esas sucias con restos de comida de la semana pasada, incluso con la de ayer.

Me dieron una especie de puré de manzana, una mazorca, un pan algo duro y una leche empaquetada, de esas que les pones en las loncheras a tus hijos cuando es tarde para la escuela.
Me senté en una mesa gris, larga y fría; caben como ocho personas aquí, pero siempre está sola, siempre estoy sola.

La verdad es que hoy nada me apetecía, así que solo comí la mazorca y lo demás lo dejé ahí.
Salí del comedor y fui de nuevo a mi recámara.
Es un lugar frío, sin amor o compasión,
hay gritos, y personas diciendo que no hicieron nada malo, y realmente no.
Lo único que hicieron fue nacer.
Estar desgraciados desde el día en que fueron creados y escuchar a su familia decir "Así Dios lo quizo", hacer algo malo por las voces de sus cabezas se lo ordenado y terminar en prisión, matar a una guardia y terminar gravemente de todo el mundo o, en mi caso, en el pabellón psiquiátrico.

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