N U E V E

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Leon dejó de hablarme.
Esta presente, pero hace como si mi existencia fuera tan irrelevante para el.
Eso me hacía sentir mal, por que le gritaba que me diera explicaciones y jamás me las daba, solo me ignoraba, ya tenemos meses así.

Suelo sentarme a metros de él en el patio, donde hace frío, con tal de no molestarlo con mi presencia.
Pero realmente extraño el hecho de saber que existo.

Supongo que tendré que volver a cómo era antes de el, sola, contarme todo a mi y no llamar la atención.
Aunque después de todo aún compartimos celda y no se como lidiaremos con eso, digo él puede hacerlo, lleva meses ignorándome, gritándome con su silencio que no existo y que no le importo.
Pero yo realmente no se como hacerlo, me acostumbre a él, a que me hiciera reír, a que callara cada uno de mis berrinches, y calmara mi ansiedad.

No se como lidiare con el hecho de no existir, por qué hasta la fecha desde que nos distanciamos, no he podido hacerlo, tengo pánico, ansiedad, nervios, lloro todo el maldito tiempo, incluso vienen aveces a inyectarme para calmarme, pero el solo se queda observando, y mientras lo veo directamente a los ojos el no hace nada, más que perderse en la obscuridad cuando mis ojos caen.

Probablemente deba escribirle una carta, probablemente debería decirle que no me deje, por que lo amo.
O decirle que me suicidare si no vuelve, pero no quiero atarlo a mi.
Probablemente debería cantarle, no soy muy buena, pero podría gustarle.

-Leon?...

-...

-¿Por que no me hablas?, llevo meses rogándote que me dirijas aunque sea un poco la palabra, ¿Que hice?, ¿Que arruine ahora?

-....

-¿Por que carajos no hago nada bien?, ¿Por que carajos te alejas?, por favor háblame, por favor, por favor.-Sentí como mis manos comenzaban a temblar, como la sangre caliente subía por mis venas, sentí la necesidad de arrancarme la piel y comenzar a gritarle.

Ellos aparecieron y me tumbaron a la cama

-De nuevo está haciendo lo mismo.-Escuche muy a lo lejos que dijeron los doctores.

-Creo que ya es hora.-Mis párpados se volvieron pesados y caí.

Crónicas de una loca. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora