Trataba de concentrarme en mi libro, pero realmente Leon no dejaba de dar vueltas en mi cabeza.
Sentí que tocaron mi hombro y mire a Leon, sonriéndome.
Se sentó a mi lado y conversamos por horas, hasta que nos llamaron a la cena.Paso lo mismo que esta mañana en la cafetería, pero no discutí, solo le volví a compartir de mi comida.
-Y tú por qué estás aquí Leon?, te transfirieron?
-No, realmente no. Pues ya sabes, lo común, peleas, lagunas, voces, nada grave.. y tu?
-Ahh, son muchas cosas, entre a prisión primero, mate a alguien, seguido me dio una crisis, y ataques de nervios, de ansiedad, de pánico, y me mandaron aquí por que ataque a una chica y decidieron que estaba loca por los ataques.
-Que injusto, todos son unos hijos de perra.
-Lo se, siempre hacen lo posible por joderte.
-Mira lo que tengo.-Saco dos cajetillas de cigarrillos "Lucky" decía sobre estas.
-Por Dios de donde las sacaste!.-Pregunte sorprendida
-Policías imbéciles; una es para ti, gracias por ser tan atenta conmigo.
-No es nada.-Alcé mis hombros y le sonreí.
-Oye, Luna, conozco un lugar para poder fumarnos esta mierda sin que jodan, ¿Quieres que te muestre?.-Me extendió su mano y la tomé
Subimos al techo, había un pequeño cuarto y se supone que nadie sabe que existe por que desde arriba o desde abajo no se es visible.
Fumamos la mitad de una cajetilla cada uno, pero hacer fuego es casi imposible.
Lo bese.
No supe por qué, pero sentí ese impulso lanzándome a sus labios gruesos, y me dejé llevar.Besarlo es indescriptible, es como estar en otro mundo, justo al borde, es como tener la oportunidad de lanzarte a la nada y explorar lo demás, y aunque no estés segura en ese planeta, te quedas.
